Donostia. Otro partido en Illunbe, otra final. En la segunda vuelta liguera, esta es la rutina para el Lagun Aro GBC, que vive desde hace tiempo con la soga al cuello y que disputa un partido a vida o muerte tras otro en su cancha. Por ahora, el equipo de Sito ha solventado todas sus citas decisivas con triunfo -lleva cuatro seguidos como local-, pero la exigencia no ha disminuido. Ni mucho menos. De hecho, y pese a su buena racha, el Lagun Aro se encuentra en uno de sus momentos más delicados porque está a dos triunfos de la permanencia cuando solo quedan seis jornadas para el final. Llegó a estar fuera del descenso hace poco, pero la impresionante reacción del Fuenlabrada, que desde entonces suma cuatro triunfos consecutivos -el último ayer en la cancha del Estudiantes- ha roto todas las cuentas.

El Cajasol es ahora, por tanto, el que marca la salvación, y precisamente el conjunto de Aíto García Reneses -un técnico muy unido a Sito porque ambos trabajaron juntos durante tres temporadas en el Joventut- es el rival de hoy en Illunbe (12.00 horas). Por mucho que después queden otros cinco partidos, el choque de este mediodía es absolutamente decisivo para el Lagun Aro, que en caso de derrota diría prácticamente adiós a la ACB a expensas de un milagro. Una victoria, en cambio, metería a los de Sito de nuevo en la pelea, aunque siempre con el problema añadido del terrible calendario que le espera y de la necesidad de sumar muchos triunfos. La tercera opción, y evidentemente la mejor, es ganar recuperando el average, por ahora muy favorable a un Cajasol que en la primera vuelta liguera se impuso en su cancha por 73-57. Los 16 puntos son una desventaja muy difícil de recuperar, pero el Lagun Aro ya consiguió superar un -11 al Fuenlabrada y un -15 al Valladolid. Así que derrotar al Cajasol por más de 16 puntos tampoco parece una misión imposible y multiplicaría las opciones de permanencia.

El equipo llega a la cita confiado, sobre todo por el buen nivel que ha mostrado los últimos dos meses en su cancha. La derrota del pasado fin de semana en Zaragoza ya ha quedado en el olvido y los jugadores están mentalizados de volver a ofrecer su mejor versión. En este sentido, todos los ojos están puestos en los dos americanos, Woods y Finley, cuyo liderazgo anotador es absolutamente imprescindible y que en Zaragoza no estuvieron a su mejor nivel. Pero también será necesaria la aportación de Doblas, Salgado, Neto, Papamakarios... y de la afición, que últimamente ha ejercido a la perfección su papel de sexto hombre.

El Cajasol viene de ganar al Joventut, rompiendo así una racha de cuatro derrotas consecutivas, y sabe que un triunfo hoy en Donostia le daría la permanencia. Satoransky, el base más corpulento de la ACB, Bogdanovic, Holland, Sastre y Blakney son los mayores peligros del conjunto sevillano, que por cierto ha jugado la Eurocup este curso tras la renuncia del Lagun Aro a disputarla.