“O eres Evenepoel o, como nosotros, te adaptas a la elite paso a paso”

orio - Se trata de un secreto a voces. El proyecto de la Fundación Euskadi está a las puertas de anunciar su ascenso en 2020 a la segunda división del ciclismo, la categoría Continental Profesional. Sin embargo, Mikel Alonso (Urnieta, 1996) y Jokin Aranburu (Zarautz, 1997), los dos corredores guipuzcoanos de la escuadra naranja, no quieren mirar más allá de la próxima Vuelta a Burgos. Dicen que seguir en el equipo y aprovechar su hipotético salto pasa por aportar rendimiento inmediato.

Lo primero de todo... ¿Les dicen algo sus jefes de cara a la temporada que viene?

-Mikel Alonso: Nosotros no sabemos nada. Solo lo que leemos en la prensa. Los directores nos han dicho que estemos centrados en lo nuestro, en entrenar y en competir.

-Jokin Aranburu: Se oyen rumores, se publican noticias... Estamos al tanto de todo. Pero a día de hoy no hay nada oficial, y con eso nos tenemos que quedar. Además, el futuro del proyecto es una cosa, y el nuestro otra distinta. No miramos a la próxima temporada, solo miramos al presente, que en mi caso pasa por el Europeo y la Vuelta a Burgos. Al fin y al cabo, los contratos hay que ganárselos en la carretera.

¿Y cómo va lo de hacer méritos en carrera? Vienen de ser protagonistas en Ordizia y Getxo.

-M.A.: Creo que los dos llevamos una buena temporada en general, no es que solo se nos haya visto en estas dos últimas semanas. Es cierto que a mí me costó arrancar este año, por culpa de una caída y por unos problemas que tuve en la rodilla. Pero estoy satisfecho de cómo van las cosas. ¿Ordizia? Fue un día bonito para mí, entrando en la escapada en la carrera de casa, con los amigos en la cuneta. Soy un ciclista rápido pero, en pruebas de perfil tan quebrado, dejarse ver pasa por meterse en la fuga.

-J.A.: Es una de las cosas que más estoy notando del paso a profesionales. O eres Evenepoel y ganas carreras a las primeras de cambio, o debes adaptarte poco a poco al pelotón profesional. Si el año pasado en aficionados quería lograr victorias, tenía que andar para arriba sí o sí, en los puertos y en las subidas. Pero ahora, como decía Mikel, el protagonismo implica meterse en escapadas. Estoy contento porque ya he entrado en cinco.

Gracias a la fuga de Ordizia, Alonso se llevó las metas volantes. Gracias a la de Getxo, usted ganó la montaña.

-J.A.: Había que subir al podio sí o sí. El objetivo siempre es ganar, y en Getxo también lo intentamos. Una vez que concluyó la escapada, yo mismo trabajé lo que pude para Mikel, que terminó séptimo. Lo que pasa es que somos conscientes de que las victorias están caras. En mi caso, para subir al podio solo tenía la montaña, y cada vez que veía la pancarta apretaba como si la carrera terminara ahí arriba.

Me hablan de cómo están teniendo que adaptarse, en sus inicios, al pelotón profesional. ¿Qué opinan de la triunfal irrupción en el primer nivel de ciclistas de su misma edad o más jóvenes aún? El propio Evenepoel, Egan Bernal, Pogacar...

-J.A.: Bueno, cada ciclista tiene sus procesos. Es verdad que últimamente sale gente muy joven que rinde muy bien nada más dar el salto. Pero seguro que también hay ciclistas de progresión más tardía, a los que ahora pocos conocen y que en un futuro plantarán cara a todos esos.

-M.A.: Tampoco creo que nos tengamos que comparar con ellos. Al final, los ciclistas de aquí tenemos nuestro recorrido, nuestro calendario, y eso hace que los tiempos que manejamos sean otros.

¿Se refiere al circuito vasco-navarro de categoría amateur? Euskaldun, Lehendakari, Bidasoa...

-J.A.: Se trata de una etapa que quizás se salten en otros sitios. Aquí, mientras, el proceso de maduración de un ciclista es, digamos, más natural, más progresivo. Corres en juveniles. Luego tienes tus cuatro años como sub-23, con muchas carreras para disputar cerca de casa. Y si durante el camino te ganas el salto a profesionales, pues maravilloso.

Ustedes han dado ese paso gracias a la Fundación. Ahí están Murias y Caja Rural. Y ahora el Lizarte anuncia un equipo Continental.

-M.A.: Parece que cada vez hay más empresas que apuestan por el ciclismo, y eso siempre es positivo. Cuantos más equipos, más plazas en el pelotón y más opciones para pasar a profesionales.

-J.A.: Yo creo que, más que mejorando, estamos regresando a la normalidad. Dejamos atrás una etapa muy negativa, durante la que en Euskadi no había casi salida para los amateurs. Pero, si te fijas en cómo estaban las cosas hace ocho años, verás que teníamos varias opciones de equipos profesionales en el entorno.

¿Dan prioridad a seguir vistiendo de naranja en un futuro?

-M.A.: Está claro. La Fundación Euskadi es la que nos ha dado a ambos la oportunidad de pasar desde aficionados.

-J.A.: Opino como Mikel. Él subió desde la estructura de la propia Fundación. Y yo desde el Goierriko Ampo, actual Laboral Kutxa, que es filial. Pero ya te lo decía al principio... Independientemente de cuál sea el futuro del equipo, a nosotros nos toca ganarnos seguir en él.

¿Con qué calendario?

-J.A.: Corro el sábado el Europeo sub-23 en Holanda. Y luego la Vuelta a Burgos ¿El Mundial de septiembre? Todavía no lo sé.

-M.A.: Yo soy un año mayor, así que solo me queda Burgos. Y a ver si nos sale alguna carrera más por ahí.