donostia - Euskadi protagonizó una inmejorable despedida del Mundial de Sokatira de Sudáfrica al conseguir una medalla de plata en la última jornada de la competición. Fue en la categoría más pesada, la masculina de 720 kilos, y la más competitiva; por ello, esta presea llegó de forma inesperada. La selección tricolor cuajó una magnífica actuación ya desde la eliminatoria previa, pero nada hacía presagiar que fuera a subirse al podio en la modalidad más dura de este Mundial. Con todo, Euskadi se plantó en las semifinales por méritos propios y ahí supo jugar muy bien sus cartas ante Inglaterra. Los ingleses se mostraban más fuertes y mejor anclados, pero los vascos volvieron a lucir su técnica y, sobre todo, su paciencia ante los dos arreones iniciales que tuvo su rival nada más comenzar las tiradas. Euskadi aguantó. Perseveró. Alargó el duelo tanto como pudo y golpeó a Inglaterra en quizá el único punto débil que mostró: la resistencia. Ahí el combinado tricolor fue superior y, gracias a ello, se plantó en la final a lo grande. Sin embargo, en la lucha por el oro le estaba esperando Holanda. Nada pudo hacer Euskadi ante un oponente simplemente mejor, que no quiso perder el tiempo ni hacer rehenes y, por eso, se dedicó a ganar con solvencia. Sin duda alguna. Así pues, el conjunto vasco, que puede competir como selección tras ser admitida en 2014 en la Federación Internacional de Sokatira, se colgó una medalla de plata que deja un excelente sabor de boca en este Mundial de Sudáfrica.
De esta forma, tras el éxito de ayer, fueron tres las veces que Euskadi consiguió subirse al podio como selección. Y es que a la plata cosechada en la categoría más pesada de la competición hay que sumarle la segunda posición que se consiguió el pasado viernes en la prueba masculina de 540 kilos y el bronce en la modalidad femenina de 500.
Getxo será el escenario de la siguiente competición mundialista en 2020. - N. Marcos