La derrota del Acunsa Gipuzkoa Basket en Manresa deja a los guipuzcoanos con pie y medio en LEB Oro, obligado a ganarlo todo contra Baskonia, Unicaja y Andorra, además de depender de la derrota de Estudiantes en el encuentro que le queda pendiente, para evitar su quinto descenso en diez temporadas.

Los donostiarras están virtualmente desahuciados de la ACB tras los malos resultados en los dos meses decisivos, en los que solo han conseguido dos triunfos en diez partidos y han dado una imagen de poca solvencia en la mayoría de ellos.

Ahora, con la plantilla más corta de la Liga Endesa tras la lesión de su capitán Xabi OrozXabi Oroz y antes la del pívot colombiano Jaime Echenique, afrontan los últimos coletazos del calendario en precario y podrían descender el próximo jueves si pierden ante Baskonia.

Matemáticamente sus opciones de permanencia pasarían por ganar los tres últimos encuentros de la liga regular, el primero de ellos el aplazado por los casos de coronavirus en el conjunto vitoriano que se juega entre semana, y esperar también una derrota estudiantil en el cierre de la liga.

El camino que probablemente le va a tocar transitar al equipo vasco lo conoce bien ya que es el mismo al que se vio abocado hasta en cuatro ocasiones en las últimas 10 temporadas, dos veces con el descenso consumado y otros dos años en los que evitaron su caída por la imposibilidad de los equipos de la división de plata de aquel momento -Burgos, Alicante y Ourense- de ascender por las condiciones económicas que imperaban en ACB.