Una regata en su memoria
este fin de semana donostia celebrará la 14ª edición del prestigioso homenaje a vicente munilla
A menudo, cuando un ser querido abandona nuestra rutina diaria, sentimos a flor de piel esos recuerdos que perdurarán por siempre en la recámara. No hay mejor manera de rendir homenaje a esa persona que reunir a un amplio elenco de amigos, más aún si se practica el hobby preferido del venerado. Vicente Totó Munilla, subcampeón de Europa de vela en la modalidad 470 en 1967 y 1970, se caracterizaba por ser un hombre alegre, divertido y social. Su afán de superación, fuerza interior y amabilidad derivaron en la integración del mundo de la vela en todo Euskadi. Su hijo, Iñigo Munilla, enfatiza en la figura de su padre: "Fue un navegante, le apasionaba el mundo de la vela". Desgracias de la vida, Vicente falleció a finales de 1997, a los 53 años de edad, víctima de un trágico accidente.
La ocasión lo merecía y sus hijos, junto a la colaboración del Real Club Náutico de Donostia, organizaron "el típico homenaje" cuyo objetivo era ensalzar la vida de su padre. Iñigo todavía recuerda la primera edición, cuando "vinieron entre diez y quince participantes". No obstante, es preciso recurrir al pasado para entender el origen de la Regata Internacional Ciudad San Sebastián-Memorial Vicente Munilla.
un origen internacional
Lo importante es el homenaje
Tras la desaparición en el año 2000 de la regata Plymouth-San Sebastián -que se celebraba cada dos años- por falta de acuerdos e instalaciones en la capital guipuzcoana, la familia Munilla y el Náutico vieron la oportunidad de seguir dotando a la ciudad de un laureado campeonato internacional, mezclándolo, a la vez, con el homenaje a uno de los grandes. Iñigo, añade que "queríamos conjugar las dos cosas y teníamos la oportunidad de abarcar toda la costa francesa y la del cantábrico".
Precisamente, los participantes que engloba desde La Rochelle hasta los más adentros de Galicia, son los que otorgan a esta regata el título de internacional. La primera edición se dio junto a la entrada del nuevo milenio, teniendo la suerte de que "las instituciones se volcaron dándonos los recursos necesarios". Más allá de lo deportivo, Iñigo exhibe que lo importante "era el mensaje en sí, hacer un homenaje a mi aita".
Actualmente el Memorial Vicente Munilla goza de un gran prestigio en la zona norte del Estado, al "estar entre las tres o cuatro mejores regatas de la costa vasco-francesa". El acto siempre se celebra el segundo o tercer fin de semana de julio, y esto se debe a que "el calendario se delimita" a las regatas que se vienen programando a lo largo del Cantábrico.
Un fin de semana muy especial
La cena en Miramar, la estrella
La 14ª edición de la Regata Internacional será este mismo fin de semana y constará de dos jornadas. El sábado (12.15 horas) "se hace un largo desde Hondarribia hasta San Sebastián", con previo paso por el Cabo Higuer. Iñigo Munilla anima a todo aquel enamorado de los paisajes a acercarse "a partir de las cuatro de la tarde al Paseo Nuevo", donde podrán presenciar "algo muy bonito" al ver cómo todos los barcos "entran en la Bahía de La Concha".
Como novedad para la habitual cena de gala en el Palacio de Miramar de este mismo sábado, Iñigo "agradece a Aceites Arbara" por teñir de sabor a tan señalada fecha. La cena de este sábado estará dirigida a 300 personas, las cuales vienen a ser "regatistas, amigos y personal de organización y proveedores". Esta gala es muy importante para la regata, ya que es "un evento diferenciador" frente al resto de torneos. A su vez, "mucha gente viene desde Gijón y Santander para esta cena", confirma Iñigo.
Fundación why not
En busca de una sociedad justa
Desde hace tres años, la regata ha ido haciendo una clara distinción entre lo exclusivamente lúdico-deportivo y extradeportivo. Hay que valorar el esfuerzo que hace la familia Munilla más allá de la simple competición, preocupándose de aspectos puramente sociales. Pablo, también hijo del homenajeado, creó hace tres años la Fundación Why Not.
Es una organización pequeña que nace con un proyecto grande y, según Ainara Hernando (miembro de la fundación), "se dedica a buscar actividades de ocio para los enfermos mentales". El objetivo de Why Not es "darle un poco de visibilidad a este tipo de enfermedades que siempre están ocultas", a la vez que el propio Memorial Vicente Munilla les da la opción de "recaudar fondos".
la crisis azota a las regatas
"Llegar a los 50 sería bonito"
En el año 2005 llegaron a participar un total de 72 embarcaciones, mientras que el año pasado compitieron 42, casi la mitad. Este año se respira un ambiente ligeramente similar al anterior, pero todavía no se sabe a ciencia cierta, ya que los cierres de registros para la Regata Internacional serán este sábado, día del inicio de la misma, a las diez de la mañana. Iñigo Munilla cuenta que "ya tenemos más de 33 barcos inscritos, pero somos optimistas". Puestos a elegir, para el organizador sería una cifra muy bonita "llegar a los 50", siendo conscientes de que la crisis afecta a los participantes y proveedores.
Después de catorce ediciones, es inevitable saber qué devenir le depara a esta prestigiosa regata. "Estamos encantados en cuanto al tamaño de evento", comienza Iñigo, "aunque la crisis nos está haciendo daño". Lo han notado por parte de los patrocinadores e instituciones".
Pese a la creciente tormenta y humareda negra que merodean a este tipo de pruebas, la Vicente Munilla sigue con fuerzas: "Nos estamos ajustando a la situación actual, queremos que la gente también se adapte".
Un valiente como Vicente Munilla estaría esbozando una sonrisa cada vez que viera tomar a los veleros la línea de salida. Su hijo Iñigo, orgulloso de él, no duda en agradecer "a todos los patrocinadores, colaboradores y participantes que hacen posible este evento". Más de uno se pegará en tu honor un buen chapuzón este fin de semana, Totó.