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La Federación Guipuzcoana de Deportes de Invierno ha tenido en torno de 220 licencias en los últimos años, aunque muchos aficionados guipuzcoanos se inscriben en las asociaciones de Aragón o Catalunya. La entidad acoge disciplinas de lo más variadas que se practican sobre hielo -como hockey, patinaje y curling-, y sobre nieve -como esquí de fondo, esquí alpino, snowboard, freeski o mushing, entre otros-.
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Los Juegos Olímpicos de Verano han contado con la presencia de cerca de 165 deportistas guipuzcoanos repartidos en 22 ediciones. En la cita olímpico invernal, sin embargo, solo han participado diez representantes del territorio desde que Darío Villalba inauguró esta lista en 1956. Tanto para Lucas Eguibar como para Imanol Rojo, los Juegos de Beijing supondrán su tercera participación en un torneo olímpico. Iker Fernández también compitió en tres ediciones.
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La única mujer guipuzcoana que ha logrado participar en unos Juegos de Invierno ha sido Silvia del Rincón (Donostia, 1971). Componente del equipo de esquí alpino, participó en los Juegos de Albertville, en 1992, en dos modalidades. Obtuvo el puesto 26 en el gigante y el 23 en el slalom.
7º
La mejor posición de un guipuzcoano en unos Juegos de Invierno la obtuvo Lucas Eguibar en Sochi, en 2014, cuando obtuvo la séptima plaza en la prueba de snowboard.
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Los diez deportistas guipuzcoanos que han competido en unos Juegos de Invierno han participado hasta el momento en nueve ediciones: 1956, 1968, 1992, 1998, 2002, 2006, 2010, 2014 y 2018.
NombreLugar/Fecha de nacimientoModalidadResultado
Cortina d'Ampezzo 1956
Grenoble 1968
Albertville 1992
Nagano 1998
Salt Lake City 2002
Turín 2006
Vancouver 2010
Sochi 2014
Pyeongchang 2018
Beijing 2022
- El deporte guipuzcoano volverá a estar representado en unos Juegos de Invierno en la edición que se celebrará en Beijing a partir del viernes de la semana que viene. La presencia del donostiarra Lucas Eguibar y del tolosarra Imanol Rojo convertirá esta cita en el décimo torneo olímpico sobre hielo con representantes del territorio.
Los Juegos Olímpicos de la era moderna se estrenaron en 1896, y los Juegos de Invierno se disputaron por primera vez en 1924 para dar cabida a todos aquellos deportes que se practicaban sobre hielo y nieve. Desde entonces se han celebrado ya 23 ediciones de esta competición, y el deporte guipuzcoano ha estado presente en nueve de estos eventos por medio de diez deportistas. Desde 1998, además, siempre ha habido algún representante del territorio en esta cita.
Hubo que esperar hasta la séptima edición de los Juegos de Invierno, en Cortina d'Ampezzo, en 1956, para ver competir a un deportista guipuzcoano, Darío Villalba (Donostia, 1939). Hijo de un diplomático, con once años aprendió a patinar en Estados Unidos y pronto destacó en esta modalidad. Al volver a la península, no encontró instalaciones adecuadas para entrenarse, ya que "solo había una pista de hielo pequeña en una sala de fiestas". Aún así, con 16 años, Villalba se convirtió en el primer olímpico del Estado en una prueba de patinaje artístico. Su carrera deportiva no se prolongó mucho más, y con el paso del tiempo Villalba se convirtió en un destacado fotógrafo y pintor, que obtuvo, entre otros reconocimientos, la Medalla al Mérito de las Bellas Artes y el Premio Nacional de Artes Plásticas.
El siguiente deportista nacido en Gipuzkoa que compitió en unos Juegos de Invierno fue Luis Omedes, que participó en la prueba de luge en 1968. No fue aquella su primera experiencia olímpica. Y es que Omedes tiene el honor de ser el único representante del Estado que ha competido en los Juegos Olímpicos de Verano y de Invierno.
Omedes nació en Donostia en 1938, en el seno de una familia catalana muy vinculada al deporte, que residía en la capital guipuzcoana ante las dificultades de regresar a Catalunya en plena Guerra Civil. En 1952, con tan solo 14 años, fue el abanderado de España en los Juegos de Helsinki, donde ejerció como timonel en una de las pruebas de remo. Su hermano Juan también compitió en Finlandia, y su padre Luis fue olímpico en 1924.
16 años después de los Juegos de Helsinki, Omedes participó en los Juegos de Invierno de Grenoble. Aficionado a todo tipo de deportes, acudió a la llamada del Comité Olímpico Español para promocionar el luge, y acabó compitiendo en esta disciplina, con resultados discretos.
La única mujer guipuzcoana que ha podido competir hasta el momento en unos Juegos de Invierno ha sido Silvia del Rincón. La donostiarra participó en el gigante y en el slalom de Albertville, en 1992, en la última ocasión en el que los Juegos de Invierno y de Verano coincidieron en un mismo año.
La presencia guipuzcoana en los Juegos de Invierno se consolida en 1998, en Nagano. Por primera vez, el territorio contó con dos representantes en una misma edición. Iker Fernández inició en Japón la primera de sus tres participaciones olímpicas en los torneos de snowboard, dentro de la modalidad de half pipe. También el fondista Haritz Zunzunegui estuvo en Nagano, aunque el tolosarra finalizó su participación con un sabor amargo al no completar la prueba de los 50 kilómetros.
Fernández y Zunzunegui repitieron presencia en Salt Lake City, en 2002. Fernández, además, tuvo el honor de ejercer de abanderado de la selección española en estos Juegos, mientras que la actuación del tolosarra se vio eclipsada por el escándalo ocasionado por el dopaje del también fondista Johann Mühlegg. El donostiarra volvió a competir en Turín, en 2006, acompañado en esta ocasión por el zarauztarra Ibon Idigoras, que participó en snowboard cross.
En Vancouver, en 2006, Paul De la Cuesta tomó el testigo de Silvia del Rincón con el esquí alpino. El donostiarra repitió presencia en los Juegos de Sochi de 2014, donde se estrenaron Lucas Eguibar e Imanol Rojo. Hace cuatro años, fue el patinador Felipe Montoya, guipuzcoano de adopción, quien estuvo junto a ellos en Pyeongchang. En Beijing, Eguibar y Rojo igualarán las tres participaciones de Iker Fernández en unos Juegos de Invierno. El donostiarra y el tolosarra ya han hecho historia con su mera presencia, y tratarán de que sus resultados también sean históricos.
