su primer partido oficial en Illunbe -un duelo ante el Breogán que él mismo resolvió con un triple en la última jugada de la segunda prórroga- ya hacía intuir que era un jugador especial y que podía marcar una época en las filas del Gipuzkoa Basket. Así fue. Durante cinco cursos, Andy Panko (Harrisburg, 36 años), el mítico número siete (number seven, como era presentado al inicio de cada partido) fue el sheriff de Illunbe, uno de los jugadores clave para entender el crecimiento del club desde su llegada en 2007. Su último partido con la camiseta del GBC fue el 20 de mayo de 2012, en el play-off ante el Valencia. Hoy regresa por primera vez a la que fue su cancha durante un lustro, y lo hace con la camiseta del Fuenlabrada, equipo por el que firmó este pasado verano.
"Será especial, claro, cómo no", reconoce Panko con su inconfundible acento yanqui, el mismo con el que pronuncia su habitual "Qué pasa, tío" cuando descuelga el teléfono. El alero atiende a este periódico antes de coger el autobús rumbo a Donostia. "Estoy emocionado por volver, por ver a los amigos que dejé ahí. San Sebastián es mi casa en Europa, no es habitual para un americano estar en un mismo equipo cinco años. Mi familia y yo pasamos una muy buena época ahí, pero mañana (por hoy) no quiero ponerme nostálgico. Por un lado, quiero que sea un día alegre y, por otro, tengo que centrarme en el partido y en ganar con el Fuenlabrada".
Panko espera un buen recibimiento por parte de la afición: "Los fans me respetaron mucho durante los cinco años que estuve ahí y espero que sea agradable". No es para menos. El de Harrisburg ya es parte de la historia del GBC, en el escalón más alto junto a Ricardo Uriz y David Doblas. Son los tres jugadores con los que la afición más se ha identificado desde el nacimiento del club. No es osado decir que se trata del mejor jugador que ha pasado por Donostia. Fue el MVP de la LEB Oro en el curso 2007-08 y, tras consolidarse como uno de los mejores aleros de la ACB, siempre en lo más alto de las clasificaciones individuales, se destapó en su última campaña en Illunbe, la 2011-12, convirtiéndose en el máximo anotador de la competición con 18,9 puntos de media y también en el MVP.
Del GBC se fue al Panathinaikos, donde no cuajó, y de ahí al Unicaja, equipo en el que tampoco brilló. Este pasado verano pudo regresar a Donostia, y de hecho estuvo cerca de hacerlo, pero finalmente se decantó por el Fuenlabrada. "Honestamente, la oferta económica no era muy buena. Hablé con Álvaro Bilbao y con Germán Cea, pero elegí fichar por el Fuenlabrada. Pero no todo es el dinero, a veces es difícil volver a un sitio que te lo ha dado todo durante tantos años. De todas maneras, no descarto regresar algún día". Con 36 años cumplidos el pasado 29 de noviembre, puede parecer imposible, pero Panko piensa en alargar su carrera profesional unos años más. "Me siento muy bien ahora mismo. Cada verano me siento con mi mujer y lo hablamos, pero por ahora me veo bien, jugando a buen nivel y sigo teniendo ganas de competir. Tengo 36 años, pero mi cabeza y mi cuerpo son más jóvenes". Lo único que ha cambiado es que en Fuenlabrada no están con él ni su mujer ni sus dos hijos. "Han venido a pasar unos días conmigo y se han ido hoy (por ayer). Los niños tienen que ir al colegio y es mejor que vivan en Estados Unidos", explica.
El buen momento que dice vivir queda confirmado echando un vistazo a los números. En Fuenlabrada, Panko ha recuperado su voracidad de cara al aro contrario. Es el tercer máximo anotador de la ACB con 17 puntos de media, solo por detrás de Jason Robinson y Blagota Sekulic, ambos con 17,5. Además, en los tres últimos partidos ha superado los 20 puntos. Es decir, ha vuelto el Panko del GBC, el alero o ala-pívot difícil de parar por su capacidad para anotar tanto penetrando como lanzando desde lejos, capaz de tener un 38% en triples y de forzar cuatro faltas por partido gracias a sus entradas a canasta. "No me preocupan mis números, siempre lo he dicho. Me adapto a lo que sea, pero mi rol aquí también es anotar".
Pese al buen papel de Panko, el Fuenlabrada no termina de arrancar y hasta el momento ha ganado solo cuatro partidos. Pero el de Harrisburg avisa: "Vamos a más. Hay que tener en cuenta que somos muchos jugadores nuevos (solo siguen Feldeine y Javi Vega) y que es difícil acoplar todo. Estamos compitiendo bien y en el último partido pudimos ganar al Barcelona".
Panko se declara admirador del GBC: "Soy fan del equipo porque he estado allí cinco años maravillosos y por lo bien que está jugando este año. Es un equipo que juega duro, con varios jugadores que ya conocen los sistemas de Sito Alonso y con Robinson a gran nivel. Están en gran forma. Tengo ganas de enfrentarme a ellos y de saltar a la cancha de Illunbe. Será un día especial".