- ¿Cuál es su valoración de esta nueva edición de la Behobia-San Sebastián?

-Yo creo que ha sido una de las mejores en lo que al tema organizativo se refiere. Funcionó todo muy bien, aunque ha costado porque había mucha gente desmovilizada con el parón, pero el comportamiento ha sido muy bueno.

Hablando con los atletas al término de la carrera, reflejaban las ganas que había de correr...

-Había ganas de disfrutar, de normalidad, en definitiva, de volver. Estamos muy agradecidos porque esperábamos menos gente. En todas las carreras está bajando mucho el porcentaje relativo a la inscripción. La verdad es que no pensábamos llegar a 20.000 atletas. Y eso nos alegró mucho. Está bien que la gente se haya animado. Se nota, organizativamente hablando, que al bajar de cantidad de participantes, y estirar más esa cantidad en el tiempo, adelantando la salida, todo era como mucho más fácil, más sencillo, casi hasta demasiado. Hay algunos planos muy buenos gracias a los drones, en los que se veía que había espacios muy grandes entre los participantes.

¿Qué es lo que más ha costado organizativamente hablando?

-Llegar bien a todo. Como hemos andado con menos tiempo, ha sido más una carrera de medio fondo que de fondo. Cuesta llegar bien. Desde fuera no se ve todo lo que entraña la organización, cada grupo que tienes, cada empresa de servicios, cada patrocinador; para cada elemento que tiene la carrera necesitas de, incluso, hasta cuatro contactos para hacerlo bien, reuniones, y no ha dado tiempo a hacer el número ideal de contactos. Es mejor hacerlo en persona y ha habido que hacerlo telefónicamente o telemáticamente, por falta de tiempo. Y eso tensaba más la situación pero, a la vez, estamos muy contentos y agradecidos a todo el mundo porque la respuesta ha sido muy buena, en lo tocante a la entrega por la carrera y a hacer más de lo que le tocaba a cada uno.

¿Ha habido algún momento en el que pensaron que no se iba a poder celebrar la prueba?

-La verdad es que no. La bajada de casos de covid era más que evidente y se estaban completando las vacunaciones con unos porcentajes muy altos. Se estaba notando en los datos y, en ese sentido, respirábamos aliviados y estábamos seguros, aunque ahora, a última hora, estábamos empezando otra vez a dudar, pero ya estaba muy encima la carrera. Por lo tanto, ha sido genial porque, de esta forma, hemos estado todos más tranquilos y no ha habido ningún sobresalto.

¿Qué ha supuesto para la carrera la victoria de un guipuzcoano 27 años después?

-Ha sido muy bonito para nosotros como club, que hemos defendido este modelo participativo, de carrera popular, no destinado, salvo algunos detalles, a la elite. Ha sido muy bonito que alguien como Eneko (Agirrezabal), que lleva mucho tiempo en el atletismo popular, tenga este premio. Consideramos que es una buena señal. Estábamos ansiando que lo consiguiera Iraitz Arrospide, que en la edición de 2019 fue segundo, y que es del mismo perfil... que un guipuzcoano cogiese el relevo de Diego García. Y por fin se ha dado este año, con emoción, con una carrera disputada, vistosa. Ha sido muy bonito.

Como aspecto negativo, las dos paradas cardiorrespiratorias...

-Yo diría que es un aspecto positivo, en el sentido de que lo que está en nuestra mano se ha hecho y se ha hecho con nota, con sobresaliente, como en otras ocasiones. Cuando surge un caso, el dispositivo sanitario vía Cruz Roja, DYA y Osakidetza, que hace toda la coordinación del dispositivo a nivel de traslados, ha hecho lo que tenía que hacer, ofreciendo una respuesta rápida, mucho más rápida de lo que se pueda dar en la vida normal. Es lo positivo. En estos casos hay que actuar, se ha hecho y muy bien porque se ha conseguido sacarles de las paradas, que es el objetivo principal en estos casos.

¿Con ganas de que llegue la del año que viene?

Sí, estamos con ganas de que llegue una edición en la que podamos planificar. Estar en enero y poder pensar: ¿Qué vamos a hacer en noviembre? Esas son las ganas que tenemos, pero el virus no te lo permite. Siempre hay esa incertidumbre de cómo vas a estar mes a mes, semana a semana y te coarta toda posibilidad.

Lleva en la organización desde el año 2002. Echa la vista atrás y ¿da vértigo todo lo que ha vivido?

-Vértigo no. Da satisfacción de que se aprende un montón. Todo esto es mucho más complejo de lo que parece. Estás en contacto con un montón de profesionales. Tienes que saber de informática, de logística, de seguridad, de tráfico, de temas sanitarios, publicitarios, de patrocinio, de marketing, de deporte... Tienes que saber un montón de todo. No hay que olvidar que ha habido rechazo de la carrera por parte de las autoridades, ha habido años como en el 95 en el que la carrera crecía y eso molestaba mucho a un sector. Para el que participaba, muy bien, pero al que lo sufría, no le gustaba, y no nos daban permisos para que se celebrara la carrera. Se ponía en tela de juicio el crecimiento. Los últimos años la coordinación ha mejorado muchísimo.

¿Qué es lo que le gustaría conseguir con la Behobia? ¿O ya han conseguido lo que querían?

-Bueno... Me gustaría una Behobia perfecta, en la que no fallara nada. Eso sería lo ideal, pero... Hay que seguir en esta línea, que lo que hacemos en el club se difunda, tenga reflejo social, que participe más toda la sociedad, sin distinción... Que se siga disfrutando con la carrera más que con la competición.