"Mis remeros son tercos y jabatos; todo lo que han vivido les ha fortalecido"
Con cinco Conchas a su espalda como remero y otra como entrenador, Juan Mari Etxabe afronta con ilusión el reto de llevarse a Bermeo el trofeo más codiciado de la temporada por tercer año consecutivo. 3.92 segundos le separan de Kaiku, un adversario que ve superable
bermeo. Urdaibai ha sufrido una pequeña transformación desde que el año pasado ganara su segunda Bandera de La Concha. Siete remeros titulares dejaron el club y los que quedaron han tenido que asimilar el nuevo método de trabajo de Juan Mari Etxabe. El técnico guipuzcoano ha conseguido que los bermeotarras lleguen en su mejor momento a la cita más importante de la temporada... y con opciones de triunfo.
¿Qué valoración hace de la regata del domingo?
El planteamiento estaba claro. Estuvimos en la motora Gorka Aranberri y yo haciendo el recorrido en la motora. Nos salió bien. Quizás hubo más viento de lo previsto y nos castigó bastante para fuera. Luego esa sanción de tres segundos a Kaiku nos deja más vivos. La valoración es positiva, porque era una regata peligrosa en la que te podías quedar descolgado y decir adiós a la Bandera.
¿Ha sido la mejor regata de Urdaibai de este verano?
Una de las mejores. Ha habido mucho cambio y mucha presión porque Urdaibai se quiere ver delante todo el año. Se han cambiado muchas cosas, muchos métodos de trabajo, la plantilla ha cambiado de un año a otro y hay chavales que están debutando en ACT. Está claro que una Liga ACT no puedes ganarla con muchos debutantes. Se está haciendo el trabajo y, en líneas generales, algún puesto mejor podríamos haber hecho, pero por segundos hemos estado pegándonos ahí. Ya dije claro al inicio de la temporada que los favoritos eran Kaiku y Hondarribia y que a nosotros fuera de la Liga se nos iba a ver otra cara. A La Concha llegamos mejor mental y físicamente, más trabajado el equipo y lo estamos notando en el día a día.
¿Ha jugado Urdaibai un poco al escondite durante el verano?
Yo creo que es por el sistema de trabajo nuevo. Asimilar eso ha sido difícil para los remeros. A cada uno le cuesta asentarse en su puesto. Hay muchos factores que pueden influir en el rendimiento. Últimamente, con algunos retoques de la embarcación, los remos... hemos ido puliendo cosas. También teníamos marcado en rojo La Concha y se puede decir que hemos llegado bien. En la Liga también hemos trabajado con gente que pensaba que no podía estar en el bote y ha dado la cara. En las últimas regatas de ACT no lo hemos hecho mal, hemos estado segundos. En Castro la perdimos por poco más de un segundo y la última nos ganó Kaiku por diez segundos. Tampoco es algo desorbitado lo que hemos hecho. Hemos hecho bien las cosas, llegamos en un buen momento y todas las cosas que van diciendo por ahí... Cada uno que diga lo que quiera. No creo que sea algo imposible lo que hemos hecho.
También hay que restar los segundos que da el 'platanito' en dos ciabogas que en La Concha no se dan.
Sí. El tema del platanito está ahí. Está claro que en regatas bare o de ría sí te rompe. Eso se puede demostrar y se ha visto en la televisión. En todas las ciabogas perdíamos dos o tres segundos. Si nos quitas ocho segundos en todas las regatas, te aproximas mucho y muchas banderas incluso hubiéramos ganado. Muchas veces hemos llegado en cabeza tras el primer largo y hemos salido por detrás. Eso afecta al equipo. Pero no quiero entrar en esa historia. Tenemos lo que tenemos, somos la gente que somos. Los remeros también pueden pensar si tuviesen otro entrenador. O yo si tuviese otros remeros. Hemos luchado y el equipo está vivo.
¿Cuánto influyó saber las referencias de Kaiku y Hondarribia?
