Delteco GBC72

Andorra84

DELTECO GBC Dani Pérez (2), Nevels (7), Salvó (2), Burjanadze (16), Sekulic (27) -cinco inicial- Rebec (2), Zeisloft (8), Van Lacke (2), Corbacho (0), Bobrov (2) y Barro (4).

MORABANC ANDORRA Albicy (4), Shurna (12), Jelinek (7), Ennis (2), Jerome Jordan (12) -cinco inicial- Rafa Luz (19), Upshaw (8), Sané (5) y Vitali (15).

Parciales 21-16, 14-28, 18-23 y 19-17.

Árbitros Sánchez, Torres.

Incidencias 3.502 espectadores en Illunbe, según cifras oficiales.

donostia - Se pinchó el globo de la ilusión en Illunbe. No es aún un revés definitivo, porque tres de los cuatro siguientes partidos son en casa y el Delteco GBC aún tendrá opciones de engancharse a la pelea por la permanencia, pero la derrota encajada ayer contra el Andorra por un contundente 72-84 supone un serio paso atrás para el conjunto guipuzcoano, que afrontaba el choque con la moral por las nubes después de dos victorias consecutivas pero que se llevó un duro sopapo de realidad ante un rival que fue mucho mejor. El resultado le deja a dos triunfos de los equipos que le preceden en la tabla a falta de lo que suceda en el Fuenlabrada-UCAM Murcia de ayer, aunque la jornada ya es muy mala para los intereses del GBC, ya que ayer ganaron el Breogán y el Gran Canaria.

Era el día señalado para dar un golpe en la mesa, enlazar tres victorias y confirmarse de verdad como un aspirante a continuar en la ACB, pero el equipo no estuvo a la altura, ya que se mostró irregular y acusó sus habituales problemas en la anotación, sobre todo en su línea exterior. Las únicas referencias fiables fueron sus dos interiores titulares, Sekulic y Burjanadze. Entre los dos anotaron 43 puntos. Los demás apenas aparecieron. Dani Pérez y Rebec fueron ampliamente superados por la dupla de bases rivales, Rafa Luz y Albicy, Nevels estuvo fallón y los tiradores no tuvieron el día: Zeisloft metió un triple y Corbacho, ninguno. La estadística en tiros de tres fue demoledora: el equipo de Valdeolmillos tiró 20 y solo metió cuatro. Así es imposible ganar, y menos a un rival de play-off como es el Andorra, que hizo valer su superioridad en todas las facetas, destacando su exuberancia física.

El GBC mandó durante el primer cuarto basándose en el acierto de Sekulic y Burjanadze y marchaba por delante (21-16) en el minuto diez, pero el conjunto entrenado por Ibon Navarro fue poco a poco imponiéndose en defensa y encontrando sus posiciones en ataque. Tampoco estuvieron acertados los andorranos en el triple (7/25), pero en cambio anotaron con facilidad bajo el aro, ya fuera con penetraciones de Rafa Luz o con acciones de sus interiores, sobre todo un Jerome Jordan dominador. El 14-28 en el segundo cuarto dio la vuelta al marcador en el descanso (35-44) y ya marcó la dinámica de lo que sería el resto del choque. El inicio del tercer cuarto fue significativo. El Andorra saltó a la cancha con mayor determinación e intensidad, y en dos minutos amplió la renta hasta el 35-50. A partir de ahí fue un constante querer y no poder para los de Valdeolmillos, que bajaron los brazos demasiado pronto y nunca dieron la sensación de creer en la remontada.

Hubo algún fogonazo, sobre todo uno protagonizado por Zeisloft y Rebec, que situaron el 46-55 mediado el tercer cuarto. Quedaba tiempo para al menos intentarlo, pero el Andorra metió volvió a estirar el marcador (51-65). Cada tímido intento local era respondido por el cuadro visitante, sólido como una roca. El GBC trató de aferrarse a Sekulic, pero el pívot no daba más de sí y con sus 27 puntos no fue suficiente. El Andorra jugó a placer en el último cuarto, en el que llegó a tener hasta 18 puntos de ventaja. Lo maquilló ligeramente al final el Delteco GBC, cuyas sensaciones no fueron nada buenas. Volvió a ser ese equipo errático en ataque -es el peor anotador de la ACB- y esta vez la defensa tampoco estuvo al nivel exigido. El margen de error vuelve a ser mínimo para el equipo dirigido por Valdeolmillos. No queda otra que ganar el próximo sábado al Estudiantes, de nuevo en Illunbe, para al menos mantener la esperanza. Así será la recta final de liga para el GBC: cada victoria significará al menos seguir con vida, que no es poco; cada derrota supondrá un paso más hacia el descenso, cada día más cercano.liga acb