gasteiz - La eliminación del Parejas en la primera ronda de Juan Martínez de Irujo le dejó tiempo, una moneda complicada en el Olimpo manista, en el que se juega todo el curso sin bajar el pie del acelerador si las cosas van bien. El año pasado, el único descanso del iberoarra fue con la zurda maltrecha y meses sin disfrutar en la cancha. Ante Beñat Rezusta, con quien se enfrentó en su primer capítulo del presente Manomanista, confesó el buque insignia de Aspe que “he tenido más tiempo que nunca, pero eso no quiere decir nada”. Dicho y hecho. La fortuna no le sonríe al delantero navarro, actual campeón de la distancia reina del año profesional, que tendría que encontrarse el domingo en el Ogueta de Gasteiz con Aimar Olaizola en un clásico con premio de final, pero que aún no sabe si podrá ser de la partida porque una “microrrotura” en el sóleo de su pierna derecha le mantiene en duda. Además, la Liga de Empresas no valora conceder un aplazamiento al puntillero de Ibero, que lo ha pedido sin resultado positivo. Mañana se probará y tomará la opción de jugar o no.

Cuenta el delantero que fue el lunes a consulta y le encontraron lo que tenía, aunque se lo hizo en una sesión el jueves, como reza el parte médico de la empresa. “Las pruebas me las hice el lunes y salió que había una rotura. Ando a contrarreloj, como siempre”, argumenta Martínez de Irujo. “He pedido un aplazamiento y no se me ha concedido. Tengo una rotura y a día de hoy no podría jugar”, confiesa el puntillero de Aspe, que no sabe cómo se pudo producir la lesión, pero todo apunta a haber sido en “una arrancada o en un sprint”.

“He hablado con las empresas y me han dicho que en el Reglamento pone que no se puede retrasar la semifinal. Yo he presentado las pruebas y otras veces se han dado aplazamientos sin pruebas evidentes de lesión”, anuncia el navarro, que analiza que “si se toma esta decisión, soy el primer perjudicado en esto y si a partir de ahora no hay aplazamientos, me parece correcto. Llevo muchos años diciéndole a la dirección de Aspe que se tenían que acabar los aplazamientos. Si soy yo el primero, no me importa. Pero, otras veces se han dado por menos”.

La Liga de Empresas no ha querido otorgar al manista de Ibero una prórroga del partido, cuestión que en otras ocasiones sí que ha sucedido, pero el delantero quiere exprimir hasta el final todas sus opciones de jugar. El premio es jugosísimo: la final. “Ahora me toca reposo e intentar que el edema se vaya absorbiendo”, aclara Martínez de Irujo. Porque si algo tienen las roturas musculares, por muy pequeñas que sean, es que tienen la necesidad de tiempo por encima de todo lo demás. “Durante estos días he notado poca mejoría. El miércoles estuve peloteando un rato y me quedan molestias. A ver cómo van estos días. Probaré. Vendré con un mínimo de garantías. Es una semifinal y quiero intentarlo”, certifica el iberoarra, un pelotari con umbral del dolor muy alto, que ya revela que “en otras ocasiones ya hemos jugado con alguna lesión”.

De hecho, ganó el Parejas y el Manomanista del año pasado con la zurda hecha un cuadro. Lo soportó, sufrió y se llevó dos txapelas para casa. Aunque una rotura de fibras quizás sea distinta. Si fuerza, juega con fuego. El tiempo de preparación, amplio, ahora es un reloj de arena, que cae como una pluma al viento. Lentos pasan los días. Y el domingo está a la vuelta de la esquina.

No quiere especular Irujo y apela a un “mínimo” de garantías para saltar ante Aimar Olaizola en el Ogueta, que vivirá un ambiente interesante porque la venta de entradas va viento en popa. El de Aspe acumulará sensaciones mañana. “Si veo que no puedo, no voy a venir. Si hago una prueba exigente y estoy más o menos, saldré. Luego, ya veremos en el partido”, desvela el navarro, que sabe que “tendrá que observar mejoría en las últimas fechas” y disputará el duelo vendado. “Ahora no podría jugar. Después de una prueba, te quedas resentido. Estoy con masaje, tratamiento, meto la pierna en agua caliente, contrastes... Voy a poner todo en mi mano”, sella. Pero todo se circunscribe a la medida que dé en la prueba de mañana. “Quiero agotar los plazos”.

Aun así, con la incertidumbre de Martínez de Irujo y su lesión, también quedó hueco para manifestarse sobre el material. Con un derechazo soberbio, el iberoarra dejó patente que las pelotas seleccionadas por Aimar Olaizola eran vivas. “¡Veis! Del siete al rebote, cuatro cuadros”, concretó el pentacampeón del Manomanista, quien observó que el lote por el que optó el goizuetarra tenía bastante “bote”. “Ha botado en el siete y ha ido al rebote. Si quieren pelota viva, que saquen. Lo que no me parece bien es que cuando he sacado yo esa pelota se me ha quitado. Desde Asegarce se criticaba el material vivo cuando jugaba yo, defendiendo a capa y espada que hay que bajarlo”, espetó Juan, que seleccionó pelotas de 105 y 106 gramos.

Por otro lado, Aimar Olaizola prefirió cueros de 104 y 105,1. “De momento estoy a gusto, me han parecido buenas para mí y punto. No creo que hayan llegado del siete al rebote”, declaró el goizuetarra, que apostilló que “estoy con la derecha fresca y me siento bien. Espero partido duro”.