Elena fue cuarta hace tres años en la Behobia, el pasado año logró el segundo puesto... así que le falta ganar. Y ese es su reto antes de pasarse a distancias mayores. Reconoce que llega “bien”.

¿Se considera a sí misma turolense, pero guipuzcoana de adopción?

Pues... nací en Teruel y hasta los 18 años estuve allí, mi familia vive allí y mi infancia la pasé allí, así que parte de mi corazoncito está en Teruel, claro. Por circunstancias de estudios, laborales y luego el amor, lo que iban a ser unos meses al final son doce años por Gipuzkoa. Estoy muy bien aquí, muy feliz, la acogida ha sido muy buena. No soy guipuzcoana de nacimiento, pero sí por lo feliz y a gusto que estoy aquí.

Vino para hacer el proyecto de fin de carrera.

Estudié Ingeniería Química en Zaragoza y el proyecto de fin de carrera lo hice en una empresa en Miramon. Entonces no tenía ningún vínculo aquí y mi idea era terminar la carrera y volver. Pero después de pasar aquí unos meses estaba muy bien en el entorno que me había construido y quería quedarme. Comencé un doctorado en la Universidad de Mondragon, luego empecé a trabajar y hasta hoy.

Ha vivido el atletismo desde que era pequeña.

Sí, me apunté a atletismo por mi hermana mayor, Marta, que desde pequeña destacó. Como ella iba a atletismo, nos apuntaron a mí y a mi hermana pequeña. Yo jugaba también a fútbol y compaginaba ambos deportes como hobby, pero luego llegó un momento en el que me fue enganchando correr, dejé el fútbol y me centré en el atletismo. Así que se podría decir que, salvo algún momento, llevo toda la vida haciendo atletismo.

Llega la Behobia. Ha sido cuarta y segunda. Ahora le hemos colocado el cartel de favorita. ¿Usted también se siente así?

Aunque no quiera verme... es imposible no meterme esa presión con lo que se dice. Es verdad que ganar es lo que queda, el siguiente paso. Me siento feliz de poder estar entre las favoritas, eso ya es un premio y a ver si consigo ponerle la guinda y realmente ganar. Me haría muy feliz.

¿Llega bien?

Creo que sí. Sí que es verdad que hay mucha gente con resfriados y estoy un poco tocadilla, pero para el domingo estaré recuperada. En cuanto a entrenamientos, estoy bien.

¿Los 20 kilómetros o la media maratón son las distancias que mejor le vienen?

He hecho de todo, he tocado todas las distancias, empezando por los 3.000 o los 5.000 metros. Desde el año pasado veo que me adapto mejor a distancias largas y me centré más en los 10.000 metros y la media maratón. Los 20 kilómetros son la distancia que estoy preparando ahora.

Su pareja, Xabier Lukin, también es un atleta amateur de alto nivel. Supongo que eso facilita las cosas a la hora de dedicarle tanto tiempo al deporte.

Desde luego. Es un deporte que requiere mucho tiempo y esfuerzo. Pese a no ser profesional, le dedicas mucho tiempo y tu vida gira en torno a los entrenamientos y las competiciones. Si la persona con la que compartes tu vida no lo entiende, sería mucho más complicado. En nuestro caso lo compartimos, lo disfrutamos y podemos entrenar en compañía. Todo a favor.

¿Cómo es su día a día? ¿Cómo compagina el trabajo y los entrenamientos?

Entreno seis días a la semana normalmente, siempre a las tardes porque a las mañanas trabajo. También voy al euskaltegi, lo que me quita un poco de tiempo. Entreno en grupo tres días a la semana en Anoeta, y tres días más con mi pareja. Es mucha dedicación, son seis días y seguramente voy a tener que meter más horas porque voy a empezar a preparar la maratón. Todavía no he empezado. Cuando pase la Behobia empezaré la preparación específica. Me tocará meter todavía más horas que ahora.

¿Es un proceso natural ir a distancias más largas?

Desde joven me he visto cómoda con distancias largas. Vas perdiendo igual esa chispa y no sé cuánto tiempo más podré entrenar a este nivel. Me gustaría poder terminar esta etapa atlética con un triunfo el domingo en la Behobia y algún buen resultado en maratón. Sería como poner la guinda a una trayectoria atlética desde chiquitita.

¿Qué supone la Behobia-San Sebastián en su trayectoria?

Se considera una prueba popular, pero yo no la veo así aunque haya hecho pista, cross o campeonatos. y Desde que llegué aquí y la disputé, para mí ha sido como un monumento más de la ciudad, forma parte de la cultura de aquí. Sea popular o no, es un hito importante para la gente de aquí y para mí supone un lujo ir corriendo desde Behobia hasta Donostia, con tanta gente animándote. Esa sensación no se puede vivir en otro sitio. Para mí es una carrera muy importante.