Donostia. Tal y como está el Lagun Aro GBC, antepenúltimo con solo dos victorias en las primeras nueve jornadas, cualquier día es bueno para sumar. Hoy también, pese a que afronte uno de esos partidos a priori imposibles, la visita al Iradier Arena, feudo provisional del Caja Laboral (12.30 horas, ETB1). El equipo de Sito Alonso deberá hacer de su necesidad virtud y tratar de aprovechar el mal momento del conjunto baskonista, con dudas tanto en la Euroliga como en la ACB, donde va quinto con un balance de 6-3.

Ninguno de los dos contendientes afronta precisamente en su mejor momento el derbi. El Lagun Aro viene de sufrir un durísimo varapalo con la derrota en casa ante el Alicante, mientras que el Baskonia perdió el pasado domingo en Málaga y el jueves en Italia. Quien gane, se tomará un respiro. Quien pierda, sobre todo si es el conjunto guipuzcoano, seguirá alargando su peligrosa racha de resultados.

Sito Alonso podrá contar con todos sus hombres excepto con Peter Lorant. Como parece que no va a haber fichajes -no está muy claro si es porque el entrenador no quiere o porque no hay dinero-, Olaizola vuelve a estar en la convocatoria. Para ganar, será necesario, además de una sólida actuación de Panko y Vidal, un paso adelante de algún pívot -Adeleke o Doblas- y que Baron olvide su mal día contra el Alicante y meta sus tiros. Cerrar mejor el rebote y no perder tantos balones será también imprescindible, porque repetir los mismos errores cometidos hace siete días se pagarán muy caro en la matinal de hoy.

La mala noticia para el Lagun Aro es que el Caja Laboral podrá contar con Goran Dragic y Kevin Seraphin, que jugarán hoy su último partido antes de regresar a la NBA. Sin ambos, el cuadro vitoriano quedaba muy debilitado, ya que Reggie Williams no está y Milko Bjelica se encuentra lesionado. La vieja guardia que forman Prigioni, Teletovic y San Emeterio es el motor del conjunto de Ivanovic, además de Pau Ribas y Oleson. Aunque este Baskonia no sea tan brillante como otros años, ganarle en su cancha es difícil, pero el Lagun Aro no puede dejar pasar ninguna oportunidad.