El Eibar Rugby Taldea realizó ayer su primer entrenamiento con las jugadoras neozelandesas Amy Williams y Yarnisae Waithiri. Williams, campeona del mundo en 2006 con las Black Ferns, colaborará con la entrenadora Cristina Guntín en la tecnificación de las jugadoras y se ocupará de dirigir los entrenamientos de la línea de tres cuartos. Con su incorporación, el conjunto eibartarra ha querido dar un paso más en su apuesta por potenciar el equipo femenino y ofrecer a las jugadoras una preparación de calidad. Guntín explica que el Eibar aspira a convertirse “en uno de los referentes del rugby femenino en el País Vasco”, y a competir en la máxima categoría “a largo plazo”. “Queremos estar al nivel de los grandes clubes de División de Honor A. La idea es que las jugadoras vascas no tengan que irse del País Vasco para jugar a alto nivel. Queremos crear un club que ofrezca entrenamientos de calidad, donde puedas aprender de gente muy buena y puedas ir a una selección, siendo mujer y viviendo en el País Vasco”.

La entrenadora gallega recaló en Euskadi por primera vez hace diez años, y está asentada en Eibar desde hace cuatro temporadas: “Cuando llegué había siete jugadoras. En mi primer año jugué en Baiona y entrenaba en Eibar. Aunque éramos siete, nos presentamos a la liga igual, pero, claro, todo el mundo nos ganaba. El segundo ya teníamos un equipo, más o menos, y empezamos a competir normal”.

El trabajo realizado por el Guntín estas últimas temporadas ha dado sus frutos, y actualmente el Eibar cuenta con 30 jugadoras: “Creo que en el País Vasco nadie tiene tantas fichas. Queremos crear un segundo equipo y tener una plantilla sólida. Estamos contentos con el trabajo que hemos hecho. Nuestra prioridad era crear mujeres deportistas. Cambiamos la manera en la que el club llevaba el equipo. Tratamos igual a los chicos que a las chicas. Eso ha cambiado la actitud de las jugadoras y ha aumentado su interés. Mis jugadoras tienen 17 años, pero van tres días a la semana al gimnasio, cuidan su alimentación, trabajan con preparadores físicos, con el fisioterapeuta... Pensamos que a largo plazo el proyecto va a dar jugadoras de alto nivel. Es un equipo para el futuro, con jugadoras que acaban de empezar su carrera deportiva”.

En el equipo hay jugadoras con experiencia en las selecciones de Euskadi, como Amaiur Mayo, Lucía Moyá y Edurne Vidal, y otras como Doha Benslaiman, Kaiane Bedones o Aleu Cid han participado en sesiones de tecnificación con diferentes combinados. Precisamente, para ayudar a Guntín con el trabajo de preparación, el club quiso traer a Williams.

En el horizonte eibartarra estaría el ascenso a la máxima categoría del rugby femenino estatal. La plantilla armera quiere luchar por subir esta misma campaña, pero Guntín avisa de que “a lo mejor no va a ser esta temporada. Entendemos que es muy complicado. Vamos a competir contra La Única y el Getxo”, ya que el resto de equipos, “está un nivel por debajo”. “El Getxo acaba de bajar de División de Honor A, y La Única ha ganado la Liga Vasca los últimos cuatro años”.

Ante la única Las opciones de ascenso del Eibar pasan por ganar este domingo en Unbe a La Única (12.00 horas): “Mis jugadoras nunca han competido a alto nivel, y lo normal sería que ganaran ellas. Queremos jugar lo mejor que podamos, plasmar todo el trabajo que hemos hecho desde el 15 de agosto, con tres entrenamientos a la semana, más el trabajo en el gimnasio, trabajo individual, trabajo de prevención... y ver si nos da resultado o hay que esperar a la próxima”.

La primera fase de la Liga Vasca consta de once equipos entre los que se encuentran Hernani-Atlético-Txingudi, Bera Bera u Ordizia. La liga se disputa a una sola vuelta, y eso, a juicio de la entrenadora y jugadora azulgrana, dificulta las opciones del Eibar: “Tenemos un proyecto muy fuerte, muchas fichas y gente con calidad, pero al jugártelo todo a un partido el ascenso se te complica un poco, porque el equipo tiene que ser lo suficientemente maduro como para ganar todo. Si no ganamos este domingo, ya es imposible ganar la liga”.

El campeón de la competición asciende directamente a la División de Honor B, que se disputará a partir de marzo y terminará en mayo. La categoría de plata se divide en dos grupos de cuatro equipos que se enfrentan a un solo partido. Los dos primeros de cada grupo jugarán la final. El campeón subirá directamente a la máxima categoría, y el subcampeón se jugará después una plaza en la elite con el penúltimo clasificado de la Liga Iberdrola.

En total, en los equipos de la Comunidad Autónoma Vasca, cuenta con 281 licencias femeninas de jugadoras mayores de 16 años, y en esta cifra no se incluyen las fichas de La Única o de La Rioja. Algunos de los equipos no pueden alinear a quince jugadoras titulares, por lo que se juega a XII. Guntín entiende “perfectamente” esta circunstancia. Cuantos más equipos haya mejor, y si te toca jugar a XII, no pasa nada, es por el bien del rugby vasco femenino”.