Presiona más porque Kaiku hizo un tiempazo para las condiciones que había. Te entran dudas porque no sabes cómo va a afectar al equipo y no tienes margen para hacer una charla. Tenía contacto con el patrón y el equipo supo responder. El primer largo había que hacerlo duro. San Juan nos ayudó. Los primeros seis o siete minutos estuvo con nosotros cara a cara. Estaba haciendo un largo pletórico y yo creo que eso nos ayudó, porque no nos sacó de remada. La plantilla no se puso nerviosa, todo lo contrario. Estuvieron muy centrados. Luego ya la última parte la rompimos. Vernos cerca en la ciaboga nos dio moral y hasta la isla nos ayudaron las olas, pudimos recortar. Y al final ya el tiempo nos empujó un poco. Si antes de la regata te dicen que te toca en la segunda tanda y en la calle uno, nadie lo firma. Sería la última opción. Pero nos tocó eso. Había que lucharlo y eso hay que destacarlo del equipo. Son jabatos, llevan muchas batallas y son de mucha pelea. Todo lo que están viviendo les ha fortalecido. Son muy tercos en ese aspecto. También tuvimos la suerte del campeón, porque tuvimos la opción de poder elegir la calle para volver. Esta jornada hemos tenido suerte y a ver si este domingo pasa lo mismo.
¿Con 3.92 segundos da para planificar algo?
No. Y si los tienes a favor, tampoco. Si sales pensando en los tres segundos, vas jodido. Ellos también saldrán partiendo de cero, a romper la regata y a hacer su tiempo. Además, cuando uno de los dos saque un bote, creo que las diferencias van a ser mayores de tres segundos. Eso espero porque, si no, nos va a dar un infarto a todos.
Kaiku ha pasado de romper las regatas al principio a firmar grandes finales. ¿Cómo se le puede ganar?
Para empezar, hay que remar más que él. En eso tenemos que trabajar. También tenemos finales muy buenos, somos un equipo bastante retorcido y cabezón. Kaiku tiene esa confianza de grupo trabajado durante años, que es lo que no tenemos nosotros. Nosotros estamos en ello, nos ha costado llegar a esto justo ante la regata más importante. Este Kaiku lo veo superable. Pero igual sí es el mejor Kaiku de los últimos años, por la madurez.
¿Cómo está el vestuario?
La verdad es que el primer contacto tras la regata ha sido muy positivo. Están muy contentos, pensando que hay que remontar, que hay que hacer bien las cosas y que, por lo menos, hay que repetir la regata del domingo. Tenemos que trabajar a lo nuestro y tener confianza. La regata nos da un punto a favor porque venimos de abajo a arriba y eso te hace crecer.
¿Hay que hacer de psicólogo?
Hay que ponerse el mono de trabajar y el que tenga que coger responsabilidades, que las coja. Todos tenemos que confiar en nosotros mismos y en el de al lado. Hay que hacer piña más que nunca, también con los suplentes. Hay que estar preparados para la guerra, porque el domingo va a ser un día de mucho nervio, mucha tensión y el que mejor haga las cosas, se va a llevar el gato al agua.
¿Se nota que es una semana diferente al resto?
Por supuesto. Aunque solo sea por los medios. Está en boca de todo el mundo. Casualidad esta semana no hay fútbol, solo estamos los del remo... También es bueno para el sponsor y esas cosas. Al mundo arraunlari le viene bien.
¿Prefiere una mar tranquila o algo agitada para el domingo?
Ni una cosa, ni la otra. Sabemos que dominamos bien las dos opciones. Lo que quiero es aislarme y estar tranquilo. Hay que mentalizar al equipo porque tenemos veinte minutos de mucha lucha esté como esté la mar.
Con La Concha y las fiestas que llegan, Bermeo tiene que estar alborotado...
Intento aislarme de la vorágine. Me gusta estar más tranquilo con la familia. Vivo en San Juan y estoy tranquilo allí con la familia. Me pongo de mala leche con las travesuras de mis hijos y así desconecto. Así la gente ni me pregunta por el remo.
¿Motiva más o lo enturbia que el rival sea Kaiku?
Motivar te motiva cualquier rival. Da igual quién sea. Rivales te salen por todos lados. Es la ley del deporte. Lo de enturbiar por el caso que está abierto desde 2010, por el pique que está abierto entre los dos... Pues sí, me preocupa por algunos comentarios que ya están soltando ellos. Me molesta. Pero es algo que está abierto de antes. Ahora hay otra gente, otro equipo y yo creo que salpicar a todo el mundo por igual... Entonces nos metemos todos en el mismo saco. Es algo que deberíamos dejarlo al margen y es uno de los factores que más me preocupan. Que se empiece a enturbiar en ese sentido.
A los bermeotarras les suele costar ir a animar a La Concha...
Es difícil porque les coincide con las fiestas patronales. Es el día fuerte del año para ellos y también tienes la televisión. Es una gran fiesta, pero hay que ir hasta allí y no ves nada de remo. Vas a la fiesta y las tienes en casa. Yo lo puedo comprender. Pero el equipo representa al pueblo y te hace ilusión ver gente de tu pueblo. Estoy convencido de que una vez más irán.
Lo que suceda este domingo influirá, ¿pero cómo valora su primer año en Bermeo?
Por ganar o no La Concha no creo que haya que pasar del cielo al infierno. Nos tendremos que quedar en el medio. Después de todos los cambios que ha habido este año, de todo lo que ha habido, esta temporada no se puede tachar como mala. El mundo del remo ha cambiado mucho. Ahora ves que la tanda de honor está en catorce segundos. La de La Concha es una bandera importante, pero no creo que se pueda juzgar todo el año por ella. Hay que ver con qué se ha trabajado, qué equipo tenías y si se podía haber hecho más, pero eso son cosas que tienen que valorarlas otras personas.
¿Qué destaca o qué le ha sorprendido de su plantilla?
Ha sido un año muy complicado. El preparador físico ha traído nuevas ideas, se ha cambiado la metodología del remo en Bermeo y cambiarle eso a un equipo campeón cuesta. Lo han luchado y la verdad es que han demostrado ser muy profesionales. El vestuario ha sido muy legal, muy noble y muy trabajador.
¿Estará otro año en Urdaibai?
Firmé por un año. Tampoco sé si la directiva va a continuar, porque hay elecciones en el club. En su día me dijeron para continuar, pero no hemos vuelto a hablar. Y esta semana tampoco es para hablar del tema. Ya veremos a partir de la semana que viene.
¿En su trayectoria en La Concha encuentra alguna edición que le recuerde a la de este año?
En el 92, estando en San Juan y Korta de patrón en Orio, tuvimos una enganchada. Al final ellos nos ganaron, pero estuvimos cerca de la proeza. Era un equipo similar a este, cabezón. Orio era favorito. Espero que este año cambien las tornas y me traiga yo la bandera.
¿Cuáles son las ediciones de las que tiene mejor y peor recuerdo?
Esa del 92 me dolió mucho, por un abordaje que hubo. Pero no voy a empezar a remover el pasado... Luego en el 95 eran ellos los favoritos y les ganamos. Ilusión todas las ediciones te hacen. Igual te quedas con la primera, la del 86. Fue la primera en la que participé y la primera que gané. También te acuerdas de la de 2006, la del récord.
¿Cambia la manera de vivir La Concha siendo remero o entrenador?
Las vives desde otro punto de vista. Como entrenador te gusta ganarlas, pero le doy más valor al equipo. Ese día es de los remeros. Lo que no me gusta es cuando se resalta mucho lo de los titulares. Es injusto que se olviden del resto de la plantilla que ha estado trabajando todo el año y no se habla de ellos. Se nombra a catorce remeros e incluso hay campeonatos en los que solo se reparten catorce medallas. Me parece una falta de respeto. Tiene que haber para los 22 remeros, el utillero, el fisio...