Donostia. El Gipuzkoa Basket ha pinchado en su rendimiento justo en el tramo decisivo de la temporada, tras encajar las dos mayores diferencias en contra en los dos últimos derbis vascos, ante Laboral Kutxa y Dominion Bilbao Basket.

Lo tenía todo de cara el conjunto de Jaume Ponsarnau hace dos semanas pero las contundentes derrotas, primero contra los vitorianos en Donostia y el sábado en Bilbao ante el equipo de su exentrenador Sito Alonso, han dejado debilitada la moral del conjunto de Illunbe.

Contra Laboral Kutxa cayó por 66-95, un resultado muy abultado que era además el más alto encajado en su casa a lo largo de toda la historia contra los basconistas, mientras que el sábado en Miribilla, lejos de corregir el rumbo, se acrecentó la crisis.

El Bilbao Basket ejerció una superioridad asfixiante casi desde el salto inicial para imponerse por 92-66 e infligir a los guipuzcoanos su segunda derrota más amplia de toda la liga.

El GBC Se ha quedado sin defensa de forma inesperada y ve como el descenso sigue siendo, a pesar de que lleva dos triunfos de ventaja, un peligro muy real, sobre todo porque equipos como Manresa o Andorra han dado un paso adelante y se han puesto a la altura de los de Illunbe.

El Gipuzkoa Basket tiene todavía tiempo para darle la vuelta a esta incómoda situación ya que en las tres próximas semanas afrontará dos partidos en casa que son fundamentales para dar la puntilla a la permanencia, primero contra Herbalife Gran Canaria y luego con un Fuenlabrada, al que puede condenar en caso de una victoria local de los de Ponsarnau.