pamplona - Jokin Altuna completó ayer la nómina de los cuatro pelotaris que disputarán las semifinales del Cuatro y Medio. El amezketarra, que se enfrentará a Oinatz Bengoetxea en las semifinales, llegó al cartón 22 a pesar de no demostrar un buen nivel. Sin embargo, la practicidad de su juego le bastó para llevarse la victoria ante un incapaz Víctor.
El riojano, que admitió tras el encuentro no haber llegado con buenas sensaciones -tuvo que recibir un masaje en el cuello antes del partido- a pesar de completar una de sus mejores semanas de entrenamiento, no presentó oposición al de Amezketa, al que solo le pudo hacer cuatro tantos a pesar de que tuvo oportunidad para hacer más, aunque cuando pudo terminar con todo a favor envió la pelota directamente a su rival, que adivinó siempre sus intenciones y le esperó para terminar con un pelotazo largo.
A pesar de lo abultado del resultado, Altuna no demostró estar al 100%n. El guipuzcoano tiró media decena de pelotas, algunas muy claras, y encajó tres saques restables. En una semana en la que sí ha podido entrenar pero, por ejemplo, no se puso los tacos para la elección de material para no exigirse demasiado después de su lesión en el bíceps izquierdo, no ha recuperado el gran nivel de juego que tenía antes de ésta y que deberá volver a tener en las semifinales, en las que jugará contra un Bengoetxea que, a pesar de la derrota del pasado viernes, ha completado dos grandes encuentros en la liguilla.
al cartón 22 en dos tacadas Altuna llegó al cartón 22 con suma facilidad, y es que dos tacadas rompieron el marcador a su favor. Tras un comienzo igualado -4-4- el pelotari de Aspe logró diez tantos consecutivos, alguno de ellos con su izquierda, con la que no imprimió demasiado velocidad a sus pelotazos pero si una práctica puntería.
Tres errores de Altuna y un saque de Víctor maquillaron algo el resultado -16-8-, pero entonces el guipuzcoano volvió a apretar el acelerador. Sumó dos tantos con el disparo inicial seguidos, y volvió a castigar a Víctor, moviéndole tanto al ancho como a la pared.
A pesar de tirar una última pelota, una volea a la chapa del riojano le otorgó al campeón Manomanista el billete a unas semifinales en las que ha conseguido clasificarse con dos victorias, pero a la que llega con más sombras que luces en su juego.