Donostia. Le han considerado "un ejemplo de deportividad", "todo lo que Lance Armstrong no es" o "la antítesis" del corredor americano. Es Iván Fernández (Vitoria, 1988) y su nombre ha dado la vuelta al mundo en las últimas semanas gracias a la generosidad mostrada el pasado 2 de diciembre en el Cross Hiru-Herri de Burlada. El corredor alavés se jugaba la victoria de esta carrera con Abel Mutai, nada menos que el ganador de la medalla de bronce en la prueba de 3.000 metros de los pasados Juegos Olímpicos. El keniano llegó antes que Fernández a los últimos metros cuando, pensando que había llegado a la meta, se detuvo. Tras él llegó el gasteiztarra y, viendo la confusión de su rival, lejos de aprovecharse, decidió hacerle ver que tenía que continuar hasta el final, valiéndose incluso de algún empujón para hacer reaccionar a su rival. El gesto de Iván Fernández pasó casi inadvertido entonces, pero, con el paso de las semanas, fue alcanzando una repercusión internacional. Lo sucedido en una discreta prueba atlética navarra acabó teniendo eco en periódicos de tirada estatal. El periodista Piers Morgan, de la cadena CNN, divulgó lo sucedido en Estados Unidos, diarios como The Huffington Post reflejaron los hechos y, al final, varios medios de comunicación de América y Europa acabaron convirtiendo en noticia la deportividad de Iván Fernández, que ha visto su gesto premiado con una popularidad inesperada.

los hechos

"Era lo más correcto"

El alavés, que atendió la llamada de este periódico tras un entrenamiento", relató con naturalidad lo sucedido en Burlada: "Vi que a falta de 20 o 30 metros para la meta Muntai se paraba y saludaba al público, y, claro, me sorprendí. En vez de aprovecharme, lo que hice fue irle avisando de que la carrera no se había terminado y le empujé hasta la meta. En ningún momento se me pasó por la cabeza intentar aprovecharme. Lo fácil hubiera sido pasarle y decir que había ganado a un tercero en los Juegos Olímpicos hace tres meses, pero nunca se me pasó por la cabeza".

Fernández decidió "hacer eso porque era lo más correcto. Creo que era lo que debe hacer todo corredor o todo deportista de elite. No es todo ganar: hay que ser consciente y ser humildes y éticos, y saber dónde está cada uno". Eso si, el campeón vasco de cross también reconoce que "igual en unos Juegos o en unos Mundiales la cosa cambiaría. Son en pista y todo el mundo debería saber dónde empieza y dónde termina la carrera".

debate

"Hay que ganar"

La acción de Fernández no ha agradado a todo el mundo. Por ejemplo, su entrenador, Martín Fiz, considera que Iván tenía que haber ganado: "Hay gente a la que le ha gustado lo que hice, gente que lo respeta y gente que dice que cuando se sale a correr hay que ganar y hasta que no cruza la línea de meta nadie es ganador". Fiz "dice que cuando se calza las zapatillas siempre sale a ganar. Lo que él piensa es tan digno como lo que yo hice. Ha sido una anécdota, y creo que es positivo que no tengamos todo en común". Su gesto también le ha valido alguna broma entre su grupo de corredores, ya que ahora "hay gente que me llama Mutai en lugar de Iván".

repercusión

"Pensé que yo no era el ganador"

Iván Fernández reconoce estar "un poco desbordado" por las repercusiones de su acción. "Tengo muchísimos mensajes en Facebook, en el correo, vía Twitter y vía mi página web. Estoy en una nube, no me lo creo. La verdad es que está teniendo un tirón enorme. No me lo esperaba. Cuando realicé el gesto que hice pensé que yo no era el ganador de esa carrera porque Abel Mutai había sido superior en todo momento en la competición respecto a mí. Creo la gran mayoría habría hecho lo mismo que yo. No pensé en la repercusión que iba a tener esto; creí que iba a ser una anécdota para el día de mañana, que se iba a quedar en el cross".

Entre los mensajes que le han llegado están los de "gente famosa a la que le ha gustado mi gesto. Me han felicitado Melendi, Jorge Lorenzo, Maverick Viñales, Paula Vázquez... y las miles de personas que me han felicitado que son igual de importantes que ellos".

El corredor atribuye el eco de su acción a que ha sucedido "en la época de la Navidad, que parece que todos somos más humanos, y quizás mi gesto haya llegado más alto por todo lo que ha pasado con Armstrong. En el deporte profesional estos actos no se ven o escasean y la gente apoya este tipo de decisiones".

Fernández es consciente de que se le está comparando con el exciclista, pero tiene claro que "quizás Armstrong no está siendo un ejemplo para la sociedad, pero creo que mi gesto no tiene nada que ver con su asunto".

El gasteiztarra admite que su gesto le ha hecho más popular y se muestra sincero: "El mundo del deporte, lamentablemente, va por la publicidad. Puede ser que en un futuro este gesto me puede beneficiar; soy realista. Parece que la gente se interesa más por mí y tengo algún asuntillo por ahí, pero no hay nada cerrado. Sí que es verdad que en unos días me vais a ver un programa de televisión y que me están surgiendo cosillas". Su nombre, de hecho, ha sonado para optar al premio Príncipe de Asturias, pero lo considera "imposible. Yo me quedo con el apoyo de la gente, que es lo más bonito que me está pasando".

De momento, Fernández también aprovecha su nuevo tirón para dar ejemplo, y ha subastado la ropa que llevó en Burlada a beneficio de la Cruz Roja mientras piensa en ganarse un puesto para los Mundiales de Cross.