El año de Julen Irizar
murias tres victorias con el ampo sub’ 23 y una positiva experiencia entre los profesionales en la vuelta a burgos han permitido al bergararra dar el salto de la mano de jon odriozola
donostia - “Ahí va, si este tío ganó una etapa del Giro y ahora va aquí, metido en mi escapada”. Julen Irizar (Bergara, 1995) miraba a su lado el pasado 2 de agosto, camino de la localidad burgalesa de Melgar de Fernamental, y sentía una extraña mezcla de disfrute y sufrimiento. “Me llevaban con el gancho. Sentía que estaban con uno o dos puntos más que yo. Pero me lo pasé muy bien”. Así recuerda este joven guipuzcoano uno de los momentos culminantes de su 2016, un año sobresaliente que le ha valido para dar el salto a profesionales con el Euskadi Basque Country Murias y en el que, durante la Vuelta a Burgos, ya a las órdenes de Jon Odriozola como staggiare, compartió fuga con, entre otros, Maxim Belkov (Katusha) y Jacques Janse Van Rensburg (Dimension Data).
Rodeado de maillots de Movistar, Orica o Lampre, había debutado con los pros la víspera, en el Circuito de Getxo, donde un pinchazo inoportuno le obligó a abandonar. “Me dio pena. Había ido gente para animarme”. Pero el día siguiente se resarció con la citada escapada en la primera etapa de Burgos, dando paso a una semana de ensueño compartiendo pelotón con Alberto Contador y con ciclistas del todopoderoso Sky. Julen respondió, pero donde se ganó el salto no fue en la elite, sino en la categoría sub’ 23. Defendiendo los colores del Ampo, levantó los brazos en tres ocasiones durante la temporada: en Castellón, Segovia y Elgoibar. “Me ha salido un año mejor de lo esperado, la verdad. Las dos campañas anteriores no habían sido buenas”, analiza Irizar, quien en un principio veía “lejos” el salto que finalmente ha terminado dando.
“Simplemente era realista. Sí que es cierto que pensaba tener una buena progresión, pero incluso este año me costó empezar a carburar. Luego empezaron a llegar los resultados, fruto de todo el trabajo realizado, y las cosas ya fueron saliendo”. La experiencia veraniega con el Murias le afectó cuando, a mediados de agosto, volvió a competir con el Ampo. “Notas que, después de correr en profesionales, te miran de otra manera. Estás más vigilado. Pero pude sumar la tercera victoria, en Elgoibar, gracias a un gran trabajo del equipo”, indica Irizar sobre su triunfo en el Memorial Etxaniz, el 23 de agosto. Un mes después, “hacia finales de septiembre”, llegaría la ansiada llamada que todo ciclista amateur espera. “Me confirmaron que pasaba a profesionales con el Murias. Sabía que tenía mis opciones, pero durante los días previos estaba tenso, aguardando noticias”.
preparación exhaustiva Desde entonces, la preparación de pretemporada y los entrenamientos han estado orientados a su primera campaña como ciclista profesional. Eso sí, sin descuidar los estudios de Ingeniería, a los que dedica buena parte de las tardes. “Las sensaciones son buenas. Estamos teniendo un buen invierno para acumular kilómetros, y eso se nota. Ya hemos hecho un par de entrenamientos grupales con el equipo, y en enero llegará la concentración en Benidorm, antes de la Challenge de Mallorca”. Jon Odriozola aún no ha desvelado a sus pupilos los planes que tiene para la prueba balear, aunque todo apunta a que repartirá las oportunidades. “De momento no nos ha dicho nada. Pero, al tratarse de una carrera en la que puedes cambiar el equipo de un día para otro, puede ser que vayamos todos”.
Julen Irizar es un ciclista que se amolda a los finales explosivos, en los que una pequeña dificultad reduce el amplio ramillete de favoritos que puede existir en una llegada masiva. Pero asume que, en su debut con los profesionales, las opciones de aprovechar estas cualidades van a ser remotas. “Me voy a centrar en ayudar a los compañeros que tengan capacidad para luchar por los puestos cabeceros. Y, por otro lado, quiero amoldarme cuanto antes a todo lo que supone estar en un pelotón de elite”. Pero en la lista de metas figura también, como es lógico, ganarse la continuidad en el Murias de cara a 2018. “Parece que este es el año del cambio, y que Jon (Odriozola) va a conseguir que el equipo sea Continental Profesional la siguiente temporada. Eso te abre la puerta de muy buenas carreras, y te mentiría si dijera que conseguir correrlas no entra igualmente en mi lista de objetivos”, concluye un agradecido Irizar. “Este proyecto da salida a los corredores vascos, y es para estar contentos, porque tenemos cantera y tenemos nivel. Como he conseguido pasar yo, podían haber pasado muchos otros”.