Donostia - Víctor Esteban (Ezcaray, La Rioja, 16-3-1993) e Iker Irribarria (Arama, Gipuzkoa, 4-7-1996) disputan el próximo sábado su primera final como profesionales. El riojano, cuando están a punto de cumplirse dos años de su debut como delantero de Asegarce. El guipuzcoano, dos meses y medio después de su puesta de largo como puntillero de Aspe. Se enfrentarán en el frontón Beotibar de Tolosa, escenario en el que coincidieron ayer para separar el material con el que buscarán la txapela de plata y un billete para la próxima edición del torneo de Primera, un premio todavía más suculento que el trofeo que recibirá el vencedor del encuentro.

Víctor Esteban escogió cueros asesorado por su botillero, su compañero de empresa Pablo Berasaluze, mientras que Jokin Etxaniz, director técnico de Aspe, se encargó de aconsejar a Iker Irribarria. Ambos separaron lotes similares: una pelota con más salida de frontis que la otra, con el fin de emplear una u otra en función de las necesidades de un duelo sin favorito claro.

“La clave va a estar en mantener los nervios”, señaló Víctor, que reconoció haberlos acusado en la semifinal que le enfrentó a Aitor Mendizabal. “En la segunda parte del partido sí que me influyeron porque ya se me habían escapado unas cuantas semifinales, pero creo que el sábado será diferente porque es una final”, matizó el delantero riojano. Es por eso que confía en sus posibilidades. “Se trata de poner en práctica lo que estamos entrenando, hacer lo que sé y no inventar cosas para intentar disfrutar y llegar a 22”, resumió Víctor, para quien disponer de más experiencia que su oponente no sabe si será un beneficio. “Tiene sus cosas buenas y malas. Ser nuevo tiene el inconveniente de que le puede pesar la presión, pero también puede ocurrir al revés y que salga a jugar sin presionarse”, relató el aspirante de Asegarce.

Iker Irribarria restó algo de importancia al hecho de que tanto él como Víctor no hayan disputado nunca una final. “Nos conocemos poco porque no hemos sido rivales, pero ya sabemos cómo jugamos y cómo jugarnos”, explicó el delantero guipuzcoano, que todavía tiene 18 años (cumplirá 19 el próximo 4 de julio). También habló de los nervios. “Hasta ahora los llevo bien, pero sé que el día del partido van a estar ahí. Espero que no me afecten”, deseó Irribarria, que podría coronarse como campeón dos meses y medio después de estrenarse como pelotari profesional. “Sería bonito ganar la txapela, pero no voy a ser mejor ni peor por lograrla o no. Esto es un proceso más largo”, concluyó.

El material. Mientras que Víctor Esteban se quedó con dos cueros de 105,2 y 105,4 gramos, Iker Irribarria apostó por otros dos de 104,2 y 105 gramos.

Los ayudantes. Los dos finalistas estuvieron acompañados ayer por sus botilleros. Pablo Berasaluze asesoró a Víctor Esteban, mientras que Jokin Etxaniz participó en la elección de material de Iker Irribarria.

Las trayectorias. Para plantarse en la final, Víctor Esteban ha tenido que superar dos eliminatorias. En cuartos de final se deshizo de su hermano Gorka, al que derrotó por 12-22 en el frontón de Santo Domingo de la Calzada, y en semifinales pudo con Aitor Mendizabal, al que batió por 17-22 en el frontón Labrit de Pamplona. Más largo ha sido el trayecto de Iker Irribarria, que ganó en octavos de final a a Xabier Tolosa (7-22 en Bergara); en cuartos, a Iker Tainta (8-22 en Eibar); y en semifinales, a Miguel Merino (8-22 en Eibar).

Asegarce contra Aspe. La final del Manomanista de Segunda va a enfrentar a un pelotari de cada empresa: Víctor, de Asegarce, contra Irribarria, de Aspe, al igual que ya sucediera en el Parejas, donde Jaka y Tolosa (Aspe) pudieron con Rico IV y Larunbe (Asegarce). En Primera, Asegarce ha copado las dos finales.