Donostia - La gran ensalada de colores que se adueñó ayer de las inmediaciones del muelle donostiarra contenía diferentes estados de ánimo. Como cada primer domingo de septiembre, los más fieles esperaban impacientes al banderazo de salida para testar las opciones de los suyos. Otros, en cambio, querían disfrutar de la competición sin preocuparse en demasía del resultado. Alguno quizás estaría pensando en la fiesta posterior sin prestar mucha atención. Sea como fuere, nadie quedó indiferente tras la espectacular regata en la que Urdaibai allanó el camino a su cuarta bandera consecutiva.
Cuatro segundos bastaron para que Bermeo afronte la segunda jornada con ventaja. Es un respiro, nada más. Los vizcainos son conscientes de que no pueden relajarse. Ayer tampoco lo hicieron frente a un gran Hondarribia. Los dos clubes batieron el mejor registro de la historia hasta ayer, el 18:59.94 fijado por Castro en 2006. La Bou Bizkaia rebajó la marca en seis segundos, Hondarribia en dos. Una auténtica barbaridad.
Los dos equipos hicieron valer las buenas condiciones meteorológicas para lograr dichos registros. El campo de regateo se presentó calmado, sin apenas viento. Lo poco que hubo perjudicó a los botes de la primera tanda, como Orio. Los aguiluchos marcaron presentaron su candidatura en la primera tanda, pero Hondarribia y Bermeo echaron por tierra sus buenas intenciones. Éstos últimos compitieron junto a Donostiarra y Tirán en la segunda serie. Fueron los locales quienes tras una espectacular salida lograron hacerse con la proa de regata. No por mucho tiempo, puesto que los dos primeros clasificados de la liga pronto retomaron el guión establecido.
Urdaibai se hizo con la proa de regata al primer cuarto de largo, posición que no perdió en ningún momento. Los bermeotarras supieron distanciar a Hondarribia para la ciaboga, conscientes de que a la vuelta los verdes son una flecha. Ayer lo volvieron a demostrar. Urdaibai llegó a la ciaboga con cuatro segundos de ventaja. Donostiarra, por su parte, mantenía una cerrada pugna con Tirán por el tercer puesto. Los de Igor Makazaga viraron su embarcación 18 segundos después de los txos, superando a Tirán por un segundo. Tras maniobrar, Urdaibai metió una marcha más para tratar de romper la regata. En un primer momento consiguieron estirar su renta hasta los seis segundos.
No obstante, Hondarribia se negaba a darse por vencido. Los guiados por Ioseba Amunarriz hicieron valer su buen estado de forma para recortar dos segundos. Por un momento, los verdes se colocaron a tres segundos de los líderes. Para entonces, la Ama Guadalupekoa había pasado al ataque. La importancia de los segundos en la clasificación final obligaba a ello. Hondarribia avivó pronto su remada y subió el ritmo hasta las 47 paladas por minuto con tal de aprovechar la ligera ola. Mientras tanto, Bermeo exprimía su potencial para acrecentar la renta, pero ni por esas. Hondarribia navegó a la misma velocidad que Bermeo en el segundo largo, ya que los dos botes marcaron prácticamente el mismo tiempo a la vuelta. También volvió de maravilla, pero en ese tramo solo pudo arañar 28 centésimas a Hondarribia.
Al final de la serie, Bermeo logró batir el récord al parar el crono en 19:53.52, un registro inalcanzable hasta el día de ayer. Los bermeotarras arrancarán el domingo que viene con cuatro segundos de renta sobre Hondarribia, que también escribió una página de oro. Por detrás, Tirán superó por ocho segundos a Donostiarra, que obtuvo el mejor tiempo de una embarcación local en los 138 años de historia que posee la bandera. Además, el equipo de Igor Makazaga quedó a un segundo de San Juan en la clasificación final. Siendo los pasaitarras sextos en la clasificación liguera, el dato rezuma optimismo para Kaiarriba.
Orio, de honor Los rosas participaron en la primera tanda junto a Kaiku, Zierbena y Orio. Los aguiluchos mostraron todo su potencial para superar a Kaiku, que se erigió como la rival a batir en la serie inaugural de la modalidad masculina. El equipo de Jon Salsamendi hizo una extraordinaria regata que no sirvió para desbancar a Bermeo. Los amarillos bogarán en la jornada final en tanda de honor. No obstante, la San Nikolas posee una desventaja difícil de volcar. Casi diez segundos separan a Orio de la bandera.
El equipo amarillo logró su mejor marca en la bahía donostiarra. Un dato a tener en cuenta al tratarse del club más laureado. Los aguiluchos fueron cabeza de serie en todo el tiempo. Salieron con furia para tratar de romper la regata desde el inicio. Con la mar lisa por el viento sur, navegaron de continuo hacia el exterior. Subieron de ritmo a poco de entrar en la ciaboga, siendo los primeros en maniobrar con seis segundos de ventaja.
No obstante, en el largo de vuelta Kaiku mejoró el tiempo de Orio en dos segundos. El equipo de José Luis Korta vuelve bien en popare -lo demostró el jueves-, lo que les sirvió para reducir a cuatro la desventaja en la meta. Cabe destacar que la brisa acrecentó durante la segunda mitad del largo final. Así, los cuatro botes de la primera serie tuvieron de frente el viento sur durante los últimos seis minutos. Así, San Juan pagó su esfuerzo de superar a Zierbena en los minutos finales y cayeron a la séptima posición final. Los pasaitarras cerraron su tanda al quedar a 23 segundos de Orio, mientras los galipos cedieron catorce. Por parte de San Juan, su técnico presentó un equipo de garantías que ayer no tuvo su mejor día. La Erreka intentará demostrar su potencial para llevarse la primera tanda el próximo domingo, mientras Urdaibai intentará aferrarse a su renta para llevarse la bandera, que no ha sido confeccionada por Ixiar Alduntzin después de tres décadas.