HELVETIA ANAITASUNA Juan Bar; Edu Fernández (2), Ibai Meoki (5), Aitor García (1), Carlos Chocarro, Mikel Redondo (4), Nico Bonanno (1) -equipo inicial- Iñaki Martínez (ps), Juan del Arco (12), Alvaro Gastón, Antonio Bazán (2), Jorge Martín (1), Xabier Etxeberria, Héctor González, Arthur Pereira (4,1p) y Adrián Ortiz.

BIDASOA IRUN Xoan Ledo; Mikel Zabala (2), Kauldi Odriozola (6), Julen Aginagalde (2), Rodrigo Salinas (4, 1p), Jon Azkue (5, 1p), Víctor Rodríguez (4) -equipo inicial- J.M. Sierra (ps), I. Cavero (2, 1p), Ander Ugarte (1), Tom Tesoriere, Matheus da Silva, Dariel García (1), Adrián Fernández (6), Gorka Nieto (2) y Julen Mujika.

Marcador 2-2, 3-4, 6-7, 9-10, 13-12, 17-15 (descanso), 19-17-21-21, 23-25, 25-27, 28-31, 32-35.

Árbitros Macías de Paz y Ruiz Vergara (comité andaluz). Exclusiones de Gastón, Aitor García (2), Bazán, por los navarros; Tesoriere, Cavero, Zabala y Azkue, por los visitantes.

Incidencias Primer partido de la segunda vuelta de la liga Asobal.

Se reanudaba la liga Asobal con un clásico. Anaitasuna y Bidasoa recuperaban el pulso después de superar con autoridad los respectivos partidos de Copa. Mientras los irundarras lograban una renta de siete goles ante el Benidorm, los navarros lograban un contundente resultado en Valladolid. Antes de afrontar los encuentros de vuelta, ambos equipos dirimían las cuitas habituales de los derbis en el pabellón Anaitasuna. Se esperaba un partido igualado como viene sucediendo en las últimas confrontaciones. Esa constante se mantuvo a lo largo de los sesenta minutos y solo en el tramo final los de Artaleku consiguieron inclinar la balanza a su favor (32-35). No sin esfuerzo, porque al descanso perdían. Con esta victoria, el Bidasoa recupera la segunda posición en la liga Asobal, con dos encuentros menos que la mayoría de sus perseguidores.

El comienzo del partido fue de cocción lenta, con ataques largos, firmeza defensiva y bastante respeto. Aparecieron algunos de los brotes verdes en cada conjunto. Juan del Arco encontraba con demasiada facilidad la portería amarilla. No conseguían evitar que muchos de sus lanzamientos se tradujeran el gol. Siete de los 17 tantos que su equipo logró en el primer periodo llevaban su firma. Daba la sensación de que el Anaitasuna atacaba con más facilidad que el Bidasoa, al que le costaba mucho generar espacios en un consistente 6-0 y decidir ante la meta del argentino Juan Bar. Procesos largos que conllevaron malas selecciones de tiro y pérdidas de balón que le penalizaron. Por dos veces logró dos goles de ventaja (8-10, 10-12), pero las perdió encajando un parcial de 4-0 (14-12) desde el que los navarros se fueron al descanso con mejores sensaciones que los de Cuétara.

Reanudado el juego, dos goles más para el central-lateral y un penalti de Pereira que se estrelló en el poste de la meta de Ledo no apuntaban a un cambio sustancial del marchamo de la contienda. Fue a partir de entonces cuando el Bidasoa entró en una dinámica de mejora en las dos áreas. En cinco minutos dio la vuelta al tanteo, pasando de un 19-17 desfavorable a llevar ventaja de un gol (20-21). Estábamos ante un panorama diferente y con todas las incógnitas por despejar, aunque la tendencia permitía un punto de optimismo superior al del tramo final de la primera mitad, tal y como iban las cosas.

Mikel Zabala culminaba una jugada que suponía ampliar la brecha a dos dianas (21-23). Restaba mucho para el final y nadie escatimaba decisiones. Los dos técnicos movieron a los metas, con turno para Iñaki Martínez y José Manuel Sierra que salieron desde el banquillo. El onubense logró detener dos balones en momentos trascendentales para la suerte final y el Bidasoa los aprovechó en el ataque con jugadas de Adrián Fernández y Víctor Rodríguez cuyos remates situaban el tanteo (28-31) con tres de ventaja a cinco minutos del final. La primera línea que, en el primer periodo no conseguía situaciones buenas de lanzamiento, en la segunda fue decisiva.

La tila estaba preparada pero no hizo falta, porque los irundarras supieron gestionar esos minutos con acierto. Después de muchos minutos en los que el conjunto de Quique Domínguez creyó en la victoria, sus ilusiones se difuminaron en la medida que crecían las de su rival. Los de Cuétara llegaron mejor al final, jugaron sus cartas con acierto y se llevaron la victoria para felicidad de los seguidores que le acompañaron. Como no hay tiempo para respiros, lo inmediato lleva al equipo hasta Benidorm para jugar la vuelta de la eliminatoria copera y el fin de semana llega a Artaleku un sorprendente Frigoríficos Morrazo-Cangas.

El siguiente rival del Bidasoa será el Benidorm en la vuelta de la eliminatoria copera, y después el Morrazo visitará Artaleku