Xabi Zurutuza (Legazpi, 2007) se convertirá esta temporada en el primer guipuzcoano que compite en el campeonato mundial de motociclismo. A sus 17 años, formará parte de la parrilla de Moto 3, y lo hará en KTM, uno de los equipos punteros de la categoría.

El legazpiarra tiene las ideas muy claras, así como una ambición que le ha llevado a la élite de su deporte. Además, no esconde sus objetivos: primero, ser campeón del mundo de Moto 3, para en unos años ir a por el trono de la categoría reina, MotoGP

El pasado noviembre se subió por primera vez a su nueva moto, a la que se adaptó con mucha facilidad, obteniendo sensaciones muy prometedoras.

¿De dónde viene su pasión por las motos?

Me viene desde casa. Me aficioné cuando era bien pequeño, ya que a mi padre siempre le han gustado las motos. Fue él quien me inculcó esta pasión que ambos compartimos.

¿Cómo compagina su actividad como deportista con los estudios?

Hace un año, al acabar la ESO, hice un parón con los estudios para centrarme totalmente en mi trayectoria como piloto. Ha sido una decisión necesaria, sobre todo por mi entrada en el mundial. Compaginar los estudios con un campeonato de 22 carreras, con la cantidad de viajes que ello conlleva, es imposible.

¿Hubo algún momento de inflexión que le hizo querer dedicarse al motociclismo de manera profesional?

Desde pequeño he querido estar en MotoGP. Siendo consciente de la dificultad, ese ha sido siempre mi objetivo. Hace tres o cuatro años ya veía cercana la posibilidad de entrar en Moto 3. Sabía que si lo hacía bien, tendría muchas opciones de lograr esta meta, y así ha sido. De pequeño era un hobby y lo importante era divertirme, pero según fueron pasando los años, me fui profesionalizando y la cosa comenzó a ponerse más seria.

¿Qué sintió cuando se enteró de que entraría en el mundial de la mano de KTM?

Me costó asimilarlo. Entrar en el mundial de motociclismo y, además, con uno de los equipos de referencia del campeonato, supone una felicidad increíble. He cumplido uno de mis sueños.

Es el primer guipuzcoano que compite en el mundial de motociclismo. Imagino que es todo un orgullo para usted...

Por supuesto. Espero que mi presencia en el mundial pueda ayudar a que el motociclismo en Gipuzkoa vaya ganando seguidores y repercusión.

¿Cree que es un deporte poco extendido en nuestro territorio?

Hay afición, pero no contamos con demasiados medios. Hay muy pocos circuitos y eso dificulta mucho mi trabajo, puesto que me veo obligado a viajar constantemente para entrenar. Hace poco estuve en Almería para llevar a cabo un entrenamiento, y eso suponen 1000 kilómetros...

¿Con qué sensaciones se quedó tras los test con la KTM?

Me quedé con sensaciones muy positivas tanto con la moto como con el equipo. La mayoría de los miembros son españoles y he tenido muy buen feeling con todos ellos.

¿Las características de la moto cambian mucho respecto a lo que estaba acostumbrado?

Sí, cambia un poco todo, pero desde la primera vuelta me sentí muy cómodo. Pese a que tiene más potencia que las motos con las que he competido en años anteriores, me fui acostumbrando a medida que acumulaba vueltas.

Aparte del talento, que es absolutamente necesario, qué cree que le ha llevado a su posición actual?

Sobre todo la constancia. Es un deporte muy caro y sacrificado. He viajado cada fin de semana con mis aitas más de 500 kilómetros para competir, y ese esfuerzo, afortunadamente, ha tenido su recompensa.

Supongo que el apoyo de la familia y las amistades ha sido esencial a lo largo de su trayectoria.

Sí, totalmente. Si no tienes a una familia que te apoye en todo momento, es imposible ser parte de un mundo tan complicado y competitivo. Con mis aitas voy todos los fines de semana a entrenar, y sin ellos no podría hacerlo, ya que soy menor de edad y no tendría cómo ir a los circuitos.

¿Cuál ha sido el mejor momento de su carrera hasta la fecha? ¿Y el peor?

El mejor, sin duda, cuando firmé el contrato con KTM para subir al mundial. Carreras que recuerdo con cariño ha habido muchas, pero la oportunidad de formar parte del mundial sólo ocurre una vez en la vida. El peor momento fue la muerte de mi compañero Hugo Millán. Los accidentes siempre son lo más duro de nuestro deporte.

¿Qué metas se pone a corto plazo (esta temporada) y cuáles a largo plazo?

Quiero ir carrera a carrera porque el 90% de los circuitos del campeonato son desconocidos para mí. Al principio es muy importante ganar confianza, para luego pelear en los primeros puestos. A largo plazo, quiero ser campeón del mundo de Moto 3.

¿Cuál es su mayor sueño?

Proclamarme campeón del mundo de MotoGP, pero para aspirar a esa meta aún quedan unos cuantos años...

¿Quiénes son sus mayores ídolos dentro del motociclismo?

Casey Stoner, que ya está retirado, y Marc Márquez. Me identifico con ellos no sólo por su pilotaje, sino también por su manera de ser. Ambos son personas muy naturales y con muchísimo carisma, siempre con una sonrisa en la cara.

¿Tiene un estilo de pilotaje agresivo, al igual que ellos?

Eso es. Me gusta entrar derrapando en las curvas y hacer adelantamientos al límite, características que comparto con ellos.

Y en el deporte en general, ¿tiene algún referente?

Admiro mucho a Irene Paredes, que ganó el mundial de fútbol con la Selección Española femenina. Es de Legazpi, al igual que yo.

¿Qué pilotos considera que van a ser sus mayores rivales durante la temporada?

Pilotos como Ángel Piqueras, David Almansa, David Alonso o Luca Lunetta. Yo creo que estaremos unos diez pilotos, más o menos, inmersos en una bonita pelea.

¿Quién será su compañero en este 2024?

José Antonio Rueda. Coincidí con él hace dos años, y debutó en Moto 3 la temporada pasada, de modo que tiene más experiencia que yo. Tengo una muy buena amistad con él. Independientemente de la rivalidad que siempre existe, hay que intentar llevarse bien, pues nos podemos ayudar mucho el uno al otro.

Dicen que el compañero de equipo es el principal rival...

Está claro. Al final es el único que está en el mismo equipo y pilota la misma moto que tú. Siempre hay un pique sano con el compañero de equipo, que es con quien más te comparas.

¿Cómo están siendo estos meses de preparación previos a la primera carrera?

Trabajando mucho a nivel físico y con la moto. He estado cuatro días en Almería y dos en Cartagena para la preparación. También he aprovechado para hacer un poco de motocross.

¿Lleva bien los nervios?

Tengo nervios, pero sobre todo ganas de empezar con los test de invierno, que se celebrarán en Portimao y Jerez a finales de febrero. Veo que el momento se acerca, y, en consecuencia, la emoción va en aumento.

Al ser menor de edad, se pierde las tres primeras carreras...

Lo pasaré mal viéndolas por televisión, pero al no haber cumplido los 18, es lo que toca. Son 75 puntos que pierdo, pero será el campeonato más largo de la historia, con 22 carreras. Yo haré 19, de modo que tendré opciones de recuperar el terreno perdido. Mi debut será el 17 de abril, en Texas.