SU título europeo (Pruszkow 2010), sus bronces mundialista (Ballerup 2010) y olímpico (Pekín 2008) y, sobre todo, sus aptitudes, su morfología y, también, su mente, encuadran a Leire Olaberria como una de las grandes damas de los anillos. Sin embargo, la de Ikaztegieta se ha pasado 180 días, seis meses completos, sin pisar un velódromo. "Nunca había estado tanto tiempo. En los próximos meses -recalca- voy a pasar muchas horas en la pista, y la carretera me ha venido bien para desconectar un poco y trabajar el fondo, la resistencia", que es muy importante en el omnium.

Tras su debut en un Mundial de ruta, con la disputa de la contrarreloj de Copenhague el pasado 20 de septiembre -"una experiencia muy bonita, a pesar de que no tuve un buen día"-, Leire volvió a meterse en un velódromo para "hacer fundamentalmente tras moto y tratar de coger el pedaleo que requiere el piñón fijo", que no giraba desde el pasado 27 de marzo, cuando finalizó el Mundial de Apeldoorn, al sur de Amsterdam. En Holanda comprobó que "igual me faltaba un punto de resistencia, y lo hemos buscado en la ruta", en la que ha brillado en las contrarrelojes, con un cuarto puesto en el Tour de Bretaña y un segundo en el prólogo del Tour de l'Ardèche (Francia), a tres décimas de la sueca Emilia Fahlin.

Y en el regreso a su hábitat, volvió al podio, con otros tres títulos estatales (persecución, scratch y puntuación), los tres a los que aspiraba en el Palma Arena, su segunda casa. "Más que con las medallas, me quedo con las sensaciones. Como es normal, notas que te falta velocidad, pero, por ejemplo en la persecución, me sentí muy bien moviendo un desarrollo fuerte", explica.

Pero si algo tiene para pulir defectos, es tiempo, pues la recién iniciada temporada gravitará sobre dos ejes: el Mundial de Melbourne en abril y los Juegos Olímpicos en agosto: "Son los grandes objetivos -concreta-. El reto está ahí, y ahora hay que acertar en el camino", que lo emprenderá en el Europeo, que tendrá lugar entre los próximos días 21 y 23 en Apeldoorn, y en la apertura de la Copa del Mundo, que por primera vez viaja a Astana, capital kazaja, del 4 al 6 de noviembre.

A las siguientes mangas, en Cali (Colombia, del 1 al 3 de diciembre) y en Pekín (China, del 20 al 22 de enero), "no tengo claro que vaya a ir -puntualiza-, pero si vamos no correría el omnium", disciplina que pospondría hasta el cierre de la competición, en Londres (del 17 al 19 de febrero). "Se disputará en el mismo velódromo de los Juegos Olímpicos, y lo quiero conocer".

Después, ya le quedarían el Mundial y la cita olímpica, para la que tiene muy encaminada su clasificación, lo que le permite un cierto margen de maniobra a la hora de planificar su preparación, que sigue diseñada por el grupo de trabajo que dirige Joan Llaneras en Palma, donde se concentrará desde el lunes.

De cara a su defensa del título europeo, "estas dos semanas haré un trabajo más específico para coger esa velocidad que me falta en las piernas. Físicamente estoy bien, sobre los 61 kilos, aunque tampoco me vendría mal un kilo más, que la temporada es larga y estando tan fina a la mínima coges un catarro".

tras dos marcas 'fantasmas'

Nuevo récord estatal

En los albores de la campaña de pista, su estado físico es notable, y el viernes en Palma batió el récord estatal de persecución, pero su registro (3:39.972) pasó desapercibido, dado que en el curso anterior rodó en 3:38.695 en el Europeo y en 3:38.880 en el Mundial. "El problema es que esas marcas las hice en el omnium. Y aunque en el Europeo pasé control antidopaje y el cronometraje era electrónico, la Federación Española no lo homologa", detalla. Por ello, su plusmarca oficial es más de un segundo peor. "No le doy muchas vueltas, porque si todo va bien, este año debería rebajar la marca", presagia la ciclista del Fullgar.org-Gipuzkoa, de vuelta a los anillos.