Doha, la guinda del pastel
sub’ 23 jon irisarri pondrá punto final el jueves en el mundial de qatar a una temporada sobresaliente, con cuatro victorias y la confirmación del ansiado salto a profesionales
Leaburu - En las alturas de Tolosaldea, oculto entre los últimos bancos de niebla matinales de un día que ha amanecido gris, el casco urbano de Leaburu afronta el miércoles ajeno al bullicio de la capital de la comarca, del que le separa alguna que otra rampa imponente. “Muchos días de entrenamiento largo vuelvo tan cansado que, cuando llego abajo, pienso en llamar a mi madre para que venga a recogerme”. Habla el ciclista local Jon Irisarri (1995), que no suele caer en la tentación, subiendo piñones para forjar una fortaleza que le ha convertido en una de las más firmes promesas del panorama guipuzcoano, vasco y estatal.
Milita en el equipo aficionado del Caja Rural, y su temporada ha sido sobresaliente, aunque conviene no utilizar el tiempo pasado para calificarla. Todavía hay una cita por delante, “un regalo” al buen trabajo realizado. El próximo jueves integrará el combinado estatal sub’ 23 en el Mundial de Doha, evento que tendrá en Irisarri a su único representante guipuzcoano. “Vamos con las ideas muy claras. La intención es ayudar a Iván García Cortina. Es rápido, se maneja bien en el sprint, y también en los látigos que se forman con tanta rotonda como las que hay allí. Creo, sinceramente, que tiene opciones de victoria, y a mí me haría ilusión colaborar en un éxito así”, indica el de Leaburu sobre las posibilidades del prometedor asturiano, que la próxima campaña dará el salto a profesionales con el potente Bahrain-Merida.
Ambos coincidirán en el pelotón, porque el guipuzcoano también se ha ganado a pulso una promoción que, en su caso, no supondrá cambio de colores. Del Caja Rural sub’ 23 pasará a la escuadra principal de la formación navarra. “Me considero un afortunado. Pocas estructuras te pueden facilitar una trayectoria así, y la del Caja Rural es una de ellas. Se trata del mejor equipo para subir a profesionales, un paso que hoy día está muy complicado”. Encontrarse en el sitio adecuado puede haber ayudado, pero lo cierto es que Irisarri ha hecho méritos más que suficientes para dar el salto, con un 2016 casi redondo: cuatro victorias, un subcampeonato estatal en forma de “espina clavada”, y alguna satisfactoria incursión en la competición profesional, como la de la semana pasada en las clásicas italianas.
triunfo clave Jon pasa revista a su campaña y no duda en señalar claramente un marcado punto de inflexión. “Desde que subí a aficionados, soñé con ganar Balenziaga, Aiztondo o Santikutz”, reconoce sobre las clásicas más prestigiosas del territorio. Levantó los brazos en la prueba legazpiarra el 1 de mayo, y a partir de entonces todo cambió. “No estaba andando como quería, las sensaciones no eran del todo buenas, y encima había sufrido varias caídas. Pero la cabeza hace mucho. Y a raíz de esa victoria llegaron luego la etapa de Bidasoa y el Gran Premio Macario de Madrid”, otros dos triunfos de postín para un Irisarri que en febrero se había estrenado en el Memorial Sanroma de Almagro (Ciudad Real).
Su bagaje a finales de primavera resultaba espectacular, y en el Caja Rural se apresuraron a ofrecerle el primer contrato profesional de su trayectoria. Irisarri firmó y siguió a lo suyo, que entonces era preparar el Campeonato de España de Alicante, uno de sus principales objetivos del 2016. “Lo entrené a conciencia. Tenía el recorrido visto desde principios de año, y me dio rabia esa segunda plaza. Ya tenía asegurado el paso a profesionales, pero quería demostrar con el título que lo tenía todo merecido”, recuerda el de Leaburu, en cuya memoria permanecen aún frescos los recuerdos transalpinos de la semana pasada.
El primer equipo del Caja Rural se lo llevó como staggiare al tríptico de clásicas formado, por este orden, por Tre Valli Varesine, Milán-Turín y Gran Piemonte. “El primer día sufrí mucho para acabar, el segundo me lo tomé con tranquilidad, y en el tercero me sorprendí al verme tan adelante”. Ayudó a Ángel Madrazo y aún así fue 21º, entrando en meta en el grupo cabecero codo con codo con Stybar o Gilbert. Gasolina y motivación para un 2017 ilusionante, en el que Irisarri prioriza ahora iniciar descansado. “La temporada se está haciendo muy larga. Pero me mantiene vivo la ilusión de un Mundial”. El jueves, en Doha.
Nombre. Jon Irisarri Rincón.
Edad. 20 años. Nació el 9 de noviembre de 1995.
Localidad. Leaburu.
Palmarés 2016. Una etapa del Memorial Sanroma de Almagro, Santikutz Klasika, una etapa en la Vuelta al Bidasoa y Gran Premio Macario de Madrid. Subcampeón de España sub’ 23.
“No tengo potencia suficiente para los sprints masivos, pero puedo pasar puertos y moverme luego bien en grupos reducidos”.