Contra las cuerdas
cuatro y medio un mal aimar olaizola pierde ante víctor y se queda con pie y medio fuera de las semifinales, a las que siempre llegó desde 2009
pamplona - Aimar Olaizola se complicó -y mucho- su pase a las semifinales del Cuatro y Medio, tras perder ante Víctor en un mal partido en la que nuevamente regaló demasiada pelota, algo que le terminó por condenar ante un rival que fue mejor durante todo el partido, cuajando una seria actuación y teniendo muy claro cómo tenía que jugar.
Al de Goizueta, que suma su segunda derrota en esta liguilla de tres jornadas, solo le vale ahora una carambola para poder acceder a una ronda en la que no falla desde 2009 -en 2010 tampoco estuvo, pero no pudo disputar el campeonato por lesión en su rodilla-. Aquel año, Retegi Bi le sorprendió y le privó de pasar la eliminatoria ganándole por 22-11 en el Labrit, superándole en todas las facetas. Ayer, Víctor hizo lo mismo.
El riojano llegaba con la estrategia clara. Darle velocidad, mover a su rival y no fallar. Sobre todo esto último, porque Olaizola, aunque tenga un mal día, siempre tiene su oportunidad.
Ésta llegó ayer con el 11-14 y el 16-19. A pesar de que Víctor estaba cuajando un buen partido, ahogando con su ritmo al navarro mientras éste solo se podía defender dándole altura a la pelota, Aimar gozó de sendas oportunidades para poner nervioso al de Ezcaray, colocándose a tres tantos en el marcador.
Pero el hermano menor de los Esteban no iba a desaprovechar la ocasión de ganarle otra vez -el año pasado ya le venció por 22-21- al pelotari con más txapelas en la distancia. Tranquilo, siguió a lo suyo, sin fijarse en el marcador del Labrit, consiguiendo así no descentrarse a pesar de que la chapa en una volea dos paredes le privó de ganar sin tener que restar un saque en contra con el 17-21. Tranquilo, consciente de que otras veces ha sido remontado por venirse abajo, aguantó y terminó con un gancho para seguir con opciones en la tercera jornada, una oportunidad de la que quizá no goce Aimar Olaizola, que podría dejar huérfanas del campeón las semifinales del Cuatro y Medio, en las que no falla desde hace nueve años.