Duración 54:41 minutos; 22:16 de juego real.
Saques 1 de Martínez de Irujo (tanto 13).
Faltas de saque Ninguna.
Pelotazos 480.
Tantos en juego 4 de Titín III, 11 de Martínez de Irujo y 1 de Barriola.
Errores 6 de Titín III, 3 de Merino II, 5 de Martínez de Irujo y 1 de Barriola.
Marcador 1-0, 1-1, 2-4, 4-5, 5-7, 5-8, 6-8, 6-9, 7-17, 8-18. 9-19, 9-20, 10-21 y 10-22.
Incidencias Partido correspondiente a la tercera jornada de la primera fase del Campeonato de Parejas de la LEP.M disputado en el frontón Beotibar de Tolosa. Gran entrada. De salida se cantaron posturas de 100 a 30 favorables a Martínez de Irujo y Barriola. Sin botilleros, al tratarse de un enfrentamiento entre dos combinaciones de la misma empresa, Aspe.
donostia. Rodillas ensangrentadas y cara desencajada por el esfuerzo. La imagen de un gladiador. Ayer, David Merino terminó el partido exhausto después de haber luchado contra viento y marea ante dos colosos como Juan Martínez de Irujo y Abel Barriola. El zaguero de Villar de la Torre y Titín III realizaron una defensa numantina. Una gran muralla para contener todos los ataques. Pero el delantero de Ibero y el lei-tzarra son como un poderoso ariete, capaces de terminar con todo, y lo volvieron a demostrar imprimiendo una marcha más al juego para derribar todas las opciones de sus rivales con un contundente 10-22.
Irujo salió a por todas, intentado terminar el tanto de cualquier manera. Pero, cuando la dejaba al txoko, aparecía Titín cual felino; y a la hora de cargar el juego atrás, Merino II contestaba con potencia. Sin embargo, el delantero de Ibero no cesó en su empeño y consiguió su objetivo trabajando duro hasta que minó la resistencia y la moral de los riojanos. Los colorados plantaron cara hasta el 6-8, pero, a partir de ahí, los navarros pusieron pies en polvorosa y se marcharon hasta el cartón 22.
Pero la labor de Martínez de Irujo no habría tenido ningún efecto sin la inestimable colaboración de Barriola. El leitzarra, sin hacer ruido, apareció en todas las partes de la cancha, cubriendo los pocos agujeros que dejó Juan. Además, a pesar de no tener la pegada de su oponente en los cuadros traseros, volvió a mostrar su versión más precisa, llevando siempre la pelota al verde. El leitzarra cometió solamente un error y fue decisivo para derribar la defensa de los riojanos, que batallaron hasta que el físico les aguantó tras la ofensiva sin tregua de los navarros.