Síguenos en redes sociales:

“Se está haciendo un muy buen trabajo en la base del hockey; vienen un par de niñas buenas en la Real”

María López de Eguilaz, exportera de la Real y de la selección estatal que acaba de oficializar su retirada, deja el hockey hierba tras casi 20 años de práctica

“Se está haciendo un muy buen trabajo en la base del hockey; vienen un par de niñas buenas en la Real”N.G.

Donostia - Aunque su idea era haberlo dejado después de los Juegos de Río, María López de Eguilaz (Getxo, 12-07- 1984), cuya pasión por este deporte se remonta a sus padres (ambos fueron porteros de hockey) destaca que ha compartido “equipo con gente extraordinaria” y ha vivido dos Juegos Olímpicos con sendos diplomas (un séptimo puesto en Pekín 2008 y un octavo en Río de Janeiro 2016). Ayer se despidió en un acto organizado por Basque Team.

¿Tenía decidido el momento de retirarse?

-Mi idea era dejarlo después de Río porque acabas un ciclo, quieres empezar a trabajar y dedicarte a tu familia, pero me encontraba muy a gusto, con muchas ganas y era divertido. Pensaba que debía dejarlo cuando buscara una excusa para no entrenar. Este verano lo tuve libre y descubrí lo que es improvisar y aburrirme. Volver a organizarme ya me empezó a costar mucho.

¿Es muy difícil dar ese paso?

-Sí, me da pena porque como portera estaba en un punto de madurez, tranquilidad y confianza muy alto, pero tengo los pies en la tierra y tenía claro que por algún lado tenía que cortar si quería cumplir otros objetivos. Yo razono mucho e interiorizo; quizá eso me lo ha dado la portería, porque al final todos mis fallos son gol y si yo me echo a los hombros más culpa de la que tengo, no hay quien levante la cabeza. Ahora he empezado a hacer jiu-jitsu y eso de no competir, pasar el rato y que el fallo no implique nada me está dando mucha tranquilidad. Mi cabeza está mejor que nunca.

¿Cómo es su nueva vida alejada de la competición?

-Esta decisión ha sido difícil, pero estoy contenta con mi nueva vida. Estoy disfrutando. Fue duro dejarlo porque me encontraba en un muy buen momento de forma deportiva. Pero quería dedicarme a mi familia y al trabajo, así que me he apartado de la competición y ahora me dedico a los niños y practico artes marciales. Ahora soy la fan número uno de mis compañeras.

¿Con qué momentos de su carrera se queda?

-He sido una privilegiada. Creo que todo por lo que he apostado me ha salido bien. He estado en dos Juegos Olímpicos y en dos Mundiales y no tengo nada de lo que arrepentirme. Sí es verdad que supone apostar por un tipo de vida que a la juventud le cuesta entender porque hay que sacrificar otras cosas, pero son otras formas de hacer y de disfrutar. Yo no tengo nada que lamentar. Ha habido momentos duros como la no clasificación para Londres 2012, pero esto habla de lo difícil que es el deporte y que no todo viene regalado.

¿Pero no se queda con algún momento en concreto?

-Uff, tendría que decir varios. Siempre me acordaré del día en el que nos comunicaron la clasificación para Río. Fueron tres meses de espera, de despachos y dependíamos de Sudáfrica. Cuando recibí el mensaje empecé a saltar y a gritar como una loca en casa. En cuanto a resultados, hemos tenido más decepciones que otra cosa, pero siempre he compartido equipo con gente extraordinaria, todo el mundo ha aportado algo. Yo soy muy introvertida, me cuesta abrirme y siempre he ido un poco muy a mi bola. En la selección, por ejemplo, al principio era como la pequeña, Chus Rosa llevaba toda la responsabilidad, veía a la gente como muy mayor, pero luego maduré y tengo muy buenos recuerdos.

¿Algún entrenador ha sido clave en su carrera?

-Mi primer entrenador fue Luis Carlos Mesner en el Jolaseta (de Bizkaia) y fue el primero que me dijo: tú vas a ser portera y peleó por mi. Luego Pablo Usoz, el primero de la selección absoluta; viví ocho años en la Blume y tuve mucho contacto. En la Real Sociedad, Carlos Castaño fue el que más me ha exigido siempre. Y en la selección ahora Adrián Lock, muy inglés, con quien más confianza he tenido.

Y usted que entrena a niñas, ¿Cómo ve el futuro del hockey hierba?

-Ahora puede existir un momento de parón, aunque hay un par de niñas de la Real buenas. Pero creo que se está haciendo un muy buen trabajo de base y realmente viene un buen grupo de niñas por detrás que puede dar una grata sorpresa.

¿Por qué eligió hockey?

-De pequeña era muy movida y hacía judo, tenis, baloncesto, hockey, hípica y hockey patines. A hockey me apunté yo. Pusieron un campo nuevo en el club, me parecía llamativo y muchas de mis amigas jugaban. Mis padres fueron porteros de hockey, pero no me condicionaron, de hecho los primeros cuatros años era jugadora y buena. La apuesta por el hockey la hice con 14 años, después de jugar un Europeo sub’16 y por enfadarme con mi entrenador de tenis.

¿Es mas difícil para una mujer ser deportista de alto nivel?

-En España no veo diferencia entre deporte masculino y femenino, veo diferencia entre fútbol y el resto aunque suene a topicazo. Para las mujeres se complica si paran por la familia. Si dejo de competir, nadie me va a regalar nada y tengo que seguir viviendo. El patrocinio se está empezando a notar, pero es pionero. Yo empecé a estudiar Geología, que me apasionaba, y las clases teóricas las iba sacando, pero a las prácticas, que había que salir al campo, nunca podía ir. Cuando vi que chocaba contra una pared cambié de carrera. Ahora quiero acabar Magisterio de Primaria. Cuando era pequeña pedí de regalo una pizarra y ayudaba a mis amigos después de clase, pero sigo con el hockey entrenando a niños.