Acorazados

Duración: 1h 28:52 minutos de juego; 36:07 minutos de juego real.

Saques: 4 de Egiguren II.

Pelotazos: 509 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 16 de Goikoetxea, 3 de Alliez II, 10 de Egiguren II y 5 de Hernández.

Errores: 8 de Goikoetxea, 8 de Alliez II, 6 de Egiguren II y 4 de Hernández.

Marcador: 1-0, 1-1, 2-3, 2-4, 3-5, 3-6, 4-6, 4-7, 5-8, 6-9, 7-10, 8-11, 8-12, 9-13, 13-14, 14-18, 18-19, 19-21, 19-22, 20-27, 20-28, 21-29, 21-30, 22-30, 22-31, 23-31, 25-32, 26-32, 27-33, 28-34 y 29-24.

Incidencias: Buen ambiente en el Carmelo Balda de Donostia en la final del Mundial de Parejas de cesta punta organizado por el Consejo Mundial de pelota vasca y asociados.

donostia. Una cortada de Iñaki Osa Goikoetxea, un tótem mundial en los cuadros alegres de la cesta punta profesional, fue el único palmo de terreno que cedieron sus contrincantes, Mikel Egiguren y Jonathan Hernández, en la final del Mundial de Parejas. Fue ese golpe del zumaiarra el que puso el 1-0 en el marcador del Carmelo Balda donostiarra y el único momento de lucidez en el luminoso de los colorados. Y es que el delantero donostiarra y el zaguero alavés fueron un acorazado imposible de derribar en un duelo que en todo momento llevaron controlado. Mikel, siempre escurridizo y activo, manejó los tiempos; mientras que Duke fue el factor diferencial en el envite. Porque el gasteiztarra se merendó a Arnaud Alliez en los cuadros largos y se conjuntó a la perfección con Egiguren, transformando algunas partes de la final en un paseo militar, en el que Goikoetxea, con su poder de derecha y su capacidad de forjar tantos imposibles, ponía el picante en tacadas cortas que apenas dejaban a los colorados acercarse a la orilla. Hernández fue un muro: se gustó, se exprimió y dominó al guardaespaldas lapurtarra, partiendo a la pareja contrincante cuando más lo necesitaban, cuando habían tratado de irse en el marcador dos veces e Iñaki les había frenado en seco. Así, a la tercera llegó la vencida, porque además Egiguren acertó con unos saques traviesos que se le atragantaron al zaguero de Iparralde. Del 19-21, el marcador se estiró hasta el 21-30, dejando tocados de muerte a Iñaki y Arnaud, quienes solo dieron los últimos estertores en el tramo final.

"Me encuentro con unas sensaciones buenísimas", relataba el poderoso delantero zumaiarra a este periódico en la previa de la final y ayer lo demostró. Comenzando de manera excepcional el choque, Iñaki daba miedo en las filas azules. Su presencia -1.93 metros de altura y 95 kilos de fuerza, capacidad física, despliegue y txapelas- era una garantía para los colorados y en una cortada dejó claras sus intenciones. Sin embargo, Egiguren, con un golpe certero atrás, y Hernández, con un rebote imposible, recuperaron terreno. Y después nunca lo perdieron. Alliez II, dubitativo, no encontraba su juego y la carga de trabajo le supuso a Goiko exprimir su físico al máximo. Los azules cargaron contra el zumaiarra, buscando que golpeara de rebote y sin dejarle pelota franca en los cuadros alegres, donde con la diestra es un puntillero letal. Así, las distancias comenzaron a abrirse y solamente los momentos de incertidumbre azul, que fueron pocos, dieron un poco de alas a Iñaki y Arnaud, porque el dominio era tan grande en la cancha, con Alliez atrapado en el rebote y Goiko instalado en el siete, que el tándem guipuzcoano-alavés encontró rápido el camino al triunfo del Mundial.

Se adelantaron Egiguren y Duke hasta el 9-13 con el intercambio de golpes, pero Goikoetxea cogió las riendas hasta el 13-13; inmediatamente volvió a ocurrir lo mismo: los azules se adelantaron 13-18 y los colorados se colocaron 18-18. Esas remontadas, amparadas en la rotura de una cesta de Mikel, causaron mayor perjuicio en Iñaki y Alliez, que se vieron sometidos con un rápido 20-27. Las brechas ya estaban muy abiertas en ese tramo y Egiguren-Hernández pusieron la velocidad crucero hasta el 29-35.

Erkiaga-Enbil, terceros Erkiaga-Enbil se impusieron por 35-29 a Garcia-López en el encuentro por el tercer y cuarto puesto. Apretaron el lapurtarra y el zaguero de Zumaia, que se van del Mundial sin ningún triunfo, hasta el 27-26, pero los colorados estaban más frescos y decidieron el envite en el tramo final.