Aimar desata un huracán en el Labrit
El de Goizueta y Albisu se estrenan con victoria en el Parejas frente a Urrutikoetxea-Aretxabaleta tras remontar un 12-20 que parecía definitivo
Duración: 77:54 minutos de juego.
Pelotazos a buena: 572.
Saques: 2 de Urrutikoetxea (tantos 2 y 15).
Faltas de saque: Ninguna.
Tantos en juego: 12 de Olaizola II, 3 de Albisu, 10 de Urrutikoetxea y 1 de Aretxabaleta.
Errores: 1 de Olaizola II, 7 de Albisu, 5 de Urrutikoetxea y 2 de Aretxabaleta.
Marcador: 0-1, 1-2, 1-3, 2-3, 2-4, 3-6, 3-7, 4-7, 5-12, 5-13, 6-17, 7-18, 8-18, 11-19, 12-19, 12-20, 13-20, 20-20, 21-21 y 22-21.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada del Campeonato de Parejas disputado en el Labrit de Iruñea. Buena entrada. En el primer encuentro de la tarde Agirre-Ibai Zabala ganaron a Víctor-Erasun (22-12).
Después de la victoria de Altuna III-Martija sobre Ezkurdia-Ladis Galarza el viernes en Amezketa (22-19), la segunda cita de la primera jornada del Parejas enfrentó ayer en el Labrit a Olaizola II-Albisu y Urrutikoetxea-Aretxabaleta, dos binomios que se fajaron con tesón de principio a fin en el frontón iruindarra en busca de un triunfo que hizo suyo la dupla colorada. Lo consiguió, en una auténtica batalla deportiva, mediante un 22-21 que dejó un inmejorable sabor de boca en los vencedores y una profunda decepción en la alianza vizcaina, que acarició la victoria tras verse en el marcador con un 12-20 a favor. Mandaban hasta entonces en la cancha el delantero de Zaratamo y el zaguero de Markina, inconmensurables durante gran parte del choque. Los pleitos, sin embargo, no acostumbran a cerrarse antes de tiempo. Menos aún si por el escenario asoma un mago con alma de gladiador como Olaizola II, quien cogió el truco al partido a tiempo para desesperación azul.
Urrutikoetxea, no en vano, había acumulado méritos suficientes hasta el 12-20 para salir a hombros del Labrit. También Aretxabaleta, inmenso en su lucha con Albisu en la larga distancia. Ambos se relamían ante la posibilidad de asestar un sonado golpe emocional al Parejas imponiéndose a quienes muchos consideraban y consideran los grandes favoritos a una Txapela que, visto lo visto ayer, habrá que sudar de lo lindo para poder abrazar. Bien lo saben los cuatro pelotaris que se vieron las caras en el Labrit, donde los asistentes disfrutaron de una espléndida tarde por el buen hacer de colorados y azules. Si diez tantos en juego y dos saques firmó Urrutikoetxea, con un total de doce concluyó el partido Aimar, que volvió a vestirse de mago en el tramo final del envite para dejar con un palmo de narices a sus rivales. El polémico tanto que cambió la dirección del encuentro para sorpresa generalizada, el 12-20, debió sacar algo indescifrable del interior del de Goizueta, que vio cómo Aretxabaleta respondía a una dejada tras el segundo bote y cómo la pareja vizcaina se adjudicaba finalmente el tanto.
huracán aimar Apenas protestó lo sucedido la dupla colorada, empujada contra las cuerdas, pero fue entonces cuando emergió la mejor versión de Olaizola II. Escoltado por un Albisu que no acabó de superar a Aretxabaleta, el delantero navarro sonrió después del error de Urrutikoetxea que ponía el 13-20 en el luminoso para firmar acto seguido seis tantos consecutivos que enviaron el partido hasta el 19-20. Para entonces, todo podía ocurrir. Urrutikoetxea y Aretxabaleta, aturdidos y desconcertados por el empuje de Aimar, regalaron el 20-20 y se jugaron el triunfo final a la ruleta rusa cuando escasos minutos antes se frotaban las manos.
El partido, sin embargo, se les hizo demasiado largo a ambos. Olaizola II, en modo huracán, hizo el 21-20 para dar la vuelta así a la contienda y solamente un clamoroso error de Albisu le obligó a retrasar la celebración de su enésima gesta. Con 21-21 en el marcador, todo quedaba abierto, pero la dinámica en la que había entrado el choque sonreía a colorados y daba la espalda a los vizcainos, que no aprovecharon el saque en el último y definitivo tanto. Quizás agarrotados y confundidos por el devenir de los acontecimientos, no pudieron definir el duelo a su favor hasta el punto de que fue el propio Aretxabaleta, después de firmar una enorme actuación a título individual, quien regaló el triunfo al enviar arriba la pelota. Terminó así un bello y sorprendente enfrentamiento que no hace sino ampliar la larga lista de éxitos de Olaizola II, que se mostró imparable en el Labrit.