La vuelta a la competición después de un largo parón nunca es fácil. Quien más, quien menos, lleva sin disputar partidos en la liga casi un mes y medio. Las sorpresas adquieren protagonismo. En medio de ese paisaje de dudas, un campeonato del mundo con múltiples jugadores lejos de sus habituales escenarios y el acompañamiento de un virus que trajina a todos. Por eso, el Ademar-Bidasoa de ayer, dos equipos que aspiran a lo mismo, llegaba demasiado pronto, sin rodaje y con muchas incógnitas planeando por encima del rendimiento de ambos.

Los leoneses habían entrenado en esta pretemporada sin su técnico Manolo Cadenas, responsable también del combinado nacional de Argentina, y con las ausencias de internacionales como Khalifa, Piechowski, Feuchtmann, Marchán y el estadounidense Donlin, afectado como sus compañeros de selección por el coronavirus, que impidió su presencia en el mundial egipcio y que ha estado confinado hasta hace muy pocos días para generar anticuerpos. Es decir, panorama complejo para creer que el Ademar iba a ofrecer el mejor nivel de juego, el ensamblaje de todas las piezas.

El Bidasoa atravesó parecido trance, con Xoan Ledo, Jon Azkue, Kauldi Odriozola, Rodrigo Salinas y Nico Bonanno inmersos en las selecciones que les convocaron. El virus afectó al húngaro Bartok, que, además, llegó a un acuerdo con el club para rescindir su contrato. Los amarillos no han movido ficha y no han optado por nadie para sustituirle o para reforzar otras posiciones del equipo. Añadamos que Matheus da Silva no pudo acudir con Brasil a la cita mundialista al fisurarse un dedo y debió pasar por el quirófano. Tres amistosos en este periodo con ausencias significativas en cada compromiso y las mismas incógnitas que los leoneses a la hora de intuir el rendimiento que pudieran ofrecer los de Jacobo Cuétara. Partido de pecho frío.

En la mente de los dos equipos, sin duda, el compromiso de la primera vuelta en el que los leoneses ganaron en Artaleku (28-29) en un partido muy extraño que el Ademar rompió en el primer tiempo ante un desconocido Bidasoa y que, en el segundo, los irundarras casi voltean. Empieza la segunda vuelta y a partir de aquí cuenta el gol-average particular por los posibles empates al final del ejercicio. Por tanto, el encuentro valía dos puntos y el valor añadido de las diferencias. En todos los conceptos el Bidasoa sale reforzado porque gana el encuentro por una diferencia que le beneficia en las posibles equidades finales del campeonato.

Los de Jacobo Cuétara han saltado al campo con las pilas puestas y la lección aprendida. La primera media hora del partido ha sido espléndida, jugando muy bien en las dos áreas, sin prisa y con la calma habitual de las grandes tardes. Han marcado los dos primeros tantos del encuentro y siempre han ido por delante en el primer periodo. Apenas han cometido errores, pocas pérdidas y grandes aciertos ante la portería de Slavic o Khalifa, porque el técnico local ha tratado de encontrar mayor nivel bajo palos.

La inspiración de Kauldi Odriozola, brillante en todas las terminaciones, ha llevado al Bidasoa a disponer de una máxima ventaja de cuatro goles (9-13, 11-15 y 16-20, al descanso). El zumaiarra ha atinado en todo. Los irundarras no han ocultado sus armas. Gestión del juego en la primera línea, con pases al pivote en donde un recuperado Julen Aginagalde ha sumado mucho para el colectivo, y lanzamientos exteriores de Azkue, De la Salud, Salinas y Racotea. Juego versátil y terminaciones desde distintas posiciones y con diferentes protagonistas. Así, todo el partido. Los leoneses no han encontrado el antídoto.

Era previsible que el Ademar reaccionara en la reanudación, pero no lo ha hecho. El Bidasoa ha seguido la línea trazada y no se ha salido de ella un centímetro. Además, la presencia de Sierra bajo los palos amarillos ha aumentado mucho el porcentaje de acierto y con sus paradas se ha encargado de dinamitar cualquier atisbo de sorpresa para los suyos.

Como quiera que en ataque las cosas seguían haciéndose muy bien, el conjunto guipuzcoano se ha ido directo a por la victoria, convencido y con un juego excelente. Ha firmado un triunfo cum laude que le sirve para asentarse con firmeza en la segunda posición de la tabla, disipando cualquier duda sobre el rendimiento del equipo si es que existía.

El Bidasoa se ha impuesto en los dos tiempos y lo ha hecho desde la confianza en sus fuerzas. No es malo comenzar la segunda vuelta con un triunfo en la cancha del directo rival. Brillante modo de hacerlo