Donostia. "Soy un pelotari raro", señala Beñat Rezusta (Bergara, 13-II-1993), un tallo de zaguero con 1,92 metros de altura y 88 kilos de peso. El guipuzcoano cuenta que "soy raro porque soy un zaguero zurdo. Me han dicho que ha habido un par de ellos hace años, pero no muchos. Siendo zaguero y zurdo, con la derecha me cuesta bastante. Creo que por la cancha me muevo bien y con la izquierda ando cómodo. Con la derecha tengo bastantes fallos aún, tengo que trabajarla".

Debutó el lunes, en los Sanjuanes de Eibar y en mitad de uno de los días con más misticismo en el curso veraniego, cuando el Astelena se viste de largo por las fiestas eibarresas. Un día especial. La presencia de un guardaespaldas zurdo abre de nuevo una vía casi muerta en la mano profesional. Apenas han existido este tipo de zagueros: Gereñu, Azpitarte o Milikua son de los pocos ejemplos. Tras la retirada de Jokin Etxaniz en 2005, no había ningún profesional de la villa guipuzcoana en activo.

El partido del lunes junto a Aritz Lasa frente al otro debutante, Jaka, y Peñagarikano fue el final de un camino hacia el debut a toda velocidad. Montado en el Ferrari de las circunstancias, Beñat ganó el Bergara Hiria. Los rectores de Aspe, presentes en la final, se enamoraron de su juego y le hicieron la oferta. Cuenta Rezusta que no "me lo esperaba". "Fue una sorpresa. No me lo esperaba porque había entrenado antes con ellos pero hacía tiempo que no iba a entrenar ni nada. Jugué la final del Bergara Hiria y a los pocos días me llamaron porque pensaban que podía debutar", relata el zurdo, que no tenía precontrato con ninguna de las dos operadoras manistas hasta que Aspe se lanzó a su fichaje. La noticia le llegó en casa, antes de ir a entrenar. "Estaba con mi hermana y los dos nos quedamos que no sabíamos ni qué contestar. Al principio nos dieron la noticia a nosotros, pero dijeron que hasta que no firmáramos tampoco anduviéramos contándolo", relata el bergararra. Así, con victoria y una buena actuación, Rezusta amaneció en el campo profesional.

Beñat anda muy bien en el mano a mano, donde puede demostrar también su valía: "Antes no me gustaba, pero los últimos dos años he disputado bastantes partidos. Es como todo: si juegas, le coges el truco. Estos últimos meses he estado jugando bastante y muy a gusto". Y como dice él, es un pelotari raro, un zaguero que tiene como ídolo a un delantero puro, a Titín III. "Siempre me ha gustado su forma de jugar. Ojalá me tocara algún partido con él o contra él, porque para mí sería bonito. Tras verle toda la vida, sería increíble", sostiene el guardaespaldas.

"Ahora me toca aprovechar la oportunidad. Me tocará entrenar todo lo que pueda y cuidar la mano, que es importante. Si la mano está mal, no funciona nada", confiesa Rezusta, que agrega que "llevo una temporada buena con las manos, aunque hace no mucho pasé una mala. Poco a poco he ido recuperando y cuidándome". El zaguero ha terminado un módulo superior de Mecanizado y ahora "toca currar en la pelota".

jaka, valiente y reconvertido Erik Jaka fue la otra cara de la moneda en Sanjuanes. Cayó y no tuvo la suerte de su lado, pero demostró ser valiente y no achicarse ante nadie. Exhibió el aire de zurda y atacó sin resquicio. El de Lizartza es un delantero que comenzó su andadura como zaguero. En juveniles, se reconvirtió y ha encontrado cerca del frontis su mejor versión. Con la zurda anda bien, pero falla en defensa, donde tiene aún umbral de mejora.