Mariezkurrena, una diestra de Primera

donostia - “Entrar en el Parejas ya era increíble para mí y empezar así es aún más grande. Estoy feliz”, declaraba ayer Jon Mariezkurrena al término de su primer partido en la competición más larga del curso manista. Y es que el zaguero de Berriozar fue reclutado para la gloria con solo cuatro meses en el campo profesional y demostró ayer que Asegarce acertó en su apuesta. Si bien arriesgada por la inexperiencia y la bisoñez del pelotari -19 años-, el rendimiento del navarro en el Beotibar de Tolosa llena de argumentos a los técnicos de la promotora bilbaina. Mariezkurrena ofreció una imagen soberbia y estuvo mandón con la derecha. Bien guiado por un imperial Iñaki Artola, maduro en la concepción del juego, Jon sacó el rodillo ante Ander Imaz, superado durante toda la contienda. El guardaespaldas, incluso, se atrevió a lanzar una dejada al ancho para desatascar el 9-15. Una delicia. Nervios de acero.

Iñaki Artola, por su parte, encendió a su compañero con una labor de veterano. El guipuzcoano exhibió galones, mantuvo la calma y trabajó a favor de corriente gracias al dominio inapelable de Mariezkurrena II sobre su homólogo, que llegó con dudas y terminó trasquilado. Después de un verano estupendo y un Cuatro y Medio en el que quedó apeado contra pronóstico en la previa, el delantero de Alegia maduró el triunfo, estableciendo la forja en los cuadros largos. Artola arropó a su zaguero y evitó entrar en el cuerpo a cuerpo con Oinatz Bengoetxea, que jugó a contracorriente, incómodo. Tuvo destellos el leitzarra, pero fueron estertores ante una combinación sin apenas fisuras. El veterano puntillero tiró de repertorio: probó a sacar del txoko para buscar la zurda de Mariezkurrena II, trató de exhibir habilidad a la contra, buscó el remate... Sin embargo, todo intento fue en vano. Sobre todo a raíz del 7-10, tras el que los jóvenes controlaron el luminoso con autoridad y tranquilizaron los nervios. Los azules se escaparon 7-14, 9-17 y 11-20. Demasiada tierra de por medio. Oinatz e Imaz no se recuperaron.

Yerto el camino colorado por el poder de los jóvenes, Artola reinó con sentido y madurez en los cuadros largos. Bengoetxea VI e Imaz naufragaron. Únicamente sumaron en el epílogo gracias a los errores azules. La pegada de Primera de Mariezkurrena asaeteó a Ander sin descanso y el de Oiartzun pagó los platos rotos de una combinación hipervitaminada. El de Berriozar fue el juez de la cita y Artola, el verdugo. A pesar de registrarse igualadas en el tercer y el cuarto cartón, el de Alegia y el de Berriozar jamás vieron peligrar su primer punto del Parejas.