Donostia. El Lagun Aro GBC despidió el año de la peor manera posible y le espera un 2013 muy, muy duro, en el que su objetivo será evitar un descenso que ahora mismo merece por deméritos propios. El conjunto de Sito Alonso encajó una clara derrota en Santiago de Compostela ante el Blusens (71-60) tras naufragar por completo a partir del descanso y firmar algunos de sus peores minutos de la temporada, lo cual es mucho decir para un equipo que ha perdido trece de los quince partidos que ha jugado. La derrota -y la actuación- de ayer confirma equipo sigue sin reaccionar. Parecía que lo había hecho contra el CAI Zaragoza y el Real Madrid, pero ayer regresaron viejos fantasmas y esto resulta muy preocupante porque para salir del pozo hará falta ganar muchos de los 19 choques que quedan para el final de la temporada. Si el Cajasol gana hoy al Valladolid, la salvación puede quedar a dos victorias. Ojo, que se empieza a abrir una pequeña brecha a la que nadie debería restar importancia.

El hundimiento tras el descanso fue absoluto e inexplicable. Porque lo peor de todo es que hasta el minuto 20 el Lagun Aro hizo un muy buen partido. Serio en defensa, encontrando recursos en ataque y dando la sensación de que dominaba el choque con cierta solvencia. De hecho, mediado el segundo cuarto llegó a ir ganando por ocho puntos (23-31) básicamente porque había logrado maniatar al Blusens con un excelente trabajo en la retaguardia. Además, Qyntel Woods asumió en el inicio del choque su papel de líder anotador con nueve puntos en los diez primeros minutos y a él se unieron Kuksiks, con dos triples y una actitud más agresiva que de costumbre, e Ibekwe, que aprovechó las asistencias de sus compañeros para machacar sin piedad el aro gallego. El 30-35 al descanso y la solvencia que estaban mostrando los hombres de Sito hacían pensar en que, si el equipo mantenía su nivel, la tercera victoria del curso estaba en el bolsillo.

30-35 al descanso Pero el panorama cambió completamente en el regreso a la cancha. El naufragio fue total y nadie pudo ponerle freno. El Lagun Aro se descompuso por completo. De ser un equipo sólido, solvente y dominador pasó a ser un equipo blandito, sin capacidad de reacción, nervioso y precipitado. La cosa empezó mal con varios ataques fallados debido a la precipitación, lo que se tradujo en un parcial de 9-0 que puso al Blusens por delante. Salgado quiso frenar la sangría con una canasta, pero nadie le apoyó. Rubio, Woods y Kuksiks empezaron a fallar todo y el equipo, en lugar de solucionar ese atasco ofensivo con un mayor esfuerzo en defensa, bajó los brazos como ha hecho tantas y tantas veces esta temporada. "¡Os están sacando ventajas en el p... uno contra uno!", les gritó Sito a sus hombres en un tiempo muerto. Es increíble que semana tras semana el Lagun Aro encaje escandalosos parciales en contra y que no haya sabido solucionar este grave problema. El horroroso tercer cuarto de ayer acabó con un parcial de 22-4 que dio trece puntos de ventaja al Blusens (52-39) y que ya obligaba a los guipuzcoanos a la heroico para ganar. Pero eso no funciona casi nunca. Ayer tampoco, claro.

El Blusens no dio opción a la remontada, aunque también hay que reconocer que el Lagun Aro ni siquiera creyó en ella. En el minuto 32 la desventaja era de 17 puntos (57-40) y solo Salgado dio la sensación de intentarlo de verdad. Dos triples del capitán pudieron meter al equipo en el partido, pero la reacción se quedó en un tímido amago. Woods volvió a ver aro después de quedarse en blanco en el segundo y tercer cuarto, pero los últimos minutos solo sirvieron para alargar la agonía del que ahora mismo es el peor equipo de la ACB según dicta la clasificación. Está empatado con el Manresa, pero su average es aún peor después de quince jornadas.

La derrota, agravada por un preocupante tercer cuarto, deja los ánimos muy tocados de cara a 2013 y vuelve a arrojar dudas sobre la capacidad de esta plantilla para salir del lío en el que se ha metido. Dejando a un lado la actitud, que evidentemente ayer no fue la mejor a partir del descanso debido a una inexplicable bajada de brazos, el Lagun Aro sigue necesitando más dinamita en ataque. Sus 60 puntos en total -y sobre todo los pírricos cuatro que anotó en el tercer cuarto- confirman que le falta dinamita en ataque. Woods metió nueve puntos en el primer cuarto pero luego desapareció y encima se cargó de faltas, mientas que Taylor y Guille Rubio estuvieron muy descertados. Kuksiks metió dos triples al inicio pero luego no volvió a ver aro desde 6,75. Los de escolta y ala-pívot son puestos clave a la hora de anotar y lo cierto es que el GBC no los tiene bien cubiertos. Es evidente que este equipo necesita refuerzos y, si estos no llegan, será realmente complicado salir del descenso. Los augurios para 2013 no son nada buenos.