BILBAO - Olatz Arrizabalaga Munduate (Gautegiz Arteaga) y Maider Mendizabal Azurmendi (Anoeta) jugarán juntas la final del torneo elite de paleta mañana. Casualidades de la vida, el destino les depara la oportunidad de ganar dos txapelas el mismo fin de semana. El frontón Amorebieta IV espera el domingo su enfrentamiento en la final del Laboral Kutxa Emakume Master Cup, en el que se medirán en la categoría más alta. La vizcaina compartirá gerriko con Leire Etxaniz Bengoa, de Markina-Etxebarria, frente a la lizartzarra Nagore Arozena Zinkunegi, que en su juventud fue pareja de frontón del exprofesional Mikel Olaetxea, y la experimentada pelotari de Anoeta, con un currículum que asusta. “El viernes nos toca juntas, pero el domingo no hay amigas”, cuentan.
La txapela se encuentra en el horizonte de los dos binomios, que protagonizarán un enfrentamiento entre Bizkaia y Gipuzkoa. “Nos ponen como favoritas, pero ellas son unas rivales muy complicadas de batir. Es difícil meterlas el tanto”, desgrana la delantera de Gautegiz Arteaga. Y es que, tal y como relata Mendizabal, poseen menor “pegada, pero son constantes”. Su mayor virtud. “Nosotras no tenemos demasiada chicha, normalmente hemos ganado las eliminatorias previas a base de meter a pared izquierda y el remate de Arozena. Eso sí, será más complicado acabar el tanto desde el tres que desde el uno y medio”, declara la guipuzcoana, que lanza flores a su compañera: “Nagore tiene una zurda bonita y sabe acabar con el gancho y con la parada. Entra muy bien de aire”. La lizartzarra, por su parte, delega en su zaguera el peso del dueto: “Mendizabal es la que domina atrás”. La de Anoeta es una eminencia en la pelota.
Así las cosas, desde el bando vizcaino, Arrizabalaga manifiesta que sus opciones de triunfo pasan por dar caña al cuero y tener a las azules lo más lejos posibles del frontis. “Leire Etxaniz y yo nos conocemos muy bien, porque hemos jugado a paleta y la verdad es que estoy muy a gusto con ella en el frontón”, destaca. Aun así, la presencia de las cámaras de ETB1 en directo, a partir de las 12.00 horas, le pone “un poco” nerviosa, porque “hay que dar la talla”.
Por otro lado, las finalistas en categoría elite, que provienen todas de la herramienta aunque fueron desde sus inicios manistas, desbrozan que el Emakume Master Cup es una “buena oportunidad” para el crecimiento de la pelota femenina. “El año pasado no pude participar porque el Emakume Cup estaba integrado como competición de la Federación de Bizkaia y, además, estaba embarazada de gemelos”, define Mendizabal, quien argumenta que “este curso, al hacerse abierto a pelotaris de fuera, tenía que jugar. Lo hubiera hecho aunque se jugara a cesta o a xare. Esta es la modalidad más fácil y es un impulso, pero durante toda la vida las mujeres hemos jugado a pelota, que no es solo la modalidad de mano”. De hecho, la anoetarra lleva 32 cursos atada al cuero. El resto de las finalistas de la categoría reina, por su parte, tampoco abandonaron la práctica. “Hasta los catorce estuve jugando a mano, pero después tienes que dejarlo: duelen las manos y la diferencia física con chicos es mayor”, asevera Arrizabalaga, que se protege “solo” con esparadrapo.
La otra final que se disputará será la de Primera. El joven dueto formado por Alba Martínez Cano, de Baños de Río Tobia, y Arrate Bergara Igartua, de Tutera, -de catorce años cada una- se mide a Jaione Zulaika Ezenarro, de Getaria, y la laukiztarra Nagore Bilbao, finalista del Emakume Cup vizcaino del curso pasado. La guipuzcoana ni siquiera estaba federada, pero el nivel mostrado en su categoría está siendo muy bueno. Es un gran impulso.