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Bengoetxea Acelera

Mano Se convierte en el primer semifinalista del cuatro y medio tras batir a Olaetxea, que ahora necesita que Ezkurdia, ya eliminado, derrote a Aimar

Bengoetxea Acelera

Duración 43 minutos.

Saques 4 de Bengoetxea VI (tantos 2, 4, 9 y 21).

Faltas de saque 1 de Bengoetxea VI.

Pelotazos 209.

Tantos en juego 9 de Bengoetxea VI y 4 de Olaetxea.

Errores 4 de Bengoetxea VI y 9 de Olaetxea.

Pasas del cuatro y medio Ninguna.

Marcador 0-1, 1-1, 5-1, 5-3, 10-3, 10-4, 15-4, 15-5, 17-5, 17-7, 19-7, 19-9 y 22-9.

Apuestas 100 a 70 a favor de Bengoetxea VI.

Botilleros Asier García, con su primo Oinatz Bengoetxea; Iraitz Olaetxea, con su hermano Mikel.

Incidencias Partido correspondiente a la tercera y última jornada de la liguilla de cuartos de final del Cuatro y Medio de la LEP.M (dentro del Grupo 1) disputado en el frontón Labrit de Pamplona. Algo más de tres cuarto de entrada con unos 800 espectadores.

Pamplona - Oinatz Bengoetxea se convirtió ayer en el primer semifinalista del Cuatro y Medio de la LEP.M de 2014. Para conseguirlo, necesitaba ganar y hacerlo por al menos siete tantos de diferencia, pero protagonizó una aceleración tan brutal que alcanzó su propósito con una renta mucho más amplia que la necesaria (22-9). El leitzarra cumplió así su objetivo de repetir como semifinalista de la jaula en su primer gran torneo después de la grave lesión de tobillo que sufrió en marzo de este mismo año y lo hizo convirtiendo en pesadilla el sueño de su rival. La revelación de la presente edición del campeonato, Mikel Olaetxea, que hasta ayer no conocía la derrota después de cinco compromisos en los que había batido consecutivamente a Lemuno, Jaunarena, Barriola, Ezkurdia y Aimar, se topó con un rival mayúsculo. El guipuzcoano necesitaba 16 tantos para sellar su pase a las semifinales, pero se quedó en nueve y confió toda su suerte a que Ezkurdia derrote el próximo domingo a Olaizola II, que también está obligado a ganar.

La cuestión es que los nervios se apoderaron de Olaetxea en el peor momento. En el partido decisivo y ante el rival equivocado. Oinatz Bengoetxea impuso su mayor experiencia en enfrentamientos de alto riesgo para ejecutar el partido perfecto. El leitzarra imprimió un ritmo frenético a la pelota y al duelo en el que Olaetxea siempre estuvo incómodo para acabar diluyéndose de una manera incomprensible. Ni el apoyo del nutrido y ruidoso grupo de gente que se desplazó hasta Pamplona desde su Lizartza natal ni los consejos de su hermano Iraitz desde la silla del botillero le valieron para reaccionar. Cayó y lo hizo con estrépito ante un oponente que nunca bajó la guardia. Bengoetxea cometió pocos errores y acertó cuando tuvo que hacerlo. Por eso es el primer semifinalista de la jaula. Ahora espera a sus compañeros de viaje.