“Me duele ver a los chavales mal por una Liga que no garantiza las condiciones mínimas de igualdad”
El míster de Orio es un hombre que está a las duras y a las maduras, sobre todo a las duras. No se esconde y reconoce que el palo de este fin de semana ha sido “duro”
donostia - ¿Cómo explicaría lo sucedido en Hondarribia?
-Bueno, lo que sucedió en Hondarribia hay que ligarlo a lo que nos ha ocurrido este fin de semana pasado en su conjunto. En Noja hicimos nuestra mejor regata del año, pero no nos lució en el resultado por las condiciones en las que competimos. Nosotros, como club, fuimos los únicos que nos opusimos a que se remara allí, puesto que sospechábamos que, a medida que fuera transcurriendo la regata, habría muy poco caudal y, precisamente, a nosotros, los únicos que nos quejamos, nos tocó la peor calle. Remamos con menos de cinco metros de agua, cuando por la calle 4 había quince. Entonces, para estar en la pelea por la regata, tuvimos que hacer un sobreesfuerzo bestial que, en parte, lo pagamos al día siguiente en Hondarribia. Pero es que, por si no fuera poco, fuimos a Hondarribia y nos vimos bogando en la desembocadura de un río, con media marea, y en la calle más expuesta a la corriente. En menos de 24 horas se nos ha juntado un poco todo y el equipo no ha podido demostrar el nivel que tiene.
Se le nota molesto...
-Sabemos que remamos en la mar, y asumimos con naturalidad que puede haber un cambio de viento o de marea, pero nos duele que nos hagan competir en un campo tan desigual como el de Noja, en el que hay diez metros de diferencia de fondo de agua entre calles. Y en ese sentido, me duele ver a los chavales ilusionados por una Liga que no garantiza las condiciones mínimas de igualdad que debería haber en un campo de regatas. Es un despropósito. Los clubes nos sentimos muchas veces obligados a no salirnos de los parámetros que nos marcan los dirigentes. Es curioso que alardeen de la igualdad de la Liga, cuando ese espectáculo es totalmente mérito de los clubes, y no se preocupen tanto porque haya garantías de igualdad en los campos. Cuando nos toca un fin de semana como este, es muy difícil luego explicar a los chavales lo acontecido. Ha sido un palo duro.
Y, si sabían del perjuicio de la calle 1, ¿por qué apuestan en el último largo del domingo por mantenerse en su calle?
-Teniendo en cuenta que nos perjudicaba mucho la corriente a la ida, queríamos aprovecharla a la vuelta. Pero, ni con esas, porque el movimiento de las motoras en la parte exterior del campo, y las olas provenientes de los yates no nos permitían ganar algo en ese último largo.
Poniendo la vista en lo que queda de Liga, el domingo afirmó que había que quitarse la ilusión de la Liga. ¿Hoy (por ayer) opina igual?
-Por supuesto, porque ya no depende de nosotros. Ahora dependemos de que Hondarribia tenga en Portugalete y Bilbo las desgracias que hemos tenido que sufrir este fin de semana, que les toque la peor calle o algo por el estilo, y eso no nos puede ilusionar. No podemos trabajar pensando en que el rival tenga mala suerte en el sorteo. El domingo, en Bilbo remaremos en baja mar, sin agua, y ¿ahora tengo que esperar a que Hondarribia se quede embarrancado en el fango que hay a la altura del Guggenheim? Son nuestras únicas opciones, pero eso no ilusiona en absoluto. Si tenemos que ganar así, vaya fiasco de Liga...
Han sido una de las traineras que más rotaciones ha hecho en el bote durante julio. ¿Su fondo de armario puede resultar clave en este último tramo de temporada?
-Bueno, como nosotros, la mayoría acaba haciendo menos cambios cuando va avanzando la temporada. En ese sentido, llega un punto durante la campaña que las necesidades varían y ahora importa más el hacer un bloque, pulir detalles y se hacen menos cambios. Consideramos que tenemos buena plantilla, pero sabemos que hay equipos tan buenos o mejores que el nuestro y no creo que se noten diferencias por ello.
Nos acercamos a La Concha, ¿cree que la batalla de la Liga puede perjudicarles con respecto a Kaiku, que solo le queda este objetivo?
-Sí, creo que, por ejemplo, nosotros este fin de semana podremos competir con menos tensión; Hondarribia, no. Ellos dependen de no fallar y eso desgasta. Pero con respecto a Kaiku, nosotros también hemos tenido que batallar a tope todas las regatas y eso de cara a La Concha es mejor no haberlo pasado.
¿Entonces le otorga la vitola de favorito?
-No. Comenté al inicio del curso que había cinco traineras que veía superiores. Portugalete debe reaccionar ya si quiere dar signos de poder estar en la pelea, pero a los cuatro integrantes de la tanda de honor de 2013 les doy las mismas posibilidades.
Haciendo un análisis en frío, ha logrado asentar a la ‘San Nikolas’ entre los botes punteros. ¿Qué nota le da a la temporada?
-Un notable alto, buscando un sobresaliente en el final de temporada. Nuestros objetivos se están cumpliendo: el año pasado nos metimos arriba de forma algo inesperada, pero esta campaña nos hemos asentado en la tanda de honor y mejorado nuestro rendimiento. Si es cierto que, quizás, se crearon al inicio de verano unas altas expectativas que no se están cubriendo, pero todavía queda un mes y lucharemos por lo que queda. Si hablamos en un prisma de un ciclo, seguimos evolucionando.