Lobos o corderos
Mano Urrutikoetxea, campeón del manomanista, abre el sábado ante Irujo su camino en el cuatro y medio, con “incomodidad” por la distancia
Bilbao - Será el frontón Bizkaia de Bilbao el que abra el sábado el melón del Cuatro y Medio para Mikel Urrutikoetxea, actual campeón del Manomanista. El delantero de Zaratamo, largo, con palanca, atenazado dentro de la distancia, ha tenido tiempo para entrenarse, pero no ha podido cargar de sesiones técnicas su hoja de ruta por el traqueteo de las últimas semanas. Algo similar le pasa a su adversario, Juan Martínez de Irujo, actual portador del título en la jaula. De todos modos, el vizcaino pudo estar el martes con Víctor Esteban y Pablo Berasaluze dentro del tapete negro de Miribilla para comprobar su estado de forma y afinar para el duelo contra el terremoto de Ibero. Pero la distancia le oprime. Quizás en eso, el ordenador de Mikel y el de Irujo andan parecido; no así el maletero: Juan, aunque aprisionado, rinde muy bien; mientras que a Urrutikoetxea le falta dar un puñetazo en la mesa del Cuatro y Medio de Primera. Será el debut de ambos este curso, pero el de Asegarce valora que “el favorito es Irujo. Es el actual campeón”. ¿Lobos o corderos?
Confiesa el puntillero vizcaino que “llegará a la contienda con buenas sensaciones”. Labradas, no obstante, al calor del fogueo. “En un partido, cambia totalmente el punto de vista del pelotari. De blanco, aparece esa tensión y esos nervios; más aún dentro del Cuatro y Medio, porque no puedes pasarte y estás limitado con el saque a meter el cuero entre el cuadro tres y el cinco”, recita el campeón, quien apostilla que “esos detalles generan dudas por cómo vas a responder, pero lo importante es que hasta ahora las sensaciones han sido buenas”.
Así las cosas, no se quita la vitola de cordero el zaratamoztarra para el encuentro del próximo sábado en el Bizkaia de Bilbao. El envite, que abre su participación en la liguilla de cuartos de final del Cuatro y Medio, situación en la que está por vez primera, se antoja complicado, por la incertidumbre de ser la primera puesta de largo en la distancia. Para ambos. Juan se califica como una “incógnita” y Urrutikoetxea sostiene que “todos tenemos ese miedo al primer partido. El Cuatro y Medio se juega una vez al año y es normal que salgan esas dudas en el primer partido. Me voy a encontrar a un rival complicado”. Deriva todo del tipo de juego que realiza el vizcaino y de la cárcel de la especialidad. “En mi caso me siento incómodo en la distancia. Para un pelotari de golpe, la jaula le crea tensión. Al final, somos delanteros, jugamos en esos cuadros, pero no tenemos ese miedo cuando estamos en parejas. Pero existe en todos los pelotaris esa duda”, analiza Mikel, quien define a su adversario como “un manista que defiende mucho, tiene grandes recursos y le da mucha velocidad a la pelota”.
Además, a estas alturas de la película, el peaje del verano ha sido más benevolente con Mikel que con Juan. Las apreturas de Aspe para programar han puesto a Irujo en la picota en casi todos los festivales; mientras que Asegarce ha dosificado al campeón al estar en competencia Aimar Olaizola, Oinatz Bengoetxea y Pablo Berasaluze. Aun así, Urrutikoetxea coincide en que las percepciones fueron “mejores” que “los resultados”, que no “me han acompañado”. “En algunos partidos me encontraba bien, pero no han salido las cosas. En septiembre me he encontrado mejor que a principio de verano”, asiente.
Por otro lado, en la liturgia con el material, el de Zaratamo se decantó por cueros de 105,2 y 105,3 gramos y Martínez de Irujo los prefirió de 105,4 y 104,8. “Tanto las pelotas de él como las mías son bastante parecidas, son de jugar. Hay alguna que anda un poquito más, pero en general son buenas”, concluye.