donostia - Son rápidos, precisos, espectaculares; en apenas unos segundos dejan al público con la boca abierta. Los mejores clavadistas del mundo saltarán mañana en Bilbao en las Cliff Diving World Series que organiza Red Bull. El puente de La Salve será el trampolín desde el que los diez mejores saltadores extremos del mundo se lanzarán al agua para sumergirse a una velocidad de 85 kilómetros por hora solo tres segundos después. Después de pasar por los impresionantes acantilados de Irlanda o los sobrecogedores cenotes de México, el museo Guggenheim y el paseo de Abandoibarra servirán de escenario para un espectáculo que promete dejar sin aliento a todo aquel que se acerque a verlo.
Es la primera vez que la competición mundial de saltos extremos llega al Estado. Y han elegido Bilbao, una ciudad que, según explican desde la organización, cumplía con todos los condicionantes técnicos que requiere una prueba de este tipo pero además aportaba ese plus que la multinacional busca en cada parada, como los escarpados acantilados de Irlanda o la pintoresca fortaleza de La Habana. “Queríamos que fuera un entorno urbano y Bilbao es un lugar perfecto: el Guggenheim es un marco incomparable, hay espacio en los márgenes de la ría para que el público pueda seguir los saltos... Lo bonito de este evento es que las paradas van variando y son sitios muy distintos: Tailandia, Azores, La Rochelle, Rapa Nui...”, explican desde Red Bull España. Bilbao será la sexta competición de la serie mundial, que terminará en octubre en Río de Janeiro.
Los saltos se realizarán, mirando hacia el museo Guggenheim, desde una plataforma que se ha anclado a lo más alto del puente de La Salve. Ha habido que jugar con las mareas para disponer de los 27 metros que les separa del agua -tres veces más que un trampolín olímpico- y que recorren en apenas tres segundos. En ese corto espacio de tiempo, son capaces de ejecutar vertiginosos giros, saltos mortales, tirabuzones y carpados antes entrar en el agua. Los movimientos requieren de una perfección acrobática. La pleamar también asegurará que dispongan de una profundidad de seguridad suficiente, de alrededor de siete metros. Aunque la competición oficial se celebrará el sábado, desde ayer se puedo disfrutar del espectáculo en los aledaños del puente. Los clavadistas llegaron el miércoles a Bilbao y, además de entrenar por las mañanas en piscina, ayer ensayaron algunos saltos también desde el puente. Hoy se celebrará una ronda clasificatoria con un salto puntuable. Pero el plato fuerte, sin duda, llegará mañana, a partir de las 14.00 horas. Los catorce deportistas -los diez que participan en las World Series y otros cuatro invitados que varían de ciudad a ciudad, denominados Wild Cats- saltarán en dos ocasiones desde La Salve; los ocho mejores volverán a un tercer clavado en la ronda final.
dos horas de espectáculo El evento, que durará algo más de dos horas, será todo un espectáculo. Un speaker irá presentando a los saltadores y comentando los clavados para las miles de personas que podrán seguir la competición desde los márgenes de la ría y desde la propia lámina de agua, ya que se permitirá la presencia de lanchas, siempre guardando la distancia de seguridad. Aunque Red Bull ha reservado un espacio para sus invitados, tanto el paseo de Abandoibarra como la avenida de las Universidades y la propia pasarela Pedro Arrupe serán un perfecto patio de butacas para seguir las vertiginosas piruetas. Los asistentes podrán además seguir más de cerca aún si cabe los saltos, gracias a las tres pantallas gigantes que la organización colocará en el entorno del puente. Pero el evento no se ceñirá a la competición de saltos en sí. Desde Red Bull han organizado dos actividades paralelas relacionadas con Euskadi, para convertir la cita en toda una jornada de diversión.
La competición atraerá hasta la capital vizcaina a miles de personas, aficionados a este tipo de saltos extremos o, simplemente, espectadores que no quieran perderse un espectáculo único en el mundo. Aunque cada ciudad es diferente, a modo de ejemplo puede servir los 70.000 espectadores que se dieron cita en La Rochelle. Y no solo por la asistencia directa. Las series mundiales, aunque no se retransmiten en directo por televisión, tienen un amplio seguimiento en más de 150 canales de televisión de los cinco continentes.