Una sonrisa después de muchas jornadas de penas. Un canto a la esperanza. La victoria cosechada el sábado ante el Valencia Basket elevó la moral del Lagun Aro GBC y de su entorno hasta límites insospechados. El equipo que antes de ese partido parecía hundido después de tantas y tantas decepciones -la última una derrota por 48 puntos en el Palau- se mostró como un equipo competitivo, luchador, intenso, concentrado y con más recursos ofensivos de los que se esperaban de él.

Había pánico a la jornada que cerraba la primera vuelta, en la que el Lagun Aro recibía al durísimo Valencia y el equipo que le precede en la tabla, el Fuenlabrada, se medía a un rival bastante más asequible, el Valencia. Si los guipuzcoanos perdían y los fuenlabreños ganaban, que parecía la opción más lógica, la salvación podía escaparse ya a tres triunfos, una distancia sideral. Sin embargo, el Lagun Aro ganó y el Fuenlabrada perdió tras desaprovechar diez puntos de ventaja en el último cuarto, por lo que el equipo de Trifón Poch se ha quedado con cuatro victorias en el ecuador del campeonato, por las tres que tiene el de Sito. En cambio, el resto de equipos se han marchado: Cajasol y CB Canarias tienen seis triunfos y Valladolid y Murcia, siete.

Pero, más allá de los números y de la peor primera vuelta en la historia del club, quedan las buenas sensaciones del último choque. A ello contribuyó el fantástico trabajo defensivo de Manos Papamakarios y del recién llegado Ivan Paunic, que cautivó a todos en su estreno. "Tuve muy buenas sensaciones, la verdad. Seguro que me sentiré más cómodo cada partido que pase, pero ayudé al equipo y fue una gran victoria para todos. Estoy contento", decía ayer el escolta serbio, a quien alabó Papamakarios: "Casi no sabe nuestros nombres, pero nos ayudó mucho". Lo cierto es que ambos hicieron una buena pareja defensiva, cuya energía resultó contagiosa para sus compañeros: "Había jugado contra Ivan Paunic en Grecia, pero no lo conocía personalmente. Los serbios y los griegos son guerreros en pista, nuestro estilo de juego es parecido. Cuantos más buenos defensores tienes en el equipo, mejor. Pero Ivan también nos va ayudar en ataque, necesita tiempo".

El recién llegado desveló qué les había pedido Sito Alonso: "Nos dijo todos los días que teníamos que jugar con energía y con fuerza en defensa". Y como Paunic fue uno de los que mejor cumplió con los deseos del entrenador, jugó 23 minutos. "Son muchos para ser mi primer día", reconoce el escolta. "Solo traté de ayudar al equipo y de defender bien. Conocía a Rafa Martínez, es un gran jugador. No lo paré solo yo, lo hicimos entre todos".

El otro estilete defensivo, Papamakarios, se lució también en ataque, con diez puntos logrados además en momentos importantes. El griego llevaba una temporada muy mala en ataque, con porcentajes del 20% en triples, y espera mejorar a partir de ahora: "Es la primera vez en mi carrera con porcentajes tan terribles durante tanto tiempo. No soy un tirador como Jimmy (Baron), pero puedo hacerlo bien. Mi rol es defensivo pero cuando estoy solo tengo que castigar al rival".

segunda vuelta

Illunbe será clave

Con el ánimo renovado tras derrotar al Valencia, el Lagun Aro GBC abrirá la segunda vuelta el viernes (20.00 horas) ante el Joventut y lo hará en Illunbe, donde estarán puestas buena parte de las esperanzas de lograr la salvación, ya que por el pabellón donostiarra pasarán, además del conjunto verdinegro, Valladolid, Manresa, Murcia, CB Canarias, Cajasol, Blusens y Barcelona. Cada partido será clave.

"Ahora es importante coger una buena racha positiva", señala Paunic. "Hasta el parón de la Copa queremos sumar y luego aprovechar para hacer una buena pretemporada e integrar a los buenos. Entonces veremos al Lagun Aro que queremos", avisa Papamakarios.