donostia - El remonte tiene un nuevo campeón. Julen San Miguel derrotó al defensor del título de las dos últimas ediciones del campeonato individual, Javier Urriza. A los 27 años, el zaguero doneztebarra subió por fin al primer escalón del podio individual, desde donde dedicó el éxito a toda su familia, pero en especial a su botillero, Jon Ezama, con el que ha formado un tándem perfecto.
¿Cómo celebró la txapela?
-Hice una pequeña cena con la cuadrilla y luego dimos una pequeña vuelta. Nos juntamos casi todos. Unos 20 o así. Solo faltaron Niko Mindegia, que juega a balonmano en un equipo húngaro, y mi primo Ibai, que está en Alemania.
La ocasión lo merecía...
-Así es. Tenía muchas ganas de ganar la txapela porque durante todo el año estaba jugando bien y llevaba varios años ahí arriba, pero siempre se me resistía la txapela individual. Pero el sábado salí a jugar muy tranquilo, salí a disfrutar, me salió todo bien y pude ganar.
¿Ganar le resultó tan sencillo como dice el resultado (19-30)?
-No fue fácil, pero desde el tanto 1 le hice mucho daño a Urriza con el saque. Empecé sacando y me escapé en el marcador. Me puse 6-1 de salida, mantuve la diferencia y con esa ventaja de cuatro o cinco tantos se juega con más tranquilidad. Sin embargo, creo que el partido se resolvió a través del saque. Logré 12 tantos y ahí estuvo la clave.
Cuentan las crónicas que Urriza no tuvo su día, pero ¿qué hizo usted para que no lo tuviera?
-Le metí muchos tantos de saque. En un partido a 30, conseguir 12 tantos de saque es mucho. Es prácticamente medio partido. Además, en vez de sacarle a la mano como otros años, muchas veces le forzaba, él restaba justo y luego yo le pasaba por encima y le buscaba el rebote. Esa era mi intención porque sabía que en el peloteo no tenía nada que hacer.
¿Qué le pareció el material?
-Para la final había tres tipos de pelota, las mismas con las que hemos jugado durante todo el campeonato: pelota baja, pelota de medio bote y pelota muy viva, que es la que normalmente elegimos los zagueros para hacer daño con el saque. Cada uno cogió lo que más le convenía. No hubo problemas.
Ha necesitado tres finales para conseguir su primera txapela individual. ¿A la tercera va la vencida?
-La verdad es que sí. Tenía muchas ganas. Había jugado dos finales, ésta era la tercera y si perdía... Perder tres era mucho. Pero esta vez salió todo bien. Jugué bien desde el tanto 1 hasta el 30. Después de ganar la txapela me he quitado 30 kilos de encima (risas).
Derrotó a Urriza y a Koteto Ezkurra, que hizo de botillero de su rival. ¿Qué le pareció?
-Me sorprendió mucho porque, siendo Koteto de Doneztebe, mi pueblo, que se pusiera en mi contra el día de la final... Pero cada uno es libre de hacer lo que quiere. Fue una sorpresa, pero salí centrado, hice un buen partido y me llevé la txapela a casa.
Ezkurra le ganó en su primera final y Urriza en la segunda. ¿Se vengó así de sus dos verdugos?
-Es cierto. La primera final individual que jugué fue contra Koteto y perdí 30-24; y el año pasado contra Urriza perdí 30-28. Del partido contra Urriza recuerdo que no jugué bien, que no le hice daño con el saque y aún así le hice 28 tantos. Este año me veía con juego, salí tranquilo y pude ganar.
Una txapela buena para usted y ¿buena para el remonte?
-La verdad es que sí. Hasta ahora las txapelas siempre las ganaba Urriza, así que el cambio de nombres es bueno para el remonte y para la pelota. Pero sobre todo para mí (risas).
De momento el remonte profesional sigue aguantando...
-Creo que es a través del esfuerzo de todos. La cosa no está bien, pero entre todos estamos tirando del carro y a ver podemos aguantar unos cuantos años más.
En frontón largo, frontón corto o donde sea, ¿no?
-Está claro. En este sentido hay que resaltar la labor que hace la Fundación Remonte Euskal Jai Berri. Es para enmarcar. Organiza partidos por un montón de pueblos de Navarra y Gipuzkoa y también muchos torneos. Sin ir más lejos, dentro de poco iremos a jugar a Soria. Su labor también viene bien para todos.
¿Hay cantera?
-Yo estoy de monitor en dos escuelas. En Doneztebe tenemos 17 chavales y en Pamplona hay 15. A ver si sale alguno y pronto vemos una cara nueva en el remonte.
De los nuevos profesionales, ¿hay alguno que ya les apriete?
-Creo que ya hay alguno. Josetxo Ezkurra, el sobrino de Koteto, está jugando muy bien. Tiene 22 años y es un pelotari que puede llegar arriba.
¿Alguno les tutea?
-Aquí te puede tutear cualquiera. Solo hay que mirar la semifinal de Urriza. No tuvo su día y Uterga casi le da un susto. Al final ganó Urriza por la mínima, pero te la juegas todo a un partido y te puede ganar cualquiera.
Y el año que viene...
-Tendré que salir como este año. A ver si puedo hacer mucho daño con el saque y a defender la txapela.