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Odei Jainaga, jabalina al poder

firme promesa el eibartarra, a sus 19 años, progresa sin freno en una disciplina de escasa tradición vasca y estatal, pero que él apunta a situar en el mapa con ambiciosos objetivos

Odei Jainaga, jabalina al poder

donostia - Odei Jainaga empezó, como miles de chavales guipuzcoanos, dando patadas a un balón. Jugaba en el infantil del Eibar, donde calentaba bastante banquillo, eclipsado por un tal Mikel Oyarzabal. “Los dos somos zurdos y nos ponían en el mismo sitio. El titular era él, claro”. Enseguida se pasó al atletismo, deporte que practicó hasta hace nada con una mentalidad despreocupada, “casi como un juego”. “Subía a Unbe y alternaba disciplinas. Un día hacía longitud, otro peso, otro corría...”. Pero llegó la hora de especializarse, y este eibartarra nacido en 1997 optó por una modalidad de poca tradición en Euskadi y en el Estado. “Supongo que tendrá algo que ver en mi elección que la ama, Cristina Larrea, se dedicara a ella en su día. Aún es la plusmarquista guipuzcoana”.

La temporada atlética que arrancó el pasado 1 de noviembre es solo la segunda en la que Jainaga se dedica a la jabalina en exclusividad, compaginándola también, eso sí, con sus estudios de Magisterio. “Empecé en Vitoria pero, tras mis resultados del año pasado, recibí una beca para entrenarme en Fadura, en Getxo, así que ahora voy a la universidad en Leioa”. Cuando este joven atleta se refiere a sus logros de la campaña anterior, alude a una rapidísima progresión que le llevó a terminar, siendo un novato, en la sexta posición del ranking estatal, y que le permitió también participar en el Mundial junior celebrado en Polonia. “Voy bien, mejorando bastante rápido”, resume.

objetivos Cuando todavía se movía en marcas de en torno a los 63 metros, conversaba con los mejores especialistas de España, entre ellos Nico Quijera (lanzador navarro actual campeón nacional) y avisaba de que no tardaría en dar guerra. “Ellos andaban siempre cerca de los 70, todavía un escalón por encima mío, pero yo les comentaba que esta temporada me acercaría a sus registros”, indica Odei. Dicho y hecho. El pasado fin de semana, en una prueba de libre participación celebrada en Eibar, lanzó 70,16 metros, superando su propio récord territorial y metiéndose de lleno en la pomada. Tanto es así que el Estatal de julio supone uno de sus grandes objetivos en 2017.

“Mi intención es ir y volverme con el jamón”, bromea Odei sobre el premio adicional que se suelen llevar los vencedores, con la esperanza de crecerse allí ante una competencia a la que no está acostumbrado. “Aquí en Euskadi compito yo solo. No hay nadie más. En categoría absoluta el nivel es muy bajo. Si yo lanzo 70 metros, el siguiente igual anda en 45. Y luego vienen por debajo algunos juniors que también se dedican a la jabalina, pero que por el momento se mueven en torno a los 50 metros”. Jainaga, entrenado por el bilbaino José Antonio García Feijoo, se ha ganado con la marca del fin de semana un billete para la Copa de Europa de lanzamientos que tendrá lugar en marzo en Gran Canaria.

Sus miras internacionales, sin embargo, buscan el largo plazo y resultan muy ambiciosas. “Los Juegos de Tokio me pillarán joven, con 22 años (la madurez en la disciplina se alcanza a los 28-30), pero mi intención es pelear el billete. Para estar en Río de Janeiro, por ejemplo, tenía que haber logrado la mínima, que está en 83 metros. Todavía me queda lejos, pero tengo margen de mejora”, expone Jainaga, que tiene claro en qué facetas puede progresar. “Mido 1,93 y solo peso 81 kilos. Tengo que ganar mucha masa muscular aún, pero no me preocupa, porque soy joven. Digamos que mi cuerpo aún no se ha desarrollado al 100%. ¿Cuánto tengo que ganar? Me dicen que, por lo menos, diez kilos más”. Los entrenamientos de un lanzador de jabalina se dividen en tres apartados. “Por un lado están las pesas grandes. Por otro, las pequeñas, para fortalecer los músculos de menor tamaño. Y luego está la técnica: el lanzamiento, la carrera... En esto último tengo mucho que mejorar, y con el resto de trabajos cogeré peso”.

mejoras Se trata de ir progresando, sin prisa pero sin pausa, para labrar una carrera exitosa en una disciplina casi olvidada en nuestro atletismo. También es cara, al menos en los que al material respecta. “Cada jabalina cuesta unos 1.300 euros. Yo solo tengo dos. Eso sí, son de las buenas, de las que tendrán los mejores lanzadores del mundo”, comenta Odei. Por las dimensiones de sus proyectiles, tiene que desplazarse a los campeonatos en la furgoneta de su aita. “Conduce él, que yo no tengo carné todavía”, indica este atleta federado por el Club Deportivo Eibar y que, en liga, compite con los colores de la Real Sociedad, que le sufraga viajes y material.

De momento, Odei prepara la temporada en Getxo, cuya pista aún no está acostumbrada a los lanzadores como él. “Nunca me he llevado ningún susto, pero igual algún día pasa algo. Suele haber chavales cruzando la pista, entrenando en el otro extremo... Claro, yo ando tranquilo, ahí no lanzo más de 50 metros. Pero tampoco me puedo calentar mucho a la hora de hacerlo”. Quizás dentro de unos años, cuando su progresión le permita hacerse un nombre en la elite, la gente sea consciente de dónde puede poner la jabalina Odei Jainaga.