Duración: 35 minutos de juego.

Saques: 7 de Irribarria (7, 11, 12, 14, 15, 16 y 17).

Faltas de saque: 1 de Merino I y 2 de Irribarria.

Tantos en juego: 4 de Merino I y 9 de Irribarria.

Errores: 5 de Merino I y 2 de Irribarria.

Marcador: 1-3, 3-3, 3-4, 4-5, 4-6, 5-9, 6-12, 6-13, 7-19, 8-20 y 8-22.

Botilleros: Ejercieron de botilleros Luis Pérez ‘Pirri’ (con Miguel Merino) y Igor Olazabal (con Iker Irribarria).

Apuestas: De salida se cantaron posturas de 100 a 40 a favor de Irribarria.

Incidencias: Partido correspondiente a las semifinales del Manomanista de Segunda de la LEP.M disputado en el frontón Astelena de Eibar. Floja entrada.

eibar - Le hizo falta poco a Iker Irribarria para desbaratar a Miguel Merino y llevarse el billete a la final del Manomanista de Segunda. Le hizo falta músculo y saque (metió siete). Nada más. El delantero de Arama brilló con claridad ante un contrincante que intentó arriesgar, buscó las cosquillas de su diestra, no las encontró y salió escaldado del experimento de sacar del txoko. Aun así, el tanto más bonito fue a cargo del zaguero riojano, que, cautivo y desarmado con un 7-20 en contra en el que el tiempo y las ocasiones se le derramaban entre las manos como arena, marcó un gancho de categoría desde el cuatro para quitarse el sombrero. Ese era el octavo y último cartón para su cuenta particular, que se quedó pobre al final. Fue Merino superado en todas las facetas, la suerte le esquivó e Irribarria mostró más. Mucho más.

Mostró el delantero de Arama, debutado hace dos meses, que siendo zurdo tiene una derecha enorme, que tal y como comenta viene forjada en el horno de las horas, del tiempo y del sudor. Que le ha costado meter muchas tardes alumbrar con ella casi como lo hace con su mano buena. Irribarria sacó genio, gasolina y nervio para desbaratar cualquier opción de Merino y marca territorio. El guipuzcoano va a jugar mano a mano porque cualidades tiene de sobra: pegada, ingenio, alma y tranquilidad.

Le afrontó la semifinal su adversario con las ideas claras pero innovando. Sacó del txoko para tratar de percutir sobre la mano menos buena de Iker y arrojó luz a la sensación de que posee quilates también en ella. Además, ya de antemano con un 0-3 en contra, manifestó la necesidad de riesgo para obtener réditos. Y es que, en el momento en que Merino no apuraba, Irribarria le metía velocidad a la pelota, pasaba a dominar y a terminar sin paliativos. Con todo esto delante, al de Villar de Torre solamente le quedaba una opción: hacerlo todo bien. Pero no fue así. Aunque restañó la primera distancia, una falta de saque devolvió la pelota al aramarra, que reinició el castigo y se puso 4-9 después de regalar también con el disparo inicial. El resto fue un desplome amparado por la alegría rumbosa de las aspas de Irribarria.

Solamente un resto con suerte paró la sangría, que acabó siendo enorme (5-12), para seguir alargándose. No le salió nada a Miguel, que plantó un puzzle arriesgado pero sin composición. Le dejó en ocho Irribarria y con la sensación de que solamente hubo un color en la cancha.

El delantero neófito de Aspe, de este modo, en su primer desembarco como profesional en un campeonato oficial de la Liga de Empresas jugará su primera pugna por la txapela. Será contra Víctor Esteban. Promete. Y mucho.