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Danel sufre, Danel ruge

El delantero de zaratamo completa las semifinales del Manomanista de la LEP.M al superar a Peio Etxeberria en Tolosa y buscará la final ante Iker Irribarria en el astelena

Danel sufre, Danel rugeRuben Plaza

Donostia - “Como ya dije el año pasado, no me considero un pelotari manomanista”, dijo Danel Elezkano ayer en la contracancha del Beotibar de Tolosa. El de Zaratamo, que estará por segundo año consecutivo en las semifinales del mano a mano, el campeonato más importante del curso manista, no termina de verse en el perfil del duelista en toda la cancha. Pero funciona. Es pelotari hasta el tuétano. Y eso es algo que no se compra con dinero ni con esfuerzo. Hay intangibles cosidos en el ADN, atados a la cadena genética, que solo afloran cuando desde niño se vive en las paredes de un frontón y se come, se respira, se sueña y se vive pelota. Hay cosas que sobreviven al paso del tiempo y viven en la raíz de la especialidad. El zaratamoztarra sufrió en su estreno como cabeza de serie ante Peio Etxeberria, desencadenado en la búsqueda del partido, pero también ganó. Lo hizo anclado en una primera parte en la que aguantó el ritmo endiablado de su rival como pudo. Eso sí, Danel siempre comandó el luminoso.

El de Zenotz, apóstol del espectáculo, un amasijo de nervio y remate, se ató a la hoja de ruta que ya trazó ante Beñat Rezusta y tan buen resultado le dio. Pero Danel supo nadar y guardar la ropa. Y resurgir en medio del partido.

Ocurre que, si bien no comenzó inspirado en el primer disparo, Elezkano II mejoró a mitad de choque. De hecho, después de un acercamiento muy peligroso de Peio Etxeberria, que se colocó 13-12 desde el 13-8, comenzó el despegue de Danel. Fue tras un yerro del navarro, que dominó, pegó y su pelotazo nervioso acabó por besar el colchón lateral del Beotibar. A raíz de ese instante, Elezkano II mejoró la base, el saque, y pudo acertar. Peio, inmerso en el arrebatado ciclón de su juego, no vio la cara. Su patrón, centrado en una velocidad espídica, tiene riesgos. Coleccionó cruces. Mal asunto. Muchos regalos (doce). Una losa a largo plazo. En el todo o nada, la vida se cuenta por aciertos. En la segunda mitad del partido del Beotibar, a Peio Etxeberria se le apagó la luz y su contrincante no perdonó.

La cuestión es que las dudas de los primeros compases desaparecieron y Danel aportó a la última eliminatoria de cuartos de final la solidez que le faltó a Peio, que tropezó en el cable del funambulista. En un encuentro debatido en los cuadros alegres, el delantero campeón del Parejas se quitó las dudas del estreno con buen final de fiesta. Tuvo oficio. Tuvo seriedad. Quizás no fue el mejor Elezkano II, pero sí que tiró de solvencia. Su rival únicamente pudo romper la tendencia con un zurdazo. Iban 20-12 y era tarde. Danel no perdonó. Sufrir. Rugir. Ganar. 22-13. El vizcaino se enfrentará a Iker Irribarria el 19 de mayo en el Astelena de Eibar en busca de la final del Manomanista de la LEP.M.

Darío, semifinalista de segunda Por otro lado, Darío Gómez se clasificó ayer para las semifinales del Manomanista de Segunda con holgura. El delantero de Ezcaray superó con facilidad a Jon Erasun, al que venció por la vía rápida (22-5). El golpe del riojano fue clave.