Los vecinos rechazan el proyecto para ampliar las gradas de Ipurua
Alternativa no se oponen a aumentar el aforo, pero piden que se haga en la grada sur para “minimizar el impacto y los perjuicios”
Eibar - Representantes de los vecinos residentes en las torres y en las calles adyacentes al estadio de Ipurua comparecieron ayer públicamente para mostrar su rechazo al proyecto planteado por la Sociedad Deportiva Eibar con el objetivo de incrementar el aforo del campo de fútbol.
Visiblemente molestos con el presidente del club armero, Alex Aranzabal, “porque el pasado 29 de julio le pedimos una reunión para analizar la situación y aún seguimos sin recibir contestación alguna”, los vecinos de la zona de Ipurua cuestionaron la necesidad de ampliar este año el aforo del estadio “porque, suponiendo que el equipo esté tan solo un año en Primera División, las obras de ampliación no se culminarían hasta marzo o abril de 2015, con la Liga prácticamente terminada”.
En consecuencia, “aunque se ponga en marcha el proyecto de ampliación planteado, el aforo este primer año en Primera será prácticamente el mismo que el de la temporada anterior que, siendo histórica, terminó con una media de 3.200 espectadores por partido”, explica el portavoz de los vecinos, Loren Quindós, quien fuera vicepresidente de la S.D. Eibar entre los años 1992 y 1998.
Los residentes en el entorno de Ipurua también recordaron que en el primer encuentro del Eibar en Primera, ante la Real, “hubo 5.100 espectadores, por lo que no habrían hecho falta ni las gradas supletorias habilitadas de forma provisional en la tribuna norte; toda vez que el aforo de 5.250 espectadores ya daba para acoger a todo ese público”.
Además, el representante vecinal vaticinó que “si se acomete el proyecto previsto y el equipo vuelve a bajar a Segunda, volverá a sobrar aforo por todas las gradas”.
Así las cosas, los residentes en las inmediaciones del estadio hicieron un llamamiento “al sentido común” y pidieron tanto a la Sociedad Deportiva Eibar como al Ayuntamiento “que estudien bien la situación esta temporada y en el caso de que se vea que es realmente necesario” acometer unas obras para la ampliación del aforo, estas se hagan “en base a un nuevo proyecto elaborado sin prisas y que no cause graves perjuicios al barrio y a la calidad de vida de los vecinos”.
Los representantes vecinales se mostraron de acuerdo con la necesidad de cumplir con la normativa que obliga a los clubes de Segunda División a contar con un aforo mínimo de 6.000 espectadores; si bien insistieron en que en el caso del Eibar “eso se puede hacer buscando otras alternativas, que las hay”. En cualquier caso, aseguraron no conocer “ningún caso de descenso administrativo de categoría por no llegar al aforo mínimo exigido”.
Alternativa Los residentes en las inmediaciones de Ipurua criticaron duramente el proyecto planteado por la S.D. Eibar para aumentar el aforo del estadio “agrandando inicialmente la tribuna norte”. A su entender, ese proyecto, que en estos momentos se encuentra en periodo de alegaciones y a la espera de ser aprobado definitivamente por el Pleno municipal, “además de suponer un coste del orden de 1,6 millones de euros”, convertirá la calle “en una especie de túnel-aparcamiento, con humos, ruido, falta de luz y sol que, además de a los vecinos, perjudicará a las aproximadamente 4.000 personas que usan la plazoleta existente entre las dos torres de Indalecio Ojanguren como lugar de ocio y recreo”.
Por ello, los representantes vecinales consideran que, en el caso de que sea realmente necesaria, la ampliación del aforo del estadio se acometa “en la tribuna sur” porque “permitiría obtener unas mil localidades más y tendría varias ventajas”. Entre otras, los ciudadanos citaron que “al ser modular, metálica y atornillada” la grada “tendría un carácter provisional, con la particularidad de que debido a las características de la estructura también se podría considerar permanente, si así se plantease”.
Otra de las ventajas de aumentar el aforo por la tribuna sur sería que “minimizaría el impacto urbanístico y ambiental, porque la ampliación se plantearía hacia la carretera de Elgeta, donde no hay viviendas”. Todo ello, sin olvidar que no se causaría perjuicio alguno a los vecinos y se cumpliría la premisa principal, que es la de aumentar el aforo del estadio”.
Con esos argumentos, los residentes aseguran no entender “que no se haya planteado un mínimo debate sobre las posibles soluciones”.