Hondarribia coge impulso
liga act los verdes alejan a orio en la general, tras el pinchazo de los amarillos, en una regata en la que la ‘foto-finish’ volvió a privarle de una bandera que se llevó urdaibai
donostia - Cuánto cuesta ganar en la Liga ACT, y qué poco se necesita para caer a la mitad de la tabla. Hondarribia y Orio vivieron ayer en sus carnes estas dos máximas de la competición. El mejor ejemplo: del primero al segundo, 32 centésimas; del tercero al sexto, nueve segundos.
La Ama Guadalupekoa quiso completar un fin de semana perfecto con una victoria, pero, igual que en Donostia dos semanas antes, una trainera vizcaina le privó del doblete por menos de un soplo. Si en la Bahía de La Concha a los bidasotarras les faltó 14 centésimas para arrebatarle la bandera a Kaiku, ayer, en Zierbena, Urdaibai les robó el primer puesto en los últimos metros, por 32 centésimas. Menos de medio segundo que le dan el toque agrio a un periplo vizcaino muy dulce para los verdes. En el bote se han convencido de que la Liga es posible. Vencieron con autoridad el sábado en Getxo y en la general son más líderes. Cuatro puntos sobre Orio que bien podían ser seis. La rigurosa sanción de la ACT a Kaiku el sábado y el cronómetro ayer le han privado de llegar al parón liguero con un colchón considerable de puntos.
En Hondarribia la paciencia es una capacidad intrínseca de su trainera. Un factor de mucho valor para la Ama Guadalupekoa, que siempre piensa en positivo y rara es la ocasión en la que se precipita. Comenzó la temporada con un quinto puesto que no dejaba contentos a los bidasotarras, pero eso no mermó sus ilusiones. Tampoco lograron vencer en Galicia. Es igual, el tiempo será amigo y nos pondrá en nuestro sitio, decían en el club fronterizo. Hoy, con la etiqueta de ser la trainera en mejor forma, los verdes se acuerdan de todo aquello. También de los cuatro años que el grupo lleva unido, intacto, añadiendo juventud y sumando veteranía. Todo a la vez.
El campo de regatas de Zierbena esperaba en la novena jornada y se presentó, tras un año de ausencia, con la mar prácticamente hecha un plato y una brisa de aire que resultaba hasta agradable para los remeros. Los botes tenían ante sí una buena oportunidad de remar en igualdad de condiciones tanto en tandas como en calles. Y se notó. Salvo Pedreña, que no posee el nivel de la categoría, las once traineras restantes bajaron de los 20 minutos.
Tiempos excelentes que dan buena cuenta de la competencia en la elite. En la primera ciaboga de la tanda de honor, nadie mejoró el crono de Astillero, el décimo en la clasificación final, lo que hacía prever sorpresas. En el retorno, cuando mejor se dejan ver los vatios de las plantillas, ya despejaron fantasmas Kaiku, Hondarribia y Urdaibai. No en cambio Orio, cuyo despiste con la estacha en la salida le puede costar muy caro. Casi de manera imperceptible, segundo y medio antes de que el juez de mar bajara la bandera, Irakoitz Etxeberria no reguló bien las distancias y ello conllevó que la San Nikolas saliera un metro por detrás que sus rivales. Un problema grave para los aguiluchos, que vienen demostrando que les cuesta mucho remar a contracorriente. Con los rivales por delante, se inquietan y salen de su remada. No tiene otra explicación, si no, el pinchazo de los oriotarras. Los segundos iban cayendo con el paso de la prueba, cada palada pesaba más en las tostas amarillas, y las fuerzas flaqueaban. En el tercer largo, las alarmas se encendían en Orio. A doce segundos de la cabeza, sus tiempos le hundían en la tabla. Quinto, sexto, séptimo, octavo. El reloj le iba bajando puestos, y necesitaba un revulsivo urgente para salvar la situación.
La solución la encontraron en su rush final. Los últimos metros los sufrieron como si fueran los más importantes del año y solo así mejoraron a Tirán y Zierbena. No les bastó para pasar a San Juan, que superó a los aguiluchos por 32 centésimas. Tampoco la moneda al aire de los decimales estuvo con ellos. Día duro para un grupo al que el parón de la ACT, por la disputa de los campeonatos territoriales, le va a venir como anillo al dedo. Igor Makazaga, su míster, necesita insuflar confianza y ánimo a los suyos para que vuelvan por la buena senda.
desenlace de infarto Por delante de Orio, la tensión impedía a los capos pensar en el bajón del favorito. Hondarribia comandaba con maillot y ánimo de líder la regata, pero a su vera, dos motivadas embarcaciones vizcainas le impedían escaparse. La victoria parecía estar en sus manos a falta de 300 metros, pero ahí resurgió un grito mezclado de fuerza y rabia llegado desde las cercanas aguas de Bermeo para impulsar a la Bou Bizkaia hacia la victoria. Era su público, que lo animaba con fervor desde la orilla. No se dejaron ni un gramo de fuerza en la recámara y lograron el objetivo. Los txos celebraron su primer triunfo en un cara a cara con los mejores, mientras la Ama Guadalupekoa maldecía su especial historia con las foto-finish.
San juan, a tanda de honor Jornada redonda la que vivió ayer San Juan. Los rosas, tras su fiasco del sábado, se rehicieron con maestría del lamento. Cosecharon un meritorio quinto puesto, tras vencer la primera tanda. Este resultado, unido al descalabro de Cabo y el séptimo lugar de Tirán, le dan billete para estar con los mejores el próximo sábado de regatas. Por su parte, San Pedro logró superar en su guerra particular a Astillero, pero le faltaron centésimas para colar a Cabo entre su trainera y la cántabra. Lo mismo le ocurrió con Zierbena, a la que no pudo alcanzar por menos de un segundo. Dos puntos -de ventaja- que se le escapan, pero la victoria ante la San José XII animará a una plantilla inmersa ya en una lucha psicológica por eludir el play-off. Agosto es largo, tiene 31 días, y la permanencia, muy dura. El espectáculo volverá en dos semanas, en Galicia, con las pilas recargadas.