Derroche
Aimar Olaizola revienta a Berasaluze-BeginoEl goizuetarra mandó durante todo el partido y, junto a Beroiz, anularon a su pareja rival
Duración: 38:58 minutos de juego.
Saques: 1 de Berasaluze VIII y 2 de Olaizola II.
Pelotazos: 338 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 15 de Olaizola II.
Errores: 2 de Berasaluze VIII, 3 de Begino, 2 de Olaizola II y 2 de Beroiz.
Marcador: 0-1, 1-1, 1-2, 2-2, 3-3, 4-11, 4-12, 5-14, 5-15, 5-22.
Incidencias: Buena entrada en el Adarraga de Logroño en el segundo encuentro valedero para la feria de San Mateo.
Donostia. Aimar Olaizola y nada más. Sin mayor historia, el goizuetarra fundió los plomos a Pablo Berasaluze y Aritz Begino, demasiado indolentes en el despliegue y en el golpe. El menor de los Olaizola sacó ayer a pasear en su estreno en la feria matea de este curso que sigue con hambre tras el torneo de Lekeitio, en el que también se llevó por delante al berriztarra y al poderoso zaguero de Autza. Y es que Aimar, en su megalítico inventario de posturas, fue capaz de combatir desde los cuadros alegres tanto a su oponente en la delantera como al rival de la zaga. Mandaba en el golpe y en el remate, consiguiendo números de manomanista en mitad de un duelo de parejas. Mikel Beroiz, mientras tanto, ejercía de pegamento necesario para corresponder a su rival. Y Begino tampoco podía con él. Dominado hasta la extenuación, el de Autza no servía a su compañero de mucho y este tampoco a su zaguero, dado que Pablo, brujo siempre cerca del frontis, no ejercía de martilló pilón en el cruce de caminos para abrir brechas con Aimar. No corregía posiciones y no quitaba aire a su compañero, no por desidia, sino por supervivencia. No en vano, si Pablo retrasaba su posición, el de Goizueta echaba mano de su bola de cristal -increíble la clarividencia de Olaizola II- para combatir tan osada gesta de entrar en sus dominios; y si el berriztarra cumplía con el orden establecido, ahogaba a Begino hasta que, con este boqueando, un regalo le servía para levantar el cartón y el público.
El inicio tuvo un poco de chicha, pero nada más lejos de la realidad. Aritz cayó a la lona pronto, le siguió Pablo y, después... Después el infinito. Después, Aimar. Después, el derroche: de físico, de tantos, de golpes, de brechas. Y Aimar y Beroiz ya tienen su primer punto en la liguilla con una tanteo que les augura un gran futuro.