donostia - Jaume Ponsarnau quiere que el Gipuzkoa Basket acabe la temporada mañana en Zaragoza mostrando su mejor versión, aquella que ha olvidado en sus más recientes partidos a domicilio y que en cierta manera ha manchado su buena línea durante todo el curso. “Esta semana nos hemos centrado en dos objetivos. Uno es creer en lo que hemos sido, en lo que somos y en lo que queremos ser en el partido del domingo. Y el otro es hacerlo como equipo. Este equipo ha sido muy equipo durante la temporada, dando una imagen como conjunto buenísima. Queremos hacerlo por nosotros, pero también por compromiso con el club y con los aficionados que nos apoyan”, comentó ayer en rueda de prensa el técnico catalán.
Ponsarnau confía en que sus jugadores no acusen el duro revés sufrido el pasado domingo ante el Sevilla, cuando se perdió la oportunidad de sellar la permanencia matemática: “La derrota contra el Sevilla fue una decepción, porque acabar ganando en casa y logrando el objetivo era una cosa muy bonita que teníamos ahí y queríamos lograrla con nuestra gente. Volvimos a competir pero no pudimos. Ha tocado rearmar al equipo para salir de la dinámica de nuestros últimos partidos fuera de casa, donde cualquier adversidad se nos ha hecho muy grande. Ahí está el reto, que esto no nos vuelva a pasar, que el equipo no pierda la esencia de lo que ha sido toda la temporada excepto los últimos cuatro partidos fuera”.
El entrenador del GBC quiere que el equipo se centre en su partido y no dar por hecho que el Manresa va a perder en su visita al Real Madrid: “Es lo lógico, pero que pierda el Manresa es solo una suposición. Mejor centrarnos en nuestro partido. El Manresa ha ido cambiando la plantilla, está en su mejor momento de la temporada y va a tener sus opciones. Nuestra intención es volver a ser el equipo que salía a jugar en cualquier cancha y se agarraba a los partidos con toda su fe, fuerza y calidad”.
Ponsarnau reconoce que está teniendo que “combatir” el sentimiento de tranquilidad que reina en el ambiente, porque se da por hecha la derrota del Manresa, con lo que el GBC estaría salvado aunque pierda en Zaragoza: “Esa sensación es un enemigo que tenemos. Es una realidad que está ahí, por lógica”. Por ello, Ponsarnau asegura que se va a “centrar” en el partido del Príncipe Felipe: “A priori es mejor que el CAI no tenga opciones de entrar en el play-off, pero eso es una suposición. Vamos a apelar al orgullo de ser el equipo de casi toda la temporada. Compromiso, coraje y competitividad fueron los tres valores que nos marcamos como objetivo, y apelar a este orgullo es lo que buscamos, estamos intentando mentalizarnos”.
La buena relación que mantiene el club con Pablo Laso y la amistad de Dani Díez con la plantilla del Real Madrid hace pensar que el conjunto blanco no se va a relajar contra el Manresa. “Yo no he tenido contacto con el Madrid esta semana, pero seguro que aquí hay buena relación con gente del Madrid y que hemos querido comprometer a todo el mundo”, bromeó el catalán.
una situación esperable Ponsarnau reconoce que hubiera firmado depender de sí mismo para lograr la permanencia en la última jornada: “Hicimos una plantilla con el presupuesto más bajo de la liga, con varias apuestas por jugadores que nos gustaban. El equipo tenía que estar todo bien sujeto y encajado, y con todas las adversidades, lesiones y fugas que hemos tenido, llegar a esta situación lo hubiéramos firmado. Estoy muy satisfecho pase lo que pase, solo tengo la espina de los últimos cuatro partidos fuera de casa, donde no hemos sido lo que queremos ser. Si resulta el descenso deportivo será una decepción. Pero ahora mi orgullo es máximo excepto estos últimos cuatro partidos fuera de casa”.
El técnico del GBC valora la salvación igual ya sea con victoria o con derrota en Zaragoza, pero insistió en que quiere acabar con buen sabor de boca: “Si conseguimos seguir en la liga, sonreiré y me alegraré; si conseguimos seguir en la liga siendo el equipo que hemos sido durante casi toda la temporada, encima seré un entrenador orgulloso”. La permanencia del GBC supondría el descenso de su exequipo, el Manresa: “Es una situación que no quería a nivel personal, pero había posibilidades porque somos los equipos con menos presupuesto. No tengo dudas de lo que quiero”.