Bilbao - La pelota está de luto, triste y desolada tras el fallecimiento a los 85 años de edad del mítico pelotari vizcaino Jesús García Ariño (Axpe, Atxondo, 1-VII-1934) a causa de un infarto. Solo la satisfacción y el orgullo de haber podido disfrutar de su figura en las canchas alivia la profunda desazón que provoca la pérdida de un gigante que besó la gloria por partida doble en el Manomanista (1957 y 1963) para convertirse, además, en el primer campeón vizcaino. Su huella, imborrable, corresponde a la de un hombre que amaba la pelota y el deporte y que hizo de los frontones un modo de vida, pues jugó a pelota desde chaval para debutar en profesionales un 25 de enero de 1953 en el frontón municipal de Bergara, donde comenzó una carrera que culminó con su retirada en 1979.

Jesús, el mayor de cinco hermanos, de los cuales tres se han dedicado a jugar a pelota a mano a gran nivel, siempre fue considerado como un auténtico artista en los cuadros alegres, que sonreían cuando albergaban sus golpes, llenos de pegada, pero también de destreza al ser un amante de los ganchos, las dos paredes y las cortadas. Ahí era, no en vano, donde buscaba imponer su ingenio y calidad el I de los García Ariño, uno de los pocos que entraban a la pelota de aire junto con Ogueta a fin de acelerar el juego y consumar jugadas impropias de la época que fascinaban al público. - A.A.