DONOSTIA. La segunda semifinal del Manomanista de la LEP.M se puede catalogar como un enfrentamiento entre David y Goliath. De un grande contra un pequeño. Del defensor del título y tricampeón, Aimar Olaizola, contra el aspirante y gran revelación de la presente edición del torneo, Mikel Urrutikoetxea.

La comparación de cifras resulta demoledora en cuanto a experiencia y títulos. Desde la edad de ambos hasta las txapelas que han conseguido uno y otro. Para empezar, Aimar Olaizola, de 33 años, le saca nueve y medio a su rival, que acaba de cumplir 24. Y por si esto fuera poco, le triplica en lo que a trayectoria profesional se refiere, ya que el goizuetarra debutó hace poco más de tres lustros y Urrutikoetxea alcanzará su cuarto año como pelotari de Asegarce el próximo 13 de junio. Solo por esta diferencia se entiende también lo referente a la disputa de partidos en el Manomanista: mientras que Aimar no se ha perdido el torneo desde que en 2000 lo disputara por primera vez y ya acumula 38 partidos, su rival se prepara para el que será su séptimo compromiso en un torneo que disputó por primera vez hace un par de años.

La cuestión de las txapelas también coloca a Aimar como claro favorito, porque acumula una decena en el cómputo global de su palmarés, de las que tres son del Manomanista. Y no solo eso, sino que ha disputado otras cuatro finales más del mano a mano que no pudo ganar. En cambio, Urrutikoetxea ha alcanzado este año su techo, ya que en sus dos participaciones anteriores solo había sido capaz de superar una eliminatoria.

Pero son cifras y el vizcaino se ha convertido en la gran revelación del campeonato. Por juego y por resultados, mientras que Aimar reconoció no haberse encontrado cómodo en su debut contra Barriola, aunque el sábado será otra historia.