Erik Jaka y José Javier Zabaleta no tuvieron piedad en el frontón Municipal de Bergara. Lucieron al estilo jacobino: ¡Zas! ¡Que rueden las cabezas! Monarcas de la guillotina, derrocaron a Iker Irribarria y Beñat Rezusta, campeones del Campeonato de Parejas de 2016 y nombrados por muchos como unos de los principales favoritos al triunfo final, en un ejercicio de perfección en todas las facetas. Zabaleta ensayó la tormenta perfecta con su estiloso trabajo en los cuadros largos, arrasando a su rival en la zaga, incómodo en un tajo a contrapelo, sufriente, desmadejado. Jaka apuntilló sus oportunidades e Irribarria, indolente, no pudo contrarrestar el dominio. Fallones los colorados, sobre todo en una segunda mitad de partido en la que estaba ya todo el pescado vendido, Jaka dio un golpe en la mesa de los delanteros de Aspe. ¡Aquí estoy yo! Erik sacó brillo a un remate de aire exquisito y violento, capaz de desatascar los pocos momentos de incertidumbre; además, demostró un compromiso ciego con un zaguero con el que lleva entrenando semanas y que está a un nivel sensacional.

Ocurre que los azules, la conjunción perfecta de hoz y martillo, borraron del escenario bergararra a Irribarria-Rezusta. No hubo ni emoción ni pimienta. Solo un color. Un paseo militar. Una superioridad absoluta. Política de tierra quemada. Filo doble. Ni Iker ni Beñat encontraron el camino para dar la vuelta al marcador, que se cebó con ellos en el inicio del Campeonato de Parejas. Encajaron un resultado abultadísimo (5-22) y las sensaciones fueron malas: un borrón, un nubarrón, una caída al abismo. Eso sí, el camino que queda por delante aún es largo, pues el Parejas acaba de empezar, y todavía hay muchas opciones de recuperación. Más todavía con las características de juego de los dos guipuzcoanos de Aspe, pegadores impenitentes.

Ayer naufragaron sin remisión. Dos errores de Irribarria abrieron la brecha de un partido que se deshilachó en apenas 308 pelotazos, muy poco, más todavía comparado con el maratón del sábado en Iruñea, en el que se triplicó el tajo en un 22-21 marcado por la agonía. Jaka y Zabaleta necesitaron apenas 40 minutos para conquistar Bergara y jugar a la ouija con el bando colorado. El choque entre pegadores en la zaga quedó desdibujado. Fue un amago que apenas duró los primeros compases de la contienda, dirimidos, a decir verdad, a bastante ritmo. Un error de Zabaleta cambió el signo por un momento, pero Jaka afinó la zurda para poner el 1-3. El 2-3 fue obra de Irribarria, su único tanto en juego en todo el partido, romo en ataque, superado por un rival más efectivo y asentado.

Una tacada de siete tantos azules fue el bisturí que diseccionó el partido, que quedó visto para sentencia demasiado pronto. Ese tramo, excepcional Jaka y tremendo Zabaleta, rompió la contienda y quemó cualquier tipo de revolución colorada. Si bien Rezusta es un zaguero que falla poco, terminó por acusar el vaivén del partido en un final en el que se le cayeron demasiados zurdazos. Irribarria, por su parte, mudo en ataque, no encontró fisuras ante una combinación de afiladísima. Solo un yerro de Zabaleta rompió la dinámica (3-10) hasta el 3-16. Después, únicamente un par de fallos de Jaka en el remate engordaron el botín colorado. El de Lizartza y el de Etxarren comienzan muy fuerte el Parejas. Cuidado